Una beba de un año y ocho meses se descompensó cuando estaba con su familia y fue reanimada en el Hospital de Niños de Santa Fe. Los médicos descubrieron que había sufrido una intoxicación por ingesta de cocaína.
El dramático episodio ocurrió este sábado por la tarde en una casa del barrio Guadalupe Oeste, ubicado al norte de la provincia santafesina. Quien advirtió sobre la trágica situación fue la abuela de la víctima.
La mujer explicó a medios locales que la beba habría encontrado en el suelo “un polvo blanco” que se llevó a la boca. Unos minutos después sufrió una crisis convulsiva, lo que obligó a que su familia la llevara de urgencia al Hospital Iturraspe de Santa Fe.
Al ingresar a la guardia del centro de salud santafesino, la menor presentaba un cuadro crítico y estaba casi sin signos vitales. Los médicos lograron reanimarla tras un arduo trabajo, la dejaron internada con asistencia respiratoria mecánica durante varias horas y luego la derivaron a un hospital pediátrico para que reciba atención especializada.
Una vez que su cuadro se estabilizó, la víctima fue traslada al Hospital de Niños “Dr. Orlando Alassia”, donde se le realizaron una serie de estudios y se confirmó la presencia de metabolitos de cocaína en su organismo.
“Ingresó en un estado de conciencia alternante, por lo cual se decidió su internación en la sala de terapia intensiva, donde quedó en asistencia respiratoria mecánica y se activaron los protocolos correspondientes”, informó el director del hospital, Pablo Ledesma, en declaraciones a Telefe.
Con el paso de los días la beba fue mostrando una evolución positiva y, según confirmaron fuentes del hospital a medios locales, no necesito más estar intubada y tampoco requiere asistencia respiratoria.
Los especialistas detallaron que la menor está lúcida, conectada y en compañía de sus padres. “Se está alimentando bien y, si no hay ninguna complicación, en las próximas 24 o 48 horas podría ser trasladada a una sala de cuidados intermedios”, detalló Ledesma este lunes.
Los estudios realizados en los últimos días, como resonancias y tomografías, descartaron que la víctima haya sufrido daño cerebral u otras secuelas graves a largo plazo. Sin embargo, los especialistas continúan monitoreando su evolución.
