Salir, matar, volver a la cárcel
Daniel Alberto N. (62) había purgado condena en Buenos Aires por abuso sexual y es el único sospechoso de violar y asesinar a Milagros Prestes (10) en Colonia Aurora. El hecho trajo a la memoria otros casos de exconvictos que cometieron homicidio tras salir de prisión.
La búsqueda de Milagros Ayelén Prestes (10) en Colonia Aurora generó una profunda angustia que luego se convirtió en conmoción y bronca generalizada. Tras su hallazgo sin vida, asesinada, el horror se completó con la autopsia, que confirmó que había sido abusada sexualmente y luego ahorcada.
Por ese caso se encuentra detenido Daniel Alberto N. (62), quien está imputado por «abuso sexual y homicidio agravado tanto por ser criminis causa como por femicidio». El hombre está alojado en la comisaría local, donde hasta el momento no recibió ninguna visita.
Para completar esta historia de barbarie, se supo que el sospechoso ya purgó una condena por abuso sexual a una menor, que lo tuvo tras las rejas desde el 2009 hasta el 2017. La cumplió en Buenos Aires, luego de una sentencia de la Justicia de San Isidro.
En octubre de 2022 El Territorio publicó un informe llamado «Tablado y el debate sobre la reinserción», tras la polémica que generó la presencia del femicida en Misiones -aún se encuentra aquí, pero ya pasa desapercibido-, pero este hecho sirve como nuevo disparador para contar sobre aquellos casos testigo en los que la cárcel no significó una nueva oportunidad para vivir en sociedad.
Según datos proporcionados por el Servicio Penitenciario Provincial (SPP), en la actualidad hay 1.727 alojados en las cárceles de Misiones, de los cuales 87 internos son reincidentes, lo que representa un 5 por ciento. Esta estadística indica que 26 están detenidos por delitos contra las personas, 25 contra la integridad sexual, dos contra la honestidad, 33 por delitos contra la propiedad y uno contra la seguridad pública.
Particularmente hechos de sangre recientes, como el de Milagros, involucran a exconvictos, algunos de ellos quienes dedicaron toda la vida al delito. Tal es el caso de Sergio «Bin Laden» Ortiz (50), quien se encuentra preso por matar, desmembrar y ocultar en una heladera a Marcos Martínez (46).
Bin Laden, que empezó delinquiendo cuando era efectivo de la Policía de Misiones, tiene antecedentes de hace 20 años e incluso una vez fue apresado cuando se presentó en el Patronato de Liberados, en el marco del control de sus salidas transitorias.
En junio del 2022 Franco Ramos (29) fue detenido como sospechoso del femicidio de la taxista Claudia Benítez (34), quien fue hallada en un pozo en Campo Bauer y rápidamente se estableció que había estado preso por un asesinato idéntico, el de su pareja Marina Da Silva, en diciembre del 2013. La joven también fue hallada asesinada en un pozo muy cercano a donde estaba Benítez.
Esto desnudó las falencias de la Justicia, ya que Ramos se encontraba libre porque estuvo siete años sin ser juzgado, lo que le valió una excarcelación por el vencimiento de la prisión preventiva. Sólo el crimen de la taxista aceleró el proceso y en diciembre del 2022 se sentó en el banquillo de los acusados para ser condenado a prisión perpetua.
Estas son algunas de las historias a repasar, como la Miguel Ángel Feldick quien purgó una condena por intentar matar a su esposa y cuando salió se demoró 21 días en terminar esa sangrienta faena en la localidad de Aristóbulo del Valle. Luego se supo que en la cárcel el hombre les decía a los demás reclusos que lo iba a hacer.
Se reflejan estos y otros nombres propios y casos tan puntuales como recientes. Este informe no busca generar un estigma sobre quienes estuvieron tras las rejas, ya que las estadísticas demuestran que los reincidentes por delitos graves son los menos y en otros domingos se ha llegado a la conclusión que la reinserción, contrario a como debería ser, es un trabajo que muchas veces el reo hace en soledad.
«La mayor tasa de reincidencia creo que está en los delitos en contra de la integridad sexual, en los otros casos se corrige un homicida ocasional que quiere volver con su familia e instalarse, ponerse a trabajar y vivir una vida digna. Un tipo que bajo los efectos de las drogas cometió un delito de robo calificado con el uso de arma, lo más probable es que si no es un adicto y si entiende un poco la temática que pone el Servicio Penitenciario para su recuperación va salir con intenciones de ser un hombre útil y trabajar», señaló el juez Atilio León, del Tribunal Penal Uno de Eldorado, oportunamente.
