Los hermanitos de Iguazú estrenan casa la semana próxima

Así lo confirmó Paula Schapovaloff, directora de la Línea 102, en la FM 89.3, también explicó que «el problema era habitacional, no de cuidado».

Después de muchas idas y vueltas, finalmente la semana que viene estará lista la casa de madera donada por el IPRODHA a los cuatro niños menores de edad que están bajo la guarda provisoria de sus dos hermanos mayores, de 18 y 21 años.

Paula Schapovaloff, directora de la Línea 102, estuvo presente en la FM Santa María de las Misiones, para contar cómo continúa el caso que se hizo conocido primeramente por redes sociales hasta llegar en manos del Ministerio de Desarrollo Social.

Por un lado, comenzó diciendo que la situación con la que se encontró en un primer momento al llegar a la ciudad de las Cataratas “no tenía nada que ver con lo que se reportaba, no estaban abandonados no estaban desprotegidos, la madre no estaba muerta”. 

Además, señaló que desde una candidata opositora de Puerto Libertad quisieron hacer una maratón solidaria para recaudar fondos pero “esos no son los pasos a seguir, se estaban utilizando las fotos de menores de edad en redes sociales y eso no está permitido”. 

Explicó que los menores de edad están hace mucho tiempo a cargo de los dos hermanos mayores porque la mamá (de los cinco hermanos) tiene una orden de restricción por violencia doméstica y los abandonó y que al padre nunca lo conocieron. “La madre tampoco quiere una revinculación”. 

Por otro lado, manifestó que el Municipio “desde hacía más de dos años le asistía a la familia, nunca se dejó de asistir, llegamos al municipio y salimos de ahí con todos estos informes, era un problema habilitacional, no de cuidado”. 

Luego del abandono de su madre, se instalaron en un terreno de su tío, pero según el relato de Schapovaloff, el hombre pidió que se retiraran por “toda esta maraña de cosas que salieron en las redes, que salieron en el diario, que salieron en todos lados, el tío con miedo por la exposición y demás que claramente tenía razón, pidió que se retiraran”. 

La directora de la Línea 102 hizo hincapié en que los niños asisten todos los días al Hogar de día de Iguazú a comer y bañarse, también enfatizó en que tienen sus vacunas al dia y van al médico.

Destacó que llamó al presidente del IPRODHA, con pedido de autorización y ” él autorizó la construcción de la casa porque ya había terreno y si Dios quiere la semana que viene ya están en su casa nueva”. 

Cabe destacar que la guarda de los hermanos mayores de edad (18 y 21) es provisoria “entonces lo que nosotros tenemos es que seguir con esto en el sentido de que tienen que tener la (guarda) definitiva, o sea, que nadie los saque más a los hermanitos del cuidado de ellos, que no pase nada malo”.

Una casa con todas las letras: “Será la semana que viene”

Al ser consultada por las características de la casa en la que próximamente habitarán los seis hermanitos respondió “tiene tres habitaciones, un baño bien equipado con agua caliente y fría con agua potable y tiene luz, todo perfecto”.

También, “en una construcción hecha en madera grande, los varones van a tener su habitación por un lado y por otro lado las niñas van a tener su habitación” cerró. 

 

También, “en una construcción hecha en madera grande, los varones van a tener su habitación por un lado y por otro lado las niñas van a tener su habitación” cerró.

Con sólo 18 años, quedó a cargo de sus cuatro hermanitos y viven en una casilla

Sucedió en Puerto Iguazú, donde una familia busca la manera de no ser separada luego de ser abandonados por su madre. Residen en el barrio San Lucas, en una situación precaria.

La Fundación Por la Sonrisa de un Niño intervino en el caso de la familia de Esteban, quien con sólo 18 años se convirtió en el sostén de su hogar y busca la tenencia de sus cuatro hermanitos menores. Desde hace meses, se quedaron solos al no regresar su madre y ahora hacen lo posible por solventar los gastos, mientras viven en una casilla precaria en el barrio San Lucas.

 

El caso

Desde la Fundación, Lilian Mercado contó a PRIMERA EDICIÓN que estos cinco hermanitos “un día la mamá los dejó y se fue. Los chicos quedaron a cargo de su hermano mayor”. Residiendo en un barrio muy humilde de Iguazú, indicó que “el problema es que ellos no tienen un lugar propio, sino que les prestaron una casita que tiene una pieza y duermen sobre un colchón en el suelo”.

En cuanto a las edades de los menores, señaló que “el más chiquito tiene cuatro años y la más grande de las nenas tiene 13. El hermano mayor tiene 18 años y es el que está a cargo de ellos, trabaja en un depósito hasta las 9 de la noche, todos los días”. Relató que este joven es el único sostén del hogar ya que “ellos no cobran ningún salario, por el hecho de que su mamá llevó todas las documentaciones y ahora tienen que tramitar todo de nuevo. El papel de la custodia, la tutela, está siendo tramitada para el hermano”.

Más allá de la asistencia brindada en lo social, aseguró que lo primordial es que vivan en buenas condiciones, “para evitar que sean separados”. En las visitas hechas a este espacio precario comprobaron que la situación no mejora y a nivel municipal “nadie se termina haciendo cargo del asunto”.

Para realmente conseguir una ayuda, resaltó la importancia de visibilizar este caso y todo lo que hace este hermano mayor por los más pequeños.

Para intentar conseguir respuestas, Lilian Mercado explicó que también contactó al intendente y al Gobierno para que se ocupen de esta familia, pero “hasta el día de hoy no hubo respuesta”.

Fue una vecina de estos chicos la que contactó a la Fundación Por la Sonrisa de un Niño para pedir una intervención en el caso y conseguir algún tipo de donación: “Los chicos caminan casi 15 cuadras para ir a un lugar que se llama Hogar de Día, donde desayunan y almuerzan. De ahí se van a la escuela caminando los 4 hermanos”.

Como se trasladan a pie y teniendo en cuenta el lugar donde viven, contó que “cuando llueve ya no pueden salir. El día que me fui a visitarlos, estaban sin gas y tienen los colchones sobre el suelo”.

Una hermana mayor de estos chicos, Emilia, también apareció para colaborar con su hermano a pesar de no residir actualmente con ellos en Iguazú.
Mercado relató que esta familia pasó por numerosas situaciones de violencia y la intención es que puedan estar bien y juntos. Por ello, de forma conjunta, los hermanos mayores están haciendo lo posible para resguardar las infancias.

Como parte de una movida solidaria “una vez que consigan un lugar, si se saben manejar, podrán salir adelante”, relató.

Para que cuenten con algún tipo de ingreso, explicó que “les vamos a ayudar a hacer todos los trámites para que ellos cobren la asignación”.

Más allá de los escasos recursos y las dificultades que afrontan, reiteró que algo primordial en este momento para esta familia es “que no los separen”.

Además, indicó que el lugar donde viven es prestado por un tío el cual “cada tanto les dice que tienen que irse. Lastimosamente, viven en medio de la humedad, en un monte, donde llueve y no pueden salir”. Por este motivo, desde la Fundación “queremos conseguirles un espacio físico”.