El FMI justificó la suba del impuesto a los combustibles: dice que es clave para llegar al superávit fiscal
Una parte se utilizó pagar vencimientos de esta semana.
El Fondo ratificó así su apoyo al plan de ajuste de Javier Milei.
Mañana, vencen US$ 830 millones de intereses.
El Gobierno recibió este miércoles US$ 4.700 millones del Fondo Monetario Internacional (FMI), el primer desembolso destinado a la gestión de Javier Milei luego de que el organismo diera luz verde al acuerdo anunciado a principios de enero, en respaldo al plan de ajuste puesto en marcha para alcanzar el déficit financiero cero.
Por la noche, el organismo dio a conocer en un comunicado la aprobación de la séptima revisión del acuerdo vigente desde marzo de 2022, donde ratificó el cambio de metas, la extensión del programa hasta fin de año, junto con una «reprogramación» de los desembolsos.
En ese marco, el Fondo señaló que el superávit primario del 2% se apoyará en «el refuerzo de los impuestos sobre el combustible, junto con la reducción de los subsidios a la energía y el transporte, los costos administrativos y el gasto discrecional menos prioritario».
La declaración del FMI sobre los combustibles coincidió justo con que desde el jueves a las 00.00 horas rige un nuevo aumento de la nafta en torno a 11%.
El Ejecutivo destinó parte del desembolso recibido para cancelar compromisos de deuda con el organismo por US$ 1.950 millones que vencían este miércoles, mientras mañana vencen otros US$ 830 millones de intereses. De esa manera, las reservas subieron a US$ 27.600 millones, un aumento de US$ 2.500 millones.
Por otra parte, el BCRA tuvo que atender la demanda de US$ 300 millones por el acceso que tuvieron hoy los privados en el mercado de cambios, según estimó el economista Leandro Zicarelli. Eso llevó a que la entidad interrumpiera su racha compradora y cerrara la última jornada del mes con ventas por US$ 10 millones.
«Entró el desembolso y hubo pagos», confirmaron fuentes oficiales, en medio de la gira del jefe de Gabinete, Nicolás Posse, en Estados Unidos para lograr que el directorio del Fondo aprobara el acuerdo técnico firmado el 10 de enero. El Gobierno reflotó el programa que había descarrilado el año pasado por el incumplimiento de metas.
En aquella oportunidad, el ministro de Economía, Luis Caputo, aclaró que no era dinero nuevo, sino el desembolso que había quedado pendiente de la séptima revisión técnica que debía realizarse en noviembre pasado según el cronograma previsto en el programa vigente desde marzo de 2022.
El funcionario precisó que el ingreso de esos fondos serían destinados a devolver el préstamo de urgencia de la Corporación Andina de Fomento (CAF) en diciembre utilizado para cubrir un vencimiento de US$ 920 millones con el FMI, así como los pagos con el organismo de enero y abril.
Por el acuerdo con el Fondo, el Gobierno se comprometió alcanzar un superávit primario del 2%, eliminar la emisión monetaria para asistir al Tesoro y acumular compras por US$ 10.000 millones de reservas en 2024, una meta que ya cumplió en más de un 50% gracias al nuevo esquema de cupos a las importaciones.
El plan acordado contemplaba un ajuste de cinco puntos del PBI, un tercio del cual estaba atado al paquete fiscal previsto en la ley ómnibus. Pero ante el rechazo del Congreso, Caputo lo dio de baja y ahora busca compensarlo con un recorte de transferencias a las provincias, subsidios y del gasto jubilatorio.
En su último comunicado, el Fondo consideró que tanto la ley como el DNU, cuyo capítulo laboral sigue trabado en la Justicia, son medidas destinadas a sostener el plan de estabilización y crecimiento. El programa incluye la reforma de Estado, la privatización de empresas públicas y la suba de tarifas.
Todas esas medidas se espera que agraven la recesión y mantengan la inflación en los próximos meses. El FMI redujo ayer drásticamente las perspectivas de crecimiento de Argentina para 2024 y dijo que el país caerá en recesión hasta un 2,8%, mientras que pronosticó que la inflación bajará a un dígito recién a mitad de año.
Fuente: Clarín