Guillermo Francella habló sobre la creciente grieta entre actores en el contexto de la política argentina, señalando que “hay una crispación general que cualquier frase parece incorrecta”. En una conversación con Dante Gebel en La divina noche de Dante, el protagonista de El Encargado reflexionó sobre el clima actual en el mundo artístico, donde las opiniones políticas han generado divisiones más marcadas.
Francella recordó que, en sus inicios, era común que actores de diferentes ideologías compartieran momentos sin conflictos. “Yo era jovencito y al salir de estudiar teatro entraba a un restaurante y ahí me sentaba a comer con tipos de cualquier corriente ideológica y la vida seguía”, comentó. Sin embargo, ahora siente que cualquier expresión puede desatar polémica: “Con el advenimiento de las redes, cualquiera te puede insultar y ser protagonista de manera inmediata”.
Tras recibir críticas por sus comentarios sobre el gobierno de Javier Milei, Francella destacó su prudencia al hablar en público: “Yo me cuido mucho de lo que digo en las entrevistas; no podés hacer una demás”. Expresó su frustración ante la imposibilidad de emitir opiniones sin temor a represalias: “No debería ser así, espero que decante”.
En relación a su apoyo a la gestión actual, expresada en otras entrevistas, Francella mencionó que las medidas eran “más que necesarias” y que había una expectativa sobre cómo se desarrollaría la situación política. Sin embargo, sus declaraciones provocaron reacciones adversas entre colegas como Érica Rivas y Nancy Dupláa, quienes criticaron su postura. Rivas señaló que no le sorprendía el apoyo de Francella a Milei, mientras Duplá instó a ser más empáticos con aquellos que enfrentan dificultades en el ámbito cultural.
La tensión aumentó aún más durante la última ceremonia de los Martín Fierro, donde la crítica social a la gestión de la Libertad Avanza se llevó todo el protagonismo de la noche. En ella, tanto Luis Brandoni como Francella fueron los más criticados por sus colegas.
Francella se mostró “apenado” por las críticas recibidas y reafirmó su derecho a expresar sus opiniones, aunque reconoció la tensión existente: “Está esa crispación que vos mencionás, es la que hay, pero está todo bien”. A pesar del revuelo, afirmó haber hablado con algunos colegas sobre la situación sin profundizar en detalles.