Este martes por la tarde, el primer piso del centro comercial ubicado en Bolívar y San Lorenzo fue el epicentro de una acalorada y tumultuosa queja de varios padres de alumnos de colegios primarios y secundarios beneficiarios del Boleto Estudiantil Gratuito (BEG), el cual al parecer dejó de funcionar a raíz de una falla en el sistema informático.
Lo más grave de este inconveniente técnico es que los choferes de colectivos bajaron a los chicos de las unidades al no poder pagar el correspondiente pasaje, pese a tener en la tarjeta SUBE el beneficio del boleto gratuito, según contaron los padres de los chicos que pasaron este desagradable momento.
Esto alteró de sobremanera los ánimos y muchos fueron a increpar a la oficina central de la SUBE, ubicada en el centro comercial antes mencionado.
Allí, las personas que atendían en el local hicieron caso omiso del reclamo de los padres y solo se escudaron en decir que “el problema no era de ellos”; y si tenían algún reclamo “está a su disposición el libro de quejas”.
“Son dueños de un sistema monopólico del cual somos rehenes y nunca ofrecen soluciones a los usuarios”, remarcó con dureza uno de los padres.
Mientras que una madre ofuscada fue más allá y añadió: “No sólo nos quedamos atrapados acá en Posadas, Candelaria y Garupá con el invento del sistema integrado de transporte, sino que ahora ya fueron a monopolizar a Oberá y van por más ciudades misioneras a tomarlas de rehenes como a nosotros”.
El altercado no pasó a mayores. Sin embargo, y pese al correspondiente descargo en el libro de quejas, no se supo a ciencia cierta si el problema se solucionó ni si en la jornada de este miércoles los chicos beneficiarios del BEG podrán viajar tranquilos y sin tener que bajar de las unidades.
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