Pablo “salió a hacer compras y no regresó”


El misionero Pablo David Fonseca (27) fue acribillado de doce tiros en Buenos Aires y creen que fue «un ajuste». La policía prácticamente descartó el robo como móvil del crimen.
Pablo David Fonseca era oriundo de Puerto Iguazú. Tenía 27 años y un hijo de tres con el cual no pudo pasar el Día del Padre.
El jueves pasado a la noche fue asesinado de doce tiros y su cuerpo arrojado a la vera de un arroyo, en la zona oeste del conurbano bonaerense, más precisamente en Laferrere, partido de La Matanza.
Hasta el momento no se sabe nada respecto al móvil del crimen e incluso estaría descartado el robo porque la víctima, quien trabajaba para una empresa de seguridad privada, tenía dinero encima, unos 14 mil pesos.
De acuerdo a lo manifestado por los informantes, las pericias realizadas por los integrantes de la delegación local de la Policía Científica posibilitaron certificar que el joven presentaba dos impactos de arma de fuego en la clavícula, otro en el estómago, tres en el cuello, uno en la mano izquierda, otro en el hemitórax derecho, dos en el rostro y también dos en el brazo derecho.
Trascendió que los investigadores encontraron la mencionada suma de dinero entre las prendas de vestir de Fonseca, además de haber conseguido secuestrar numerosas vainas servidas calibres 11.25 y nueve milímetros.
Al día siguiente del hecho, viernes a la mañana, pobladores de la zona reportaron el hallazgo del cuerpo cerca de la orilla del arroyo “Don Mario”, próximo al cruce de las calles Utacarai y Saturnino Saraza, estableciéndose que yacía tendido boca abajo a escasos metros del curso de agua, y que se encontraba vestido con una campera negra, un pantalón y un par de zapatillas rojas.
El lugar es lindante a los bosques de Ezeiza y existen varios riachos y arroyos que desembocan en el Riachuelo.
Efectivos de la jurisdiccional, en este caso la comisaría Novena Este del distrito, llevaban adelante una serie de diligencias, para apresar a los responsables del asesinato. En base a los diferentes datos que se aportaron al sumario, que preventivamente fue caratulado “homicidio”, los pesquisas de la citada seccional descartaron casi totalmente que Fonseca haya sido agredido por asaltantes, ya que se sospecha que los atacantes obraron motivados por una venganza. Habitantes del barrio Luján de Laferrere les dijeron a los investigadores policiales que, durante la madrugada del jueves, escucharon numerosas detonaciones y, por tal motivo, se estima que el crimen fue consumado en ese horario. Hasta el momento no se hallaron posibles testigos.
Interviene en la causa penal la Unidad Temática de Homicidios de los tribunales de la jurisdicción (Fiscalía de La Matanza).
Los padres viajaron ayer
Luego de que los investigadores identificaron a la víctima y notificaron a su familia en Misiones, éstos iniciaron los trámites para traer el cuerpo a Puerto Iguazú.
Sin embargo, luego de la autopsia y por orden de la Fiscalía de Homicidios de La Matanza no pudieron realizar dicho traslado.
En forma urgente los padres de la víctima viajaron ayer a la mañana a Buenos Aires para el velatorio de Pablo Fonseca en una casa funeraria de Laferrere, en tanto que para hoy a la mañana está prevista la inhumación en el cementerio Villegas, ubicado en la localidad de San Justo.
La orden emitida por la Justicia también indica la prohibición de cremar los restos, hasta que finalicen las tareas periciales pendientes. Los familiares de la víctima lamentaron no poder darle el último adiós a Pablo Fonseca en su suelo natal, en este caso Puerto Iguazú, sin embargo adelantaron que tienen previsto traer el cuerpo cuando la mencionada fiscalía lo autorice. Se supo que se reunió dinero para los gastos funerarios en base a colectas que hicieron entre parientes, amigos de la víctima y allegados.
El joven asesinado era integrante de una familia numerosa y que en su mayoría reside en Puerto Iguazú, ya que son cinco hermanos en total. Su padre es jubilado y su madre ama de casa.
“Salió a hacer compras y no regresó”
En diálogo con PRIMERA EDICIÓN un familiar de Pablo Fonseca contó que “él vivía en el barrio Luján de Laferrere, que es considerado peligroso y es donde sucedió el hecho, la verdad es que desconocemos por completo las circunstancias de lo que pasó. Los fiscales a cargo de la investigación no nos dicen nada, no nos dan respuestas, no sé si quienes hicieron esto son personas que tienen mucho poder u otra cosa, porque dicen que fue por un ajuste de cuentas, no queremos que el caso quede impune, estamos esperando respuestas por parte de la Justicia y hasta ahora nada”.
Seguidamente contó que la noche del hecho “él estaba en su casa con su novia, quien también es oriunda de Puerto Iguazú y con la cual estaban juntos hace seis meses y salió a hacer compras. Luego ella nos dijo que él no regresó”.
“Pablo era una persona muy alegre y un buen compañero, sus amigos de la infancia acá en Puerto Iguazú tienen buenos recuerdos de él y quedaron devastados con la noticia. Es muy triste, además él tenía un hijo de tres años que no pudo pasar el Día del Padre con él. En uno de sus últimos llamados telefónicos dijo que nos extrañaba mucho y quería regresar acá, para estar con su familia y con sus amistades de siempre, porque allá se sentía solo, incluso tenía un lindo proyecto que era poner un comercio en Puerto Iguazú”, relató su familiar y que prefirió no ser mencionado por el momento.
Luego agregó que “actualmente Pablo trabajaba en seguridad privada, pero cuando apenas llegó a Buenos Aires hizo labores en la construcción. Decidió irse cuando tenía 24 años, en busca de ganar dinero y reunirlo para invertir en algún emprendimiento personal en Misiones. Pero no pudo ser”, se lamentó. “Últimamente se lo veía bien, normal. Siempre viajaba para las fiestas de fin de año, todo es muy inexplicable para nosotros, por eso es que queremos respuestas por parte de la Justicia”, agregó.
Por último, afirmó que “los deseos de la familia para cuando liberen el cuerpo es cremarlo y traer sus cenizas a su ciudad natal”.
Fuente: Primera Edición