Bajante del río originó pequeñas playas y atrae a vecinos de la zona
Lugareños realizan caminatas recreativas. Desde el Club de Pesca de Montecarlo señalan que aún está habilitada la navegación, pero advierten el riesgo de los pedregales
La sequía y el bajo caudal de los ríos golpea con fuerza en el país y en provincias como Misiones. La situación afecta al agro y la navegación y, por consiguiente, impacta en la economía y el transporte de productos agrícolas.
El drama, en tanto, deviene un registros históricos para lugares como Montecarlo. La bajante del río Paraná originó pequeñas playas de arena e incluso casi se puede llegar a pie hasta la isla Caraguatay, que se encuentra enfrente. La llegada, en tanto, aunque sea un trecho corto, es con canoa.
La bajante se hace notar en Montecarlo y para muchos despertó la curiosidad de llegar lo más cerca posible de la isla Caraguatay o las costas paraguayas, dado que limita con Ápe Aime, municipio de Paraguay.
El descenso de las aguas llegó a tal punto que quedaron en la superficie los pedregales detrás de la isla conocido como el Campestre. Se armaron pequeñas playas de arena, lo que hace que principalmente vecinos de la zona se animen a visitar la zona bordeando el río o atravesando barrios costeros como Malvinas.
Desde la Prefectura Montecarlo hasta la isla Caraguatay hay aproximadamente cinco kilómetros y medio de distancia. La bajante permite llegar hasta frente a la isla por la costa caminando, dependiendo el caudal del arroyo Bonito que tiene desembocadura en el Paraná.
Raúl Radke, presidente de la comisión del Club de pesca, contó: “Tenemos un grupo de WhatsApp donde están la mayoría de los socios, se les va pasando un mapa marcando hasta las piedras nuevas que se van detectando. Hay navegación, así como está el río ahora, la mayoría conoce la zona, al menos la gente que baja por acá, la zona más complicada es el Bairuzú y El Roberano (cerca de El Alcázar) y la punta dela isla”.
Si bien la bajante es importante y es posible llegar a hacer caminatas recreativas en la zona del Campestre y costas del río Paraná, esta situación no afecta la provisión de agua en la localidad, teniendo en cuenta que se extrae agua de los arroyos Caraguatay e Itacuruzú también algunas zonas se abastece de pozos perforados. Igualmente se sigue avanzando con la obra de la toma de agua desde el río Paraná, que está en su última etapa.
“La bajante del río no afecta directamente nuestro sistema de agua, ya que nos aprovisionamos de arroyos y de pozos perforados. Nos afecta la falta de lluvias que provoca escaso caudal de los arroyos y disminución en la producción de los pozos. La fuente principal es del Itacuruzú y la alternativa en el Caraguatay”, explicó el gerente de la CEML, Esteban Strieder.
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Punta Mesco lleva su nombre porque un barco encalló en ese lugar, comentan los baqueanos de la zona hoy se conoce por Campestre. Dicen que de tanto tiempo que bajó el río, quedó verde de vegetación y se lo llamó Campestre.
Hoy es el lugar elegido por vecinos de Montecarlo y la zona para llegar lo más cerca posible a la costa paraguaya y tener una vista imponente de la isla Caraguatay. Se puede llegar atravesando el barrio Malvinas, pasando una zona de viviendas de intrusión y luego caminar unos 200 metros por unos trillos en el monte, hasta llegar a la costa del río donde empieza la travesía sobre las piedras.
Para muchos curiosos, el famoso Bairuzú suena tentador, pero no es recomendable para quienes no conocen la zona. Es un remolino peligroso, que según cuentan los pobladores se tragó hasta barcazas. La alteración sobre el río se forma cerca de la isla Caraguatay.
“Se puede llegar al Bairuzú, no es recomendable para la gente que no conoce que haga navegación sin el cuidado necesario porque el río está bajo, tiene que ser un navegante avanzado o conocedor. Porque en el canal se puede en la zona del Roberano se puede encontrar con piedras y romper la embarcación”, explicó Ramón Sorondo pescador y conocedor del Paraná.
Fuente: elterritorio