Realizaban una obra y hallaron un misterioso túnel en Apóstoles

 Realizaban una obra y hallaron un misterioso túnel en Apóstoles

Albañiles hacían trabajos de remodelación en el Módulo de Informática de la Facultad de Ciencias Exactas de la Unam y se encontraron con estructuras que no estaban en los planos.

Una obra. Pico, pala, sudor y el encuentro con lo inesperado. Así se resume lo ocurrido en calle Pellegrini 269 de la ciudad de Apóstoles, donde desde hace dos semanas, y aprovechando el receso invernal, un grupo de obreros comenzó con tareas de remodelación de sanitarios en el actual Módulo local de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional de Misiones (Unam).

Un sótano o túnel fue hallado en trabajos de remodelación. Fotos: Marcelo Ródriguez

En plena labor, la tarde del miércoles se toparon con un profundo pozo. “Estábamos picando y se cayó una tapa”, contó uno de los albañiles. Alumbraron y el hueco parecía no tener fin así que aún sorprendidos llamaron a sus superiores y rápidamente se acercaron también docentes y personal de la casa de estudios. Nadie sabía de su existencia y en consecuencia no conocían qué era eso. Por lo hondo, entre 30 y 40 metros, tampoco pudieron ingresar, pero entre los primeros metros hacia uno de los costados se abre una especie de sótano, espacio que no estaba en ningún plano. Alumbrados con linternas a simple vista se observan latas que parecieran ser de conserva, platos de aluminio y varias botellas de vidrio.

Por los elementos encontrados (latas) creen que se trató del lugar donde funcionó la heladera del Club Social.

El hecho, con algunas imágenes, se difundió en las redes sociales y las más diversas conjeturas no tardaron en tejerse.

“Habrá sido un refugio nazi”, escribió uno, a lo que otro usuario acotó: “Quizás se usó en la época de la dictadura acá en Apóstoles”. Los más arriesgados deslizaron que podrían ser construcciones de la época jesuítico-guaraní.

“Para nosotros es sorprendente porque los obreros hace dos semanas que están trabajando, están haciendo tres sanitarios y se encontraron con este pozo y después del pozo tenés que entrar y a un costado hay como un túnel. Pero no se puede ingresar porque es un pozo profundo, peligroso, del que no teníamos idea de su existencia”, explicó a El Territorio Marlene Cibils, directora operativa del Módulo Apóstoles de la facultad.

Placa del Club Social Apóstoles, socios fundadores, de 1921 a 1971.

En el edificio donde hoy se dictan las carreras de Analista en Sistemas de Computación, Profesorado Universitario en Computación y Licenciatura en Sistema de Información, el siglo pasado funcionó el Club Social de Apóstoles, un espacio de encuentro y fiestas para la colonia de inmigrantes que poco a poco se convertía en ciudad.

Los memoriosos recuerdan que hasta 1987 hubo festejos allí. Luego entró en decadencia y años después el predio fue donado a la Unam. “Esta sede funciona desde 1993. Cuenta con laboratorios informáticos equipados adecuadamente para el desarrollo de las clases de todas sus carreras. Asimismo, posee comedor, biblioteca y casas destinadas a albergue estudiantil”, se lee en el sitio web de la casa de altos estudios.

El pozo tiene entre 30 y 40 metros.

“Después que el edificio se donó a la facultad se fue modificando, transformando y ahora que están haciendo estas nuevas modificaciones se encontraron con esto”, explicó Cibils al tiempo que consultada si pararán la construcción aseguró que de momento no.

Por su parte, el docente e historiador Esteban Snihur, comentó a este medio que estaba en proceso de interiorizarse en el tema. Aunque aclaró que tuvo posibilidad de ver algunas imágenes del lugar.

“Por lo que se ve en las fotos y videos que vi publicados se trataría de parte de alguna edificación que existió en el lugar previo a la construcción del edificio del Club Social (1940). Aparentemente es parte de una obra moderna de principios del siglo XX”, sostuvo.

Los obreros están trabajando en la entrada al pozo, en el Módulo de Exactas en Apóstoles.

En tanto que se esperaba para hoy la presencia de la arqueóloga Lorena Salvatelli, del Ministerio de Cultura de Misiones. La especialista indicó a este medio que esperaba poder estar en el lugar y ver el predio para lograr hacer conclusiones sobre qué pudo haber funcionado allí.

Mientras tanto, el predio educativo era ayer un revuelo y todos querían saber de qué se trataba ese pozo al tiempo que las hipótesis seguían apareciendo en cantidades.

La cisterna que no pudo ser conservada

A principios del año 2016, también en una obra en construcción, se encontró en Posadas una gran estructura que luego se supo que perteneció al Hotel Pensión Europea, que funcionó en la capital misionera a principios del siglo pasado, en la esquina de calles Buenos Aires y Santa Fe. Propiedad de Alberto Kucek, fue pionero en brindar agua fría y caliente y comida a toda hora a los viajeros.

El hallazgo arqueológico fue un tanque subterráneo con capacidad para albergar hasta 30 mil litros de agua. A ese sitio, hace un siglo atrás, se lo utilizaba para acumular agua de lluvia a través de una bomba.

El hallazgo tuvo gran valor histórico y cultural, ya que arrojó luz sobre la vida cotidiana de los posadeños del período portuario y, además, estuvo la sospecha fundada de que se trató de una construcción aún más antigua. Incluso la cisterna pudo servir de reserva de agua para los soldados paraguayos apostados en el campamento amurallado que levantaron durante los años de la ocupación de estas tierras. Pero por falta de acuerdo entre el obrador privado y la comuna, el espacio no se pudo conservar y los trabajos continuaron.

Esa vez la antropóloga Marianela Biscaldi y la arqueóloga Lorena Salvatelli se encargaron de fotografiar, excavar, datar y recoger todo dato histórico antes que siga la obra.

ElTerritorio

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