Producen en Misiones parches para quemaduras a partir de placentas
También se utilizan para cirugías oftalmológicas y estéticas. Se trata de una novedad médica teniendo en cuenta que el insumo antes se compraba. El paso a paso de todo el proceso
Tras unos trabajos previos durante el año 2023 para poner al recurso humano y tecnológico a punto, en enero de este 2024 comenzó la producción en serie de parches hechos con placentas de embarazadas, un órgano que se desarrolla en el útero durante el embarazo y que antes era descartado como desecho tras el parto. El proceso se da en el Banco de Sangre, Tejidos y Biológicos (BSTB) de Misiones tras un convenio con el Hospital Materno Neonatal, ambas instituciones funcionan dentro del Parque de la Salud. Así, la tierra colorada se suma al puñado de provincias que producen este insumo del que fue pionero en la fabricación el Hospital ‘Profesor Dr. Juan P. Garrahan’ de Buenos Aires, allá por el 2001.
Los destinatarios son quemados, pacientes que atravesaron una cirugía oftalmológica o estética y el objetivo es ayudarlos en el proceso de recuperación, ya que se demostró que el insumo cuenta con importantes beneficios. Se trata de una novedad médica en la provincia teniendo en cuenta que estos parches antes se compraban o se debía derivar al paciente a otras regiones del país para el tratamiento adecuado.
“La visión que tiene el BSTB es la de incrementar todo lo que es el trabajo con tejido biológico y esto entra dentro de ese parámetro, entonces el uso de este tejido que conlleva hacer una transformación de esa placenta, que antes se descartaba. Por ello, viendo todas las propiedades que tiene, esto hizo que nosotros, el equipo profesional que es multidisciplinario conformado por médicos, bioquímicos, farmacéuticos, genetistas, técnicos en hemoterapia, técnicos en laboratorio, vimos la posibilidad de darle un servicio más a la comunidad misionera y nos enmarcamos en hacer este tipo de procesamiento y fue con mucho éxito”, contó a El Territorio Alberto Krupp, jefe del área de Producción del Banco de Sangre de Misiones.
El paso a paso
De esta forma, previo consentimiento informado de la madre, que debe superar diversos estudios de rigor para lograr un producto seguro, se avanza con el procesamiento de la placenta.
“La embarazada tiene que cumplir ciertos requisitos, por ejemplo tener todos los estudios previos con serología negativa, no estar contaminada con ningún tipo de infección. También nos tiene que dar un consentimiento. Nosotros desde la parte de Promoción del Banco nos acercamos y hablamos con la madre y ella es consciente, nos da el aval para poder usar la placenta al momento de dar a luz. Todo eso lleva ciertos protocolos previos”, explicó el especialista sobre los pasos previos.
Por ejemplo, para hacer uso de la placenta el parto tiene que darse por medio de cesárea programada.
“Una vez que llega la fecha y todo el equipo profesional del Hospital Materno Neonatal está preparado, al momento de dar a luz al bebé nosotros vamos y obtenemos esa placenta”, señaló. Ese producto biológico se pone a resguardo y luego se envía al Banco de Sangre en un transporte acondicionado para tal fin.
“Ahí entramos dentro de un procesamiento primario y secundario, donde el primer paso es separar las dos membranas de la placenta, la parte amniótica de la coriónica. A partir de esa separación, mediante ciertos procesos que son laboratoriales, donde trabajamos con especialistas en el área, farmacéuticos, instrumentadores y técnicos de hemoterapia, procedemos a hacer una desinfección mediante uso de antibióticos determinados y una vez que esta placenta fue totalmente desinfectada, lo que producimos son, de acuerdo al tamaño de la placenta, diferentes parches para poder ser usados de forma oftalmológica o parches para quemados”, detalló Krupp.
Una vez elaborado el producto queda a disposición de los médicos y los principales destinatarios son niños internados en el Hospital Pediátrico ‘Dr. Fernando Barreyro’, adultos en el Hospital Madariaga, en el Materno o en otros centros de salud de la provincia.
“Cuando hay un paciente quemado nos solicitan estos parches y también para los pacientes que sufren alguna cirugía oftalmológica para reparación, en este caso nos piden con tamaños mucho menores. También se está usando en cirugías estéticas en el Hospital Materno”, comentó.
Entre las bondades del producto se destaca que ayuda a la recuperación más fácil del paciente.
“Esta membrana amniótica tiene ciertas propiedades que facilitan mucho la reepitelización, es decir, pongámonos a pensar en un quemado donde la piel fue totalmente deteriorada, entonces la reepitelización es muy elevada. También hay escasa inmunogenicidad, lo que significa que es muy poco probable que se contamine esta membrana amniótica al momento de ser usada como parche. Además disminuye el crecimiento bacteriano, es decir, hay un proceso de recuperación de la piel con prácticamente muy poco crecimiento bacteriano, que es de gran importancia para los pacientes y también facilita el transporte de electrolitos, regulándolo. Todas estas propiedades son fundamentales dentro de la membrana amniótica, lo que hace que hoy el profesional que la usa sea verdaderamente con éxito en los pacientes y proporciona una recuperación mucho más elevada con respecto al uso de otros parches comerciales”, sostuvo Krupp.
Desde que comenzaron en el mes de enero ya procesaron seis placentas, lo que les permitió contar con un stock suficiente en caso de tener pedidos.
“Hay que recordar que estas membranas, una vez que se separan, quedan al vacío y se conservan en un ultrafreezer a menos 70 grados centígrados. De acuerdo a su tamaño obtuvimos parches de 2×2 o de 4×4 centímetros, que generalmente son parches pequeños para las cirugías oftalmológicas, o también parches que son de 10×10 o de 12×12 centímetros, donde son usados para quemados o cirugías más grandes, reconstructivas”, indicó.
Por último resaltó la importancia de la elaboración local. “Estos parches de membrana amniótica la provincia los adquiría de otros lugares y ahora hay de producción local, ese es el gran beneficio que tiene Misiones hoy, producir sus propios parches”, finalizó.
En cifras
-70º
Una vez separadas, las membranas quedan al vacío y se conservan en un ultrafreezer a -70º. De acuerdo a su tamaño, se generan los parches.
El siguiente paso es lavarlas y colocarle antibióticos.
Se corta y producen parches de distintos tamaños.
Los parches son conservados en frío hasta su uso.
Fuente: El Territorio