Fueron al establecimiento educativo dos supervisores, Raúl Areco y Juan Eduardo Montiveros, e hicieron el informe luego de hablar con los testigos.
También se pidió el informe circunstanciado al departamento jurídico donde se precisan las circunstancias del hecho. Según fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN, ambos documentos fueron reportados al CGE y ahora el Departamento de Jurídicos de ese organismo deberá evaluar y dictaminar en consecuencia.
Ese dictamen sentará la base de la posterior resolución del CGE, que puede disponer el inicio del sumario administrativo contra el docente a cargo del taller al momento del accidente e incluso su separación preventiva del cargo.
El inicio del sumario contra el docente podría resolverse en la próxima semana y es muy probable que se decida también la separación preventiva de su cargo.
Conducta negligente
Según indicaron desde el CGE, la policía Científica hizo un relevamiento y peritaje en el taller de la escuela y, obviamente, canalizó su actuación a través de la Justicia. En la actualidad la causa está a cargo del doctor Miguel Farías, del Juzgado de Instrucción Nº 4 de Apóstoles. “Estaremos muy atentos a lo que determine la Justicia”, anticiparon desde el cuerpo colegiado.
Aunque desde el CGE no quieren anticipar conclusiones antes del inicio del sumario administrativo contra el docente, quien tendrá oportunidad de dar su versión de los hechos, las fuentes consultadas opinaron que “por lo menos podemos hablar de negligencia, por el lugar donde se estaba trabajando y las herramientas que se estaban usando para abrir un tambor con potencial riesgo de combustión”.
El proceso de sumario incluye la convocatoria a testigos y el testimonio de los potenciales responsables que tendrán derecho a su legítima defensa.
Triste adiós
Vecinos, compañeros, amigos, docentes, funcionarios municipales y provinciales se acercaron ayer a dar el último adiós a Luis Bojcho, quien falleció luego de estar diez días en estado crítico en terapia intensiva en el Hospital Madariaga. Ayer, cerca de las siete de la mañana, su cuerpo fue trasladado a la localidad de Azara donde fue velado en el domicilio familiar.
Aquel martes 30 de agosto, Luis fue trasladado sin demora al Madariaga poco después del accidente, el propio director del Hospital de Apóstoles lo acompañó en la ambulancia que envió el ministro de Salud Pública segundos después de enterarse de lo sucedido. Ingresó con fractura de cráneo y un traumatismo severo de cráneo por lo que se le realizó una craneotomía para descomprimir el edema cerebral. Desde el primer minuto fue conectado a asistencia respiratoria mecánica.
A mediados de esta semana, se le realizó una nueva resonancia magnética nuclear que mostró compromiso isquémico múltiple. Además, debido a los registros de hipertensión endocraneana, se le hizo una segunda craniectomía descompresiva. Pese a todos los intentos de los profesionales de la salud, su cerebro ya se presentaba muy comprometido. Su familia permaneció a su lado cada minuto de este calvario, pese a la delicada salud de su papá.