Un cierre de exportaciones de carne no bajará la inflación , advierte la FADA
NOTICIAS ARGENTINAS BAIRES MAYO 18: ARCHIVO- La Comisión de Enlace de Entidades Agropecuarias convocó esta mañana a un «cese de comercialización» de carne desde este jueves y por una semana, en rechazo a la suspensión de las exportaciones dispuesta por el Gobierno. Foto NA: PABLO LASANSKY
El cierre de las exportaciones no bajará los precios de la carne ni la inflación, advirtió hoy el economista jefe de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA), David Miazzo.
Recordó, además, que «la cadena de la carne vacuna para exportar moviliza miles de empleos y vuelve con inversiones a las distintas zonas del país».
«El freno a las exportaciones de carne vacuna no bajará la inflación. Porque la inflación no se origina en el precio de la carne, se origina en la emisión monetaria. No sólo sube el precio de la carne, suben todos los productos y servicios de la economía», sostuvo el especialista.
Además, advirtió: «No tenemos un problema de precios, tenemos un problema de moneda, cada vez se necesitan más pesos para comprar la misma cantidad de carne, nafta o tomates».
Por su parte, Natalia Ariño, también economista de FADA, en un análisis advirtió que «con la suspensión de las exportaciones de carne de vaca ponemos en riesgo miles de empleos».
Destacó que «la cadena de la carne de vaca genera más de 400 mil empleos. El cierre de las exportaciones pone en riesgo a más de 100 mil familias, que son los puestos de trabajo relacionados al circuito de exportación. En un contexto donde la pobreza en Argentina alcanza al 42% de la población».
Miazzo, en tanto, sostuvo que la medida del Gobierno supone «mismos precios con menos empleo y menos inversiones. Frenar las exportaciones de la carne terminan en un efecto contrario. La inflación y una menor producción de carne harán que los precios terminen subiendo igual».
Para Miazzo, «las intervenciones sobre las exportaciones pueden bajar los precios de la carne en el corto plazo, pero no en el mediano plazo. Es decir, vamos a tener los mismos precios, pero menos producción, empleo, inversión y exportaciones».
Precisó que «la cadena de carne bovina genera más de 3.000 millones de dólares anuales en exportaciones y 400 mil empleos, de los cuales 100 mil se generan en el circuito de exportación».
FADA recordó que «en 2006 se cerraron las exportaciones de carne vacuna, en un principio por 180 días, pero terminaron intervenidas por 9 años».
Y dijo que el precio «igual subió, el kilo de asado pasó de 2,70 dólares en 2006 a 8 dólares en 2012, hoy vale 6,80 dólares».
Nicolle Pisani Claro, también economista de la Fundación, añadió: «Nos alcanza para abastecernos, y a la vez, exportar. En el contexto de la suspensión de exportaciones a la carne, cabe aclarar que Argentina no tiene un problema de abastecimiento al mercado interno. Consumimos, 48 kilos de carne vacuna por persona, por año, pero a su vez, exportamos el 29% de la producción».
«El problema es el acceso al consumo de carne vacuna, por falta de generación de empleo e ingresos, con pérdida de poder adquisitivo», manifestó.
Además, señaló: «El cierre de las exportaciones es lo opuesto a lo que necesitamos para salir adelante. El problema de Argentina no es que la carne y otros productos estén caros, sino que los argentinos no podemos pagarlos. Venimos perdiendo poder adquisitivo desde el 2018, como consecuencia de la caída de la economía, la inflación y la devaluación. Lo que necesitamos es generar más empleo, actividad económica e inversiones».
En un estudio de los economistas de FADA se registra que la carne tiene un precio promedio de $531 por kilogramo, de los cuales la cría representa $158 (30%), el feedlot $141 (27%), el frigorífico $35 (6%), la carnicería $47 (9%) y los impuestos $149 (28%).
El maíz, alimentación del animal, representa el 15% del precio del novillo y 11% del kilo de carne al mostrador.
«Cuando se analiza la participación de cada eslabón, es importante destacar que, si bien la cría del ternero representa el 30% del precio, hay que tener en cuenta que es la etapa de la cadena más costosa por el tiempo que se requiere para tener listo un ternero», aclaró Ariño.
De los impuestos que tiene la cadena, el 75% son nacionales (impuesto a las ganancias, IVA, a los créditos y débitos), 20% provinciales (inmobiliario rural, ingresos brutos) y 5% municipales (a la industria y comercio y tasa vial).
El impuesto a las ganancias y el IVA, son los de mayor participación, que en conjunto representan el 65% de los tributos totales.
Si se analiza toda la cadena de carne bovina, desde la cría hasta el comercio, el 65% son costos de producción, 28% impuestos y 7% el resultado económico, sobre el precio del kilo de carne.
