Tras más de un siglo fuera de Misiones, restituyeron el frontis jesuítico de San Ignacio: “No es solo un pedazo de piedra tallada, es nuestra historia”
En un emotivo encuentro en el museo de las Reducciones Jesuíticas, Patrimonio Mundial de la Humanidad, se llevó a cabo la restitución del frontis jesuítico de San Ignacio, un tesoro cultural y patrimonial que representa la esencia misma de la tierra colorada.
El gobernador de la provincia, Oscar Herrera Ahuad, expresó su gratitud hacia todas las personas y entidades que han contribuido a este esfuerzo y reflexionó sobre la importancia de conocer y valorar la historia jesuítica, reconociendo que todos, en algún momento, somos ignorantes en esta materia y que el camino hacia el entendimiento comienza con la humildad de aprender.
Herrera Ahuad recordó los esfuerzos conjuntos de varios líderes, desde la época del Ingeniero Carlos Rovira, para repatriar y preservar la historia de Misiones. Destacó que este logro no solo depende de la voluntad política, sino también de la gestión eficaz y la confianza en la importancia de salvar las herramientas que escriben la historia de la región.
Además, el Gobernador hizo hincapié en las decisiones que se están tomando en la arena política respecto a la cultura. En un mundo donde las plataformas políticas de gobierno debaten si la cultura debe incorporarse en sus plataformas como una política de Estado o si debe quedar en manos del mercado, Herrera advirtió sobre los peligros de retroceder más de 100 años, cuando las obras culturales eran consideradas principalmente mercancías.
El mandatario señaló que si el Estado y el gobierno se retiraran de la cultura, muchos más portales y sitios históricos, como los de San Ignacio y otros lugares de Argentina, terminarían en manos privadas y en el mercado, susceptibles de ser comprados y vendidos según intereses individuales.
El corazón de su discurso residía en la idea de que el sentimiento y el espíritu de una sociedad son su construcción más importante. El espíritu constructivo y la preservación de una «tierra sin mal» son responsabilidades fundamentales del gobierno.
Por último, el Gobernador mencionó la reedición de un libro histórico que aborda la historia jesuítica y la historia de Misiones, el cual se está distribuyendo en las escuelas y diversos lugares de la provincia, brindando a los habitantes la oportunidad de sumergirse en su pasado.
La restitución de un emblemático ícono cultural
El Ministro de Cultura de la provincia de Misiones, Joselo Schuap, expresó su profundo agradecimiento a todos aquellos que han contribuido a la materialización de un proyecto que ha estado en gestación desde la gobernación del ingeniero Carlos Rovira. Este proyecto, que ha pasado por diversos obstáculos y desafíos, finalmente ha visto la luz con la reciente restitución de un ícono cultural de la región.
«Yo soy el agradecido y feliz de haber sido una herramienta útil para que esto se pueda concretar», expresó el Schuap, emocionado.
El proyecto, que se había enfrentado a numerosos desafíos y momentos de incertidumbre, finalmente logró su realización gracias a los esfuerzos del equipo de la Nación y de provincia, que demostraron un compromiso con la restauración de este ícono cultural misionero.
El Ministro Schuap, reconoció que este logro demuestra que el federalismo no solo se construye desde las provincias, sino también desde Buenos Aires, cuando las autoridades se comprometen.
La restauración del frontis en cuestión, que data de hace 122 años, representa mucho más que una simple piedra dijo el ministro. “Es un símbolo arraigado en la identidad de Misiones y su gente. Así que yo se la dedico de todo corazón a todos los misioneros y misioneras, a los que en algún momento van a sentir orgullo por ver este emblema aquí de vuelta en su casa, por aquellos que de alguna manera lucharon para que Misiones hoy exista», subrayó el ministro.
Joselo Schuap también rindió homenaje a la rica historia de la región, desde los tiempos de Andresito hasta la colaboración entre el pueblo guaraní y los jesuitas en este lugar histórico.
También se refirió a este día histórico para Misiones el ministro de Cultura de la Nación, Tristán Bauer, quién resaltó la relevancia de la memoria histórica y la diversidad cultural en Argentina.
