La violó y dejó encerrada, pudo escapar por una ventana y lo delató
El engaño macabro fue un domingo, la llamó al verla jugar en la vereda y le pidió que ingresara a su vivienda que iba a buscar dinero para que le hiciera el favor de ir a comprar un sobre de antiácido efervescente (“uvasal”) al almacén de la cuadra siguiente.
La niña se acercó pero no quiso entrar a la casa, de inmediato la fuerza del hombre de 52 años fue superior y la arrastró de un brazo hacia el dramático dormitorio, donde abusó de ella pese a los gritos e intentos por evitarlo.
Consumó el acto y escapó raudamente en su motocicleta, dejando encerrada y aterrada a la menor.
Desesperada tuvo la fortuna de poder forzar y escapar por una ventana. Sin ropa interior y con el resto de la vestimenta rota y en llanto se cruzó con su hermana mayor y el novio, quienes la pusieron a resguardo para que su madre pudiera minutos después denunciar lo sucedido.
Los análisis médicos confirmaron que el atacante no logró el acceso carnal, pero le produjo lesiones y se encontraron restos de su semen en la menor.
Esto ocurrió hace tres años en el barrio San Isidro, en la zona sur de Posadas. Y hace pocas horas tuvo un final judicial.
En juicio abreviado, evitó ser juzgado ante el Tribunal Penal 1 de la Primera Circunscripción luego que el acusado de “abuso sexual con acceso carnal en grado de tentativa y privación ilegítima de la libertad agravada por su comisión con violencia en concurso real” (artículo 119, tercer párrafo, 42, 142 -inciso 1- y 55 del Código Penal Argentino) reconociera su responsabilidad y aceptara seis años de prisión efectiva como autor penalmente responsable del delito contra la integridad sexual.
La propuesta fue realizada en audiencia de visu por el fiscal del Tribunal Penal 2 (por subrogación) Martín Alejandro Rau y comunicada junto al defensor particular, Ricardo de la Cruz Rodríguez, por videollamada al encartado en la Unidad Penal VI de encausados o procesados del Servicio Penitenciario Provincial.
El procedimiento a distancia se concretó respondiendo al protocolo dispuesto para frenar la pandemia mundial de COVID-19.
Tras la lectura y explicación de los alcances del acuerdo y el análisis del exordio acusatorio, el detenido reconoció su culpa y firmó la condena que será analizada ahora por los camaristas del Tribunal Penal 2, César Antonio Yaya, Carlos Jorge Giménez y Gregorio Augusto Busse.