Día del Colono Polaco: “Tuvo mucho que ver en el progreso de Argentina”

 Día del Colono Polaco: “Tuvo mucho que ver en el progreso de Argentina”

Hace un par de años, referentes de la colectividad en Apóstoles desgranaban algunos episodios claves por los cuales se los reconoce por ley y recordaban la llegada de los primeros contingentes de inmigrantes a Misiones

Desde hace 27 años, cada 8 de junio se conmemora en Argentina el Día Nacional del Colono Polaco, fecha reconocida por la Cámara de Diputados a través de la Ley 24.601 del 28 de diciembre de 1995.

Esta efeméride “es un reconocimiento al ciudadano de origen polaco por los aportes al progreso de la Nación argentina desde el tiempo de la Revolución de Mayo de 1810”, remarcan sus descendientes, recordando a los contingentes que comenzaron a llegar desde los inicios de nuestra Patria ubicándose en diferentes regiones.

En 2020, PRIMERA EDICIÓN dialogó al respecto con cuatro miembros de la Colectividad Polaca de Apóstoles: Facundo Sniechowski, Leonardo Tuzinkiewicz, Raúl Kosinski y su presidente, Juan Domingo Boyko, quienes rescataron la historia de esta fecha histórica.

“Es un éxito que se logró con Julio Humada como senador, siempre él decía que añoraba su pueblo y su amistad con los que integraban el Club Unión lo llevó a mandar a estudio la ley y logró que la presentaran con argumentos y hechos, porque no queda solamente para celebrar el día: es parte también de familias de la historia de Apóstoles, pero desde luego tiene que ver con los inmigrantes que poblaron el territorio argentino y forjaron el progreso en diferentes ámbitos, llevando un avance importante a la agricultura y la ciudadanía en la Argentina”, manifestó Boyko.

Por su parte, Sniechowski precisó que “en 1995 se establece una ley para reconocer al ciudadano polaco, más allá del colono como inmigrante o agricultor, que forma parte del progreso argentino. Esto hace reconocer con los archivos de referentes polacos que estuvieron con libertadores argentinos, como San Martín y Belgrano”.

A esto, apuntó Boyko: “Son datos de 1812, ahí se fue formando el ejército con San Martín, Belgrano, es más, el Triunvirato acepta a un oficial polaco en el Ejército, también en Los Andes y a lo largo de la historia, como país y nación, los polacos estaban involucrados”.

 

Los pioneros
Ocho de los once cabezas de familias del primer contingente que llegó en 1897
a Misiones: Matías Bednas, Alberto Schesni, Juan Makzimowitz, Nicolás Ulisley, Tomás Winnik, Juan Koslowski, Teodoro Pesmenny y Miguel Apichany. El
primero, el segundo, el tercero y el sexto, de origen polaco; el resto, ucranianos.

En 1897, un grupo de 14 familias (120 personas) provenientes de Galitzia, territorio del Imperio Austrohúngaro repartido hoy entre Polonia y Ucrania, que se dirigían a Estados Unidos, por falta de documentación deben optar entre regresar a sus pueblos rurales de origen o emprender otro destino. El cónsul argentino en Trieste les ofrece tierras para colonizar en su país y aceptan.

El 8 de junio desembarcan en el Hotel de Inmigrantes de Buenos Aires varias familias polacas, ucranianas y un ciudadano italiano, quienes luego emprenden viaje remontando el río Uruguay hasta las cercanías de Garruchos (Corrientes) y llegan hasta Apóstoles, donde los recibe el gobernador del Territorio Nacional de Misiones, Juan José Lanusse.

La mayoría de ellos se afinca allí, aunque un pequeño grupo, a mediados de agosto de 1900 se traslada a unos 20 kilómetros más al Sur, donde al año siguiente, el 21 de julio de 1901, se funda Azara.

“En 1897 fue el primer contingente organizado, después en 1899 el segundo contingente, en 1901 en Apóstoles ya teníamos por ejemplo la emblemática Cruz de los Milagros (hoy capilla histórica), la Iglesia San Pedro y San Pablo en construcción, el Club Unión, el primer monumento de la Independencia Polonia, o sea que era una colectividad fuerte y para nada improvisada”, remarcó Sniechowski”.

No obstante, aclaró, “costó mucho hacer la inmigración: Lanusse tenía buen contacto con el cónsul polaco y fue clave. La mensura e historia de Apóstoles data de 1895, Queirel como visionario a nivel nacional tuvo mucho que ver con el modelo de repartija de chacra. Fue importante lo que diagramaban los jesuitas, después siguieron trabajando brasileros y criollos, no con la pujanza de los jesuitas, pero se mantuvieron. Sin embargo, el plan de inmigrantes de Sarmiento data de 1880. La idea del presidente de entonces y de Lanusse era copar la región, poblando con las tierras para defender territorio argentino de los brasileros entre otros”.

Raúl Kosinski, referente del ámbito yerbatero hoy en día, recuerda que “en esos inicios se tuvo algunas objeciones: empezaron a decir que hay polacos, ucranianos, alemanes, pero por aquel entonces el rubio era polaco. La mayor parte del trabajo tuvo que ver con los precursores polacos. Se cuenta que cada uno quería un poco de bañado, que tenía más valor, porque así tenían sus propias plantaciones de arroz y un pedacito para el maíz, la mandioca”.

“Hay un registro en la Municipalidad (de Apóstoles) de que se recuperó todo lo que se les daba: herramientas, bolsas de maíz, palas, azadas y capital de trabajo. Luego de obtener la experiencia necesaria, salieron adelante pese a las altas temperaturas y los insectos. Los inicios fueron difíciles, pero muy lindos”, remarcó.

Leonardo Tuzinkiewicz comentó sobre el sector productivo como heredero de una familia de inmigrantes en las chacras: “Venían y se instalaban en las tierras que se les daba y ayudaban a construir un galpón. Se rotaban entre vecinos para que todos tengan. Mi papá Branislao, nacido en 1906, y mi mamá Antonia Pezuk, en 1920, tuvieron siete hijos. Siempre trabajaban en la chacra y mi mamá también con las tareas de la casa. Se criaba gallinas, gansos y los infaltable chanchitos y vacas”.

 

Referentes polacos

El escritor Estanislao Pyzik, en su libro “Los polacos en la República Argentina”, registra que el primer ciudadano de origen polaco registrado en el año 1812 en los Archivos de la Nación es el cabo Manuel Zatocki, perteneciente al Regimiento Nº2 del Ejército Libertador Argentino. Luego le siguieron Antonio Mierz, teniente 1º del Regimiento Nº9 (1814), el coronel general Antonio Belima-Skupieski (llegó a Buenos Aires en 1817) y el sargento mayor Juan Valerio Bulewski, al servicio del Ejército Nacional (1919).

A mediados del siglo XIX es destacable la labor del teniente coronel Teófilo Iwanowski, jefe del Regimiento 3 de Infantería (el actual Regimiento de Infantería Mecanizado 3 General Belgrano), quien recibió la Medalla de Oro por su desempeño en la Guerra de la Triple Alianza.

También el ingeniero militar y topógrafo Jordan Wysocki, quien desarrolló numerosas tareas de planificación, como el proyecto del Parque Tres de Febrero (Parques de Palermo) en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y de la Isla Martín García, encomendada por el entonces presidente Domingo Faustino Sarmiento.

Nota publicada por PRIMERA EDICIÓN el 8 de junio de 2020

 

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