Estacioneros advierten que podría haber quiebre de stock y faltante de combustible

El 2023 no está siendo un año fácil para las estaciones de servicio argentinas. Aumentos de precios mensuales que no alcanzan a empatar la inflación y el creciente uso de tarjetas de crédito, con sus comisiones y demoras en la acreditación de los pagos, pusieron al sector contra la cuerda.

La crisis de rentabilidad del sector amenaza con quebrar el stock de combustible y derivar en un tope de despacho por consumidor, al menos así lo adelantó el presidente de la Cámara de Estaciones de Servicio y Afines del Nordeste (CESANE), Faruk Jalaf, quien advirtió que de nuevo podría haber faltante de combustible, aunque sin llegar a la crisis de hace un año.

“Hay muchas estaciones que no están cubriendo sus costos operativos. El precio está un 30 o 40% menos de lo que debería”, marcó.

Además de lo anterior, explicó, que las petroleras disminuyeron el cupo de combustible que envían a las estaciones, justo cuando hay fuerte demanda del sector productivo por la zafra de la yerba mate.

“Disminuyeron la cuota mensual de las naftas y el Diesel porque dicen (las petroleras) que están con problemas de importación”, añadió.

Las palabras de Jalaf van en sintonía con la de otros referentes de los estacioneros, quienes apuntan que con los valores controlados, no hay incentivos de importación para abastecer el consumo que tenemos en Argentina.

“Si la empresa se va quedando sin combustible, va disminuyendo la entrega, Además, las petroleras empezaron a repartir el cupo de manera semanal. Es decir nos dan, por ejemplo, 150.000 litros, pero lo reparten en cuatro semanas, que no es lo mismo que recibirlo mensualmente. Por lo tanto, vos tenés que hacer lo mismo con los clientes”, explicó Jalaf.

En esa línea, hoy los estacioneros no garantizan el combustible para la demanda mínima del transporte y la logística. “La situación cada día es más grave”, lamentó.

“Precios Injustos”

El titular de la CESANE centró sus críticas al programa “Precios Justos”, que establece un “tope” de subas mensuales del 4% hasta agosto. “Nosotros le llamamos ‘precios injustos’ porque todo lo demás sube por la inflación el agua, la leche, la carne; todo acompaña el índice inflacionario, menos los combustibles”, apuntó.

Por último, descartó que el precio de los combustibles tenga un impacto significativo en la inflación. “Siempre dicen que si el combustible sube, los precios deben aumentar a la par, cuando realmente es una falacia, es una mentira. Los combustibles estuvieron congelados durante 10 meses seguidos y la inflación seguía creciendo igual”, concluyó.

Cuál es la situación de las estaciones de servicio en Misiones

Faruk Jalaf hizo un diagnóstico de la situación de las estaciones de servicio en la provincia. Si bien reconoció que el factor fronterizo favorece a muchas de ellas, aclaró que otras atraviesan por los mismos problemas que las del resto del país.

“Nosotros, dentro de todo, estamos relativamente un poco mejor porque en los sitios fronterizos se vende un poco más, entonces el promedio de la provincia se mantiene. Pero en el interior han caído las ventas porque Misiones tiene el combustible más caro y eso perjudica a las estaciones. Muchos optan por cargar lo mínimo en la provincia como para poder salir y después sí llenar el tanque en Corrientes o alguna otra provincia donde es más barato”, puntualizó el titular de la CESANE.

En ese contexto, agregó que quienes más sufren el cimbronazo son las estaciones chicas, que “no tienen la espalda” para cubrir sus costos operativos.

Jalak recordó que la diferencia de valores que hay entre Misiones y Buenos Aires es de un 25%, algo que, consideró, no tiene justificación.

“El flete de los combustibles es de un 5 o un 7 por ciento y hay una diferencia de 24 o 25 puntos. Así está la situación”, cuestionó.

Por último, sostuvo que las estaciones de servicio no son tenidas en cuenta a la hora de discutir políticas para el sector y criticó que esto ocurra.

“Siempre pedimos ser parte de esa mesa entre el Gobierno nacional y las petroleras, pero nunca nos convoca. Nadie conoce nuestra verdadera situación y tampoco nos dan la oportunidad de poder contarla”, cerró Jalaf en diálogo con este Diario.