Iguazú Jungle construye un catamarán y un hotel con puerto propio para potenciar el turismo náutico
Con una importante inversión que ronda los cinco millones de dólares, Iguazú Jungle avanza con un proyecto turístico que combina la construcción de un moderno catamarán de 250 pasajeros y el desarrollo de un hotel con puerto propio sobre el río Iguazú.
En diálogo con Radio Yguazú Misiones, Alejandro Arrabal propietario de Iguazú Jungle, señaló que el emprendimiento, que se encuentra en su última fase de obra, integra distintas etapas de inversión: desde la fabricación del buque hasta la infraestructura de apoyo en tierra, que permitirá potenciar el uso recreativo del río y promover actividades deportivas, recreativas y comercial tanto para visitantes como para los propios vecinos de la ciudad».
El catamarán, construido en el astillero de San Fernando (Buenos Aires), se encuentra en etapa de inspecciones previas a su botadura, por parte de la Prefectura Naval Argentina. Una vez completadas las pruebas de navegación y certificaciones, se estima que la embarcación podría llegar a Iguazú entre los meses de enero y febrero de 2026.
En cuanto a las características del mismo, Alejandro comentó que es: de tipo “catamarán”, el barco cuenta con tres cubiertas. La principal tiene capacidad para 185 pasajeros, con un salón cerrado al estilo restaurante, equipado con mesas, butacas, sanitarios accesibles, barra, cocina de despacho y dos balcones. La segunda cubierta es semi cubierta, pensada para diferentes tipos de eventos y equipada con sistemas de audio, iluminación, pantallas y proyectores. En tanto, la cubierta superior funcionará como terraza de sol, ideal para disfrutar del paisaje durante la navegación. En total, el buque podrá transportar hasta 250 personas, incluyendo tripulación y personal de servicio.
Con respecto al puerto del hotel, indicó que «no se trata de un puerto con bajada de lanchas, sino de instalaciones diseñadas para el embarque y desembarque de pasajeros, que se integrarán al entorno natural del río».
El proyecto del hotel, gestado hace más de 10 años, avanza “ladrillo a ladrillo”, «con la puesta a futuro de que una vez terminado funcione como un resort con actividad orientada a lo que nosotros hacemos, es decir, actividad náutica», concluyó Arrabal.
