Santo Tomé bajo el agua: más de 400 mm de lluvia en una semana y más de 200 asistencias por desbordes
Las intensas lluvias que azotan a Santo Tomé desde el lunes provocaron un colapso generalizado en varios sectores de la ciudad. En apenas tres días, cayeron cerca de 400 milímetros de agua, dejando como saldo calles intransitables, barrios anegados, más de 200 intervenciones de emergencia y decenas de familias afectadas. El panorama es desolador, y lo peor: aún no cesan las precipitaciones.
“Esto no lo vimos nunca”, dice con angustia una vecina del barrio Centenario, mientras intenta resguardar sus pertenencias del agua que ya le cubre los tobillos dentro de su vivienda. El barrio es uno de los más comprometidos, al igual que zonas como Caá Guazú, las chacras 44 y 45 y el paraje La Curtiembre.
Según los registros municipales, el lunes cayeron 60 milímetros, el martes se registraron 164 mm y el miércoles otros 173 mm. Estas cifras récord provocaron que el arroyo Picardía se desbordara y generara el colapso estructural del puente sobre la avenida Artigas, uno de los principales accesos de la ciudad. La calzada cedió bajo la presión del agua y las imágenes del asfalto hundido y las barandas retorcidas revelan la magnitud del daño. El tránsito permanece interrumpido desde hace dos días.
Mientras tanto, el río Uruguay continúa en ascenso, con una marca de 6,92 metros según Prefectura Naval Argentina, y crece la preocupación por posibles evacuaciones masivas en sectores ribereños.
Las cuadrillas de Obras Públicas trabajan de forma ininterrumpida, desplegando maquinaria pesada y herramientas manuales para liberar desagües, contener el avance del agua y asistir a los vecinos. Algunas familias decidieron autoevacuarse, otras esperan ayuda en condiciones precarias, refugiadas en los pocos espacios secos que quedan en sus hogares.
El municipio emitió un pedido a la población para evitar circular por zonas afectadas, especialmente en cercanías del puente colapsado. A su vez, se solicita colaboración con donaciones de alimentos, ropa y elementos de limpieza para las familias damnificadas.
La ciudad permanece en alerta permanente, con centros de evacuación habilitados y un equipo de emergencia que monitorea minuto a minuto el comportamiento del clima y del río. El pronóstico no es alentador: las lluvias continuarán al menos hasta el fin de semana.