Bauer comenzó su discurso aludiendo a los muros que rodean al museo, símbolos de la memoria y la historia del país. Mencionó que estos guardan los ecos de las voces de quienes vivieron los momentos más oscuros de la historia argentina, así como los desarrollos culturales que son parte integral de la identidad nacional.
El Ministro destacó la necesidad de luchar contra el colonialismo cultural y la imposición de una verdad única, subrayando que la diversidad cultural y el federalismo son fundamentales para la riqueza cultural de Argentina. En este contexto, hizo hincapié en la importancia de la restitución del frontis como un acto de justicia.
Bauer elogió la colaboración entre los gobiernos provinciales, municipales y nacionales en la construcción de un país más unido y diverso, subrayando que, a pesar de los desafíos, el trabajo conjunto puede llevar a la sociedad argentina hacia un futuro más luminoso.
Asimismo, hizo un llamado a la preservación de la memoria histórica y la promoción de la diversidad cultural en Argentina, al tiempo que celebró un hito importante en la historia del país con la declaración de la ESMA como Patrimonio de la Humanidad.
Respecto al Frontis dijo «Esta piedra es un símbolo que guarda memoria”, haciendo referencia a la importancia de cuidar y preservar el patrimonio histórico de la nación. Además, hizo un llamado a la colaboración de todos los argentinos para continuar trabajando en las restituciones y mantener vivo el recuerdo de lo que ocurrió en esos oscuros tiempos de la dictadura.
Dirigiéndose a Eliseo, representante del pueblo guaraní presente en el evento, el Ministro expresó su admiración por la riqueza cultural de este pueblo y su contribución a la identidad argentina a lo largo de la historia.
Citando a Atahualpa Yupanqui, el Ministro reafirmó el compromiso de Argentina de recordar a sus muertos y trabajar para que nadie quede atrás. Afirmó que el país busca un futuro lleno de esperanza, y que la memoria de este museo en las reducciones, junto con otras memorias luminosas del país, son la base desde la cual se puede construir un futuro mejor.
El regreso histórico: la placa de las reducciones de San Ignacio
El frontis, una valiosa pieza patrimonial del conjunto jesuítico de San Ignacio, o la placa del frente del Templo del municipio, finalmente regresó a su lugar de origen después de más de un siglo de ausencia. El historiador Estebán Snihur relató la fascinante historia detrás de esta restauración histórica que representa un acto de restitución para la provincia de Misiones.
La placa del frente del Templo de San Ignacio, una obra tallada por guaraníes, ha sido testigo de la historia del lugar desde su creación en el siglo XVIII. Sin embargo, su odisea comenzó en el año 1882 cuando se intentó extraerla de la fachada del templo por primera vez. Este intento resultó en un fracaso, y la placa quedó abandonada, quebrada entre los escombros.
En un segundo intento por rescatarla en 1887, el Museo de La Plata se involucró en la misión de llevarla como una valiosa pieza de arte al sur de Argentina. Sin embargo, este esfuerzo también fracasó debido a las dimensiones, el peso y la complejidad logística que implicaba mover la placa.
No fue hasta 1901 que la placa fue finalmente trasladada a la ciudad de Buenos Aires, utilizando medios de transporte más modernos. Desde entonces, ha permanecido lejos de su lugar de origen, convirtiéndose en un tesoro lejano y añorado por la comunidad de San Ignacio.
El regreso de la placa al conjunto jesuítico de San Ignacio marca un hito en la historia de Misiones y representa un acto de restitución histórica para la provincia. Esta pieza única, tallada por manos guaraníes es mucho más que un simple objeto artístico remarcó el historiador; es un símbolo de la rica herencia cultural y patrimonial de la región.
En palabras de Estebán Snihur, «La placa vuelve hoy al sitio de origen, que es San Ignacio. Vuelve de donde nunca debió haber sido retirada».
La placa del Templo de San Ignacio es un testimonio tangible de la destreza artística de los guaraníes y la influencia de la Compañía de Jesús en la región. Su regreso marca un capítulo significativo en la historia de Misiones y un recordatorio de la importancia de proteger y honrar nuestra herencia cultural.
Restauración Histórica de la Ruta Jesuítica en Misiones: un Compromiso con la identidad y la cultura
Mariana Valdez, coordinadora del equipo de conservación de la Dirección Nacional de Museos, dijo que se trató de una ardua labor que requirió dedicación y compromiso por parte de un equipo multidisciplinario. Asi, se logró con éxito la restauración de una valiosa pieza histórica.
