Caso Kiczka: elevaron a juicio la causa por tenencia de Masi

 Caso Kiczka: elevaron a juicio la causa por tenencia de Masi
El exdiputado Germán Kiczka y su hermano Sebastián Kiczka están detenidos desde agosto pasado. Sebastián también está imputado por un caso de abuso

A poco de cumplirse cinco meses de la detención del exdiputado Germán Kiczka y de su hermano Sebastián Kiczka, por la causa de pedofilia que mantuvo en vilo a toda la provincia el año anterior, en las últimas horas el expediente que investiga el caso registró una última novedad de relevancia, que deja a los hermanos más cerca de ser juzgados.

Mediante fuentes judiciales, El Territorio pudo saber que la novedad está relacionada con la confirmación de elevación a juicio que resolvió el Juzgado de Instrucción Cuatro de Apóstoles, a cargo del magistrado Miguel Ángel Faría, por los cargos de tenencia y distribución de material de abuso sexual infantil -Sebastián sumó la imputación de abuso sexual-.

En tanto, la novedad judicial fue notificada a las partes esta última semana, sin tener oposición de las defensas que representan a los imputados. De esta forma, el caso de los Kiczka fue elevado a juicio con los cargos que había solicitado en las primeras semanas de diciembre la fiscalía de Apóstoles, representada por la letrada Silvia Barronis.

Ahora, sólo resta fijar fecha de debate oral por parte del Tribunal Penal correspondiente, que juzgará la responsabilidad de los Kiczka sobre los aberrantes delitos destapados en los últimos días del pasado agosto, pero con el inicio de investigaciones desde comienzo del año, a partir de una pesquisa nacional para combatir el delito de pedofilia.

Investigación nacional

Como informó este medio, el caso se conoció en febrero del último año, cuando se desplegaron nueve allanamientos en Argentina que estuvieron a cargo del Cuerpo de Investigaciones Judiciales del Ministerio Público Fiscal de Caba y agentes de la División Delitos Cibernéticos Contra la Niñez y Adolescencia del Departamento Ciberdelitos de la Policía Federal.

El objetivo fue identificar a víctimas menores de edad de abuso sexual y secuestrar material incriminatorio. También participaron las autoridades de otros países de la región como Guatemala, El Salvador, Honduras, Costa Rica, República Dominicana, Colombia, Ecuador y Perú.

Según comunicaron desde el Ministerio Público Fiscal de la ciudad de Buenos Aires en su momento, el caso se inició el 16 de enero, a partir de la colaboración con la Coalición de Rescate Infantil (Child Rescue Coalition) y el Centro Internacional para Personas Desaparecidas y Niños Explotados (Icmec, por sus siglas en inglés).

Estos organismos detectaron a través del monitoreo de redes P2P, la existencia de varios usuarios en la República Argentina que habían distribuido material de abuso sexual infantil con otros usuarios de varios países del mundo.

En consecuencia, el personal técnico especializado de la mencionada división del PFA, realizó diversas tareas de campo para establecer la identidad y el paradero de los involucrados. Además, utilizaron un software especializado para el diagnóstico, selección y clasificación de pruebas digitales.

De esta manera, se determinó que ocho usuarios, dos de ellos localizados en la Ciudad de Buenos Aires, cuatro en la provincia de Buenos Aires (ubicados en Pilar, Rafael Calzada, Villa Luzuriaga y Villa Adelina) y otros dos en las provincias de Misiones (Apóstoles, en ese caso se referían a Sebastián y su padre, que vivían juntos) y Tucumán, distribuían material pornográfico en cuestión.

Allanamientos y detención

Caso Kiczka
Sebastián fue detenido un día después que su hermano, cerca de Apóstoles.

Respecto a la detención de los Kiczka, este medio pudo saber que se realizó a partir de lo hallado en aparatos electrónicos incautados el 28 de febrero en el domicilio del barrio Illia, donde vivía Sebastián. Allí se halló material explícito de abusos sexuales de menores registrados.

“Solicito que se proceda a la detención de los señores Germán Kiczka y Sebastián Kiczka con los fines de recepcionarle declaración indagatoria con todas las garantías de ley y se les impute la distribución a personas no individualizadas de seiscientos tres (603) archivos multimedia con contenido de explotación sexual infantil, observándose en todos ellos a niños y niñas de muy corta edad, algunos de los cuales a simple vista se advierte que no alcanzan los 13 años de edad, siendo abusados sexualmente mediante diferentes prácticas”, describió Barronis.

Según la resolución a la que tuvo acceso El Territorio, habían secuestrado una computadora y un celular con tarjeta de memoria. Esos dispositivos se abrieron en mayo y se determinó que la computadora pertenecía al diputado y el teléfono a Sebastián.

La notebook es una Acer que tenía como usuario “Germán”, entre otros elementos que no dejan dudas que le pertenecían al funcionario. Si ese aparato no estaba allí, ¿podrían los pesquisas establecer la relación del diputado con la causa?

Lo cierto es que la Secretaría de Apoyo para las Investigaciones Complejas (Saic) del Poder Judicial encontró elementos tan explícitos como repudiables. Se consigna que en su escritorio había una carpeta llamada GERMN PIC, que que a su vez contenía varias subcarpetas donde fueron hallados materiales de abuso sexual infantil y un video de una adolescente de 16 años.

También hallaron instalado el programa eMule, que permiten a los usuarios compartir archivos directamente entre sí sin necesidad de un servidor central.

Esto permite que pueden buscar, descargar y compartir archivos dentro de la red y muchos la comparan con el Ares, que se usaba para bajar y compartir música, aunque en este caso utilizado para motivos muchos más perversos.

Esa aplicación tenía como usuario “Germán” y en la carpeta creada por defecto había dos carpetas con material de abuso sexual infantil (llamado también Masi), imágenes de zoofilia y con menores que se presumen tenían menos de 13 años.

Por su parte, el hermano del diputado tenía muchos chats de WhatsApp atribuidos a él en lo que se refería a que tuvo encuentros con menores de edad. “Yo me bajé una app para ver nenitas.. 12 años”, “quiero la de 14, no sé como siempre zafo, mirá que me c+++ menores eee”, se extrajo. También le contó a un contacto que estaba con una vecina de 5 años y que le iba “a esperar 5 años”.

Fuente El Territorio

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