Rescataron a 18 misioneros que eran explotados en Brasil
Tienen entre 16 y 61 años y fueron reclutados para trabajar en la recolección de uvas y hortalizas, con la falsa promesa de vivienda, alimentación y una buena remuneración.
Semanas atrás, PRIMERA EDICIÓN dio cuenta de que todos los días jóvenes misioneros opten por cruzar la frontera para trabajar en las plantaciones de brasileras, así como también el caso de un delincuente que, valiéndose de la necesidad ajena, aprovechó para cometer estafas.
En este contexto, en las últimas horas medios brasileros informaron que dieciocho trabajadores misioneros fueron rescatados de una situación similar a la esclavitud en una propiedad rural de São Marcos, en la Serra do Rio Grande do Sul, Brasil. El operativo fue realizado el miércoles pasado por el Ministerio de Trabajo y Empleo, con el apoyo del Ministerio Público de Trabajo y la Policía Federal de Carreteras. El reclutador de este grupo, de nacionalidad argentina, fue detenido in fraganti por la Policía Federal, aunque su identidad no fue revelada.
Según revelaron los 18 trabajadores, de entre 16 y 61 años, fueron llevados a Brasil desde Misiones para trabajar en la vendimia en propiedades de São Marcos y la región. Los misioneros se encontraban trabajando en el cultivo de hortalizas, como patatas, remolachas y zanahorias.
La procuradora del Ministerio de Trabajo en Caxias do Sul y coordinadora regional de la Coordinación Nacional para la Erradicación del Trabajo Esclavo (Conaete), Franciele D’Ambros, reveló que el grupo fue engañado con la promesa de mejores condiciones laborales y una mejor remuneración. También comentó que los trabajadores habían estado en el lugar durante una semana cuando los encontraron, luego de que la cosecha en las propiedades ya había finalizado.
“Fueron tentados con ofertas falsas de trabajo, vivienda y alimentación. Al llegar a Brasil, la remuneración prometida no correspondía a lo realmente acordado, al igual que la promesa de vivienda. La inspección encontró a los trabajadores que vivían en alojamientos en condiciones precarias, hacinados, sin camas suficientes, durmiendo sobre colchones, tampoco hay suministro de agua corriente para bañarse y necesidades básicas en una de las casas, además de huecos en las paredes y riesgo de incendio por la precariedad de las instalaciones eléctricas”, afirmaron desde el Ministerio de Trabajo.
Fuente: https://g1.globo.com/