Bernardo de Irigoyen y San Antonio sin cambios en los controles migratorios
Ambos municipios fronterizos de Misiones confirmaron que el protocolo para el cruce de extranjeros, tanto para ingresar como salir del país vecino, no sufrió modificaciones.
El cambio en el trámite para el ingreso y salida de extranjeros que estableció la Policía Federal de Brasil en el Puente Tancredo Neves, en Foz de Iguazú, encendió la alerta en municipios fronterizos de Misiones ante la posibilidad de modificaciones en los controles migratorios del vecino país.
En este contexto, fuentes de Bernardo de Irigoyen y San Antonio confirmaron a PRIMERA EDICIÓN que por el momento “no hubo ninguna novedad por parte de las autoridades brasileñas” y que “todo sigue igual”.
El intendente de Bernardo de Irigoyen, Guillermo Fernández, manifestó a este Diario que “del lado argentino todos los que cruzan la frontera por el puesto de control deben hacer el trámite de ingreso y salida”, no obstante observó que como se trata de una frontera seca muchos vecinos “pasan caminando”.
A todo esto confirmó que no hubo ninguna novedad con respecto a los protocolos dispuestos por la Policía Federal en esta localidad que limita con el municipio brasileño de Dionísio Cerqueira.
“Nosotros tenemos controles del lado argentino, para todos los que cruzan, no importa que sea de tránsito vecinal fronterizo, si cruzo a Brasil tengo que hacer Migraciones”, aclaró.
En este contexto, indicó que la preocupación en Irigoyen es de cara a las vacaciones de verano cuando se arman extensas filas y se producen demoras por la gran cantidad de turistas que viajan hacia las playas del sur de Brasil.
“Es muy chica la infraestructura que tenemos en el centro de frontera y hay demoras, necesitamos más carriles de entrada y salida, habilitar más casillas y mejorar la infraestructura”, describió.
Por este motivo, reveló el alcalde, “se hizo un pedido a nivel nacional que se presentó en la Cámara de Diputados para mejorar y agilizar el tránsito vecinal fronterizo”.
Fernández comentó que por este tema días atrás se reunieron con funcionarios provinciales y destacó que “el gobernador (Oscar Herrera Ahuad) siempre está gestionando para ponerle más tecnología a las Aduanas y que así podamos cruzar más rápido”.
Describió que en estos momentos el mayor flujo en esta frontera se da por parte de brasileños que cruzan para realizar compras en la ciudad más oriental del país.
“En las horas pico se arman filas, le felicito a Migraciones porque ellos hacen lo que pueden a pesar de la falta de infraestructura que tenemos. El problema en esta frontera empieza cuando llegan los turistas, ahí se arma un cuello de botella y se demora todo. La gente se enoja un poco, nosotros tratamos de atenderle de la mejor manera posible, pero es muy chiquita la infraestructura y muchísima la cantidad de gente que cruza”, advirtió.
Frontera seca en San Antonio
De igual manera el intendente de San Antonio, Fausto Rojas, municipio que limita con Santo Antonio (Brasil) y cuya frontera está abierta para el paso peatonal y vehicular, apuntó que las autoridades “muy raras veces solicitan documentaciones a los vecinos, aunque sí suelen controlar”.
Consultado sobre la posibilidad de que se haga extensiva la medida que se aplicó en Foz de Iguazú, la cual generó demoras en el cruce, Rojas consideró que “a veces también pasa eso acá”.
“Generalmente los sábados cuando vienen los brasileños para hacer compras se arman filas”, detalló.
En consonancia, el presidente de la Cámara de Comercio de San Antonio, Miguel Silva Dico, expresó que “estamos en una frontera seca de 30 kilómetros”.
“En la Aduana no nos piden nada a los vecinos, esta situación es más obligatoria para el turista, que tiene que bajar y hacer su entrada o salida del país, pero acá el movimiento turístico es muy acotado”, explicó.
Polémica en Foz de Iguazú por trámite migratorio en Brasil
Cabe recordar que a partir del sábado pasado los extranjeros que quisieron pasar por Foz de Iguazú se encontraron con filas más largas de lo normal para acceder a los mostradores de Migraciones de la Policía Federal (PF) donde ahora tienen que registrar la entrada o salida del territorio brasileño.
En una nota, la PF informó que el cambio se debe a la estandarización de los procedimientos de inspección y migración, cumpliendo con la normativa vigente en Brasil. En consecuencia, ahora se exige que toda persona que venga a Puerto Iguazú, o regrese al país vecino, debe bajarse de sus vehículos (buses, camionetas, colectivos de turismos o motocicletas) y pasar por Migraciones.
La situación generó quejas de operadores de turismo brasileños quienes cuestionaron que todos los pasajeros fueran obligados a bajar y que solo dos agentes estuvieran trabajando en los mostradores. La demora, según trascendió, sería de más de dos horas, con gran malestar para quienes deben someterse al procedimiento.
Según palabras del delegado de la Policía Federal, Marco Berzoini Smith, y la jefa del sector de Puente de la Amistad y Tancredo Neves, Bibiana Orsi, a partir de las próximas semanas sumarán más personal para asistir a los turistas en el proceso migratorio de ingreso y salida por las fronteras de Argentina y Paraguay.
Asimismo, recordaron que para agilizar el servicio se puede utilizar el formulario de preinscripción del Sistema de Migración en Línea, disponible desde marzo a través del sitio web de la Policía Federal, para viajeros nacionales de Brasil, Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay, salvo salida de menores brasileños del país.
La historia de siempre
En épocas estivales son habituales las largas filas para cruzar de Posadas a Encarnación, como así también los pasos fronterizos de Iguazú, Paso Rosales y Bernardo de Irigoyen para cruzar a Brasil.
Los diputados provinciales Rafael Pereyra Pigerl y Martín Cesino presentaron un proyecto en la Legislatura misionera que tiene como premisa acompañar las gestiones hechas por el Gobernador ante la Nación para que tome cartas en el asunto. En este apartado, se destacó que sería positivo “imitar a Brasil” con la implementación del código QR para el ingreso y egreso.
Fuente: Primera Edición
