Se trata de José Rodríguez, de 44 años. Fue indagado e hizo una extensa declaración. Se dijo inocente, pero el juez de la causa no le creyó. Hay otros dos procesados, ambos médicos.
Tiene 44 años, reside en la localidad misionera de Bernardo de Irigoyen y es remisero. En las últimas horas declaró y se dijo inocente ante el magistrado que sigue la causa por tráfico de cocaína a Australia.
Se trata de un individuo identificado como José Rodríguez, a quien el juez en lo penal económico, Javier López Biscayart, no le creyó y le dictó la prisión preventiva; según publicó ayer el diario La Nación citando fuentes judiciales.
Concretamente el hombre, oriundo de Misiones, está acusado de ser quien remitía la droga a Buenos Aires a sus presuntos cómplices, dos médicos bolivianos. A su vez éstos la enviaban oculta en paquetes de correo hacia Australia, donde el precio del polvo blanco se triplica.
Rodríguez, según se desprende del expediente judicial, desde Bernardo de Irigoyen -en la frontera seca entre Misiones y Brasil-, le envió una encomienda a otra coimputada en la causa de nacionalidad boliviana, Claudia Ino Suárez, donde los investigadores secuestraron 831 gramos de cocaína.
“No tengo nada que ver con esto. Esto me supera más de lo normal. Imagínese que si voy a hacer algo así no me voy a quedar en mi domicilio y usar todos mis datos. Nunca en mi vida pasé por algo así. En mi pueblo todos me conocen. Siempre fui honesto y, aunque pase hambre, jamás haría algo indebido. Hasta en la pandemia, que