Refuerzan controles en frontera para prevenir el ingreso de enfermedades apícolas
“La principal amenaza como plaga cuarentenaria es el pequeño escarabajo de las colmenas (PEC), que no está presente en Argentina pero en países con los que compartimos frontera como Bolivia, Paraguay y Brasil”, advirtieron desde el Senasa
El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) reforzó las inspecciones en 108 puestos de control fronterizo para prevenir el ingreso de enfermedades o plagas cuarentenarias que podrían afectar la producción apícola argentina y que no están presentes en el país. El organismo también emitió recomendaciones a quienes regresen o ingresen a Argentina desde terceros países y a los productores del sector.
“La principal amenaza como plaga cuarentenaria es el pequeño escarabajo de las colmenas (PEC), que no está presente en Argentina pero en países con los que compartimos frontera como Bolivia, Paraguay y Brasil”, explicó el responsable del Programa Nacional de Sanidad Apícola del Senasa, Mauricio Rabinovich.
Los principales destinos de exportación de miel argentina son Estados Unidos y la Unión Europea, a quienes remitimos “casi la mitad de nuestro volumen exportador con un certificado que dice que Argentina es libre de PEC. Mantener esa condición nos permite el cumplimiento de esa exigencia”, explicó Rabinovich.
De esta forma, con presencia en 108 puestos de control fronterizo divididos entre aeropuertos, pasos terrestres y puertos, el personal del Senasa inspecciona el equipaje de pasajeros con el fin de controlar que no se transporten productos de riesgo sanitario para la producción nacional y la salud del consumidor.
El control incluye a productos o subproductos como la miel, propóleo, material apícola vivo, reinas (que se transportan con las abejas obreras acompañantes en cajitas relativamente chicas y es parte del movimiento ilegal de material vivo), entre otros. “El llamado es para que más allá de todas las verificaciones que se hacen en los puntos de control, nos concienticemos del riesgo de cometer estas prácticas ilegales”, advirtió Rabinovich.
En los últimos años, el Senasa capacitó a los productores del sector para que reconozcan cuál es el escarabajo y que, ante la menor sospecha, realicen una notificación al Organismo para actuar rápidamente en la identificación.
Fuente: El Territorio