La tarea principal de restauración consistió en retirar una piedra que formaba parte de una exhibición en el Museo Histórico Nacional, contó Valdez. Esta tarea, aunque desafiante, se llevó a cabo con meticulosidad y cuidado, siguiendo los más altos estándares de conservación, aseguró.
Mariana Valdez, expresó: «En primera instancia, tuvimos que hacer un trabajo de retirar la piedra, hacer la extracción en el Museo Histórico Nacional donde se había montado y le pusimos mucho cariño, mucho amor a todo esto. Espero que esté reflejado en nuestro trabajo y compromiso también, tanto de las autoridades como de todo el equipo técnico”.
Valdez también destacó la importancia de la colaboración interdisciplinaria al afirmar: «Somos muchos los equipos que trabajamos, las áreas administrativas, de montaje, de gestión de colecciones de documentación y registro. Finalmente, también conservación que hace posible este trabajo y este resultado.»
El Museo Histórico Nacional celebra no solo la exitosa restauración de una valiosa pieza histórica, sino también la apertura de un nuevo capítulo en la preservación y promoción del patrimonio cultural de la nación.
Por su parte, la presidenta de la Comisión Nacional de Monumentos, Lugares y Bienes, Mónica Capano, expresó: «Este ámbito es de la Comisión Nacional. Lo vinimos a ver el año pasado y vimos que era un lugar abandonado a su suerte. Realmente, estoy más que emocionada porque lo estoy viendo hoy por primera vez y reconociendo el trabajo de un equipazo, no solo que estuvo desde la restauración, desde las cuestiones arquitectónicas, sino también desde lo administrativo.»
La restauración de este sitio histórico no es simplemente un acto de conservación, sino una manifestación de una nueva perspectiva en la gestión del patrimonio cultural. Capano enfatizó esta transformación al afirmar: «Lo importante es que estamos teniendo una mirada diferente del patrimonio, una mirada en la que se da por tierra con esa idea del patrimonio majestuoso, monumental, que algunos pocos decidieron detrás de un escritorio para dar lugar al patrimonio de las comunidades partícipes, que tiene que ser absolutamente participativo, activo y sustentable.»
La inclusión de las comunidades locales en la preservación y promoción del patrimonio es un aspecto fundamental de esta nueva visión. Capano anunció la formación de un comité de sitio que incluirá representantes de la Nación, la Provincia y la sociedad civil. Este enfoque refleja el compromiso de hacer que el patrimonio sea accesible y relevante para todos.
También destacó la importancia de devolver el patrimonio a su lugar de origen, subrayando: «Primero, es importante que Misiones recupere esto porque era parte de la cultura guaraní, jesuítico guaraní, y que esté en un museo en la ciudad de Buenos no tenía ninguna razón de ser. Entonces las piezas hablan mucho más además de lo estético.»
Respecto a lo que es el frontis, Capano explicó «Esto era una placa, se lo llama frontis, pero en realidad es una placa, es un espejo. La placa que hoy está a uno de los costados del templo, era del otro lado, y nos enteramos con la intervención del historiador que en realidad se iban a llevar las dos y no pudieron. »
Por otra parte, según explicó Noelia Leyria, la solicitud para esta restauración se remonta a los tiempos del ingeniero Rovira, quien en su mandato como intendente de Posadas había planteado la idea. Ahora, años después, el esfuerzo de aquellos tiempos se ha convertido en una realidad gracias al compromiso del actual gobernador Herrera y el ministro de Cultura de la Provincia.
“El proyecto de restauración se convierte en un tributo a la historia jesuítica y a las reducciones que se desarrollaron en la región. La ruina jesuítica, que se remonta a alrededor de 1612, es un testimonio vivo de ese legado histórico, y su recuperación es motivo de orgullo para la comunidad misionera”.
Y agregó: «No es solo un pedazo de piedra tallada, es nuestra historia jesuítica y de las reducciones», expresó Noelia Leyria, una de las voces entusiastas detrás de este proyecto. Para la comunidad, esta restauración significa un reconocimiento de su identidad y patrimonio cultural, así como un tributo a los esfuerzos de generaciones pasadas.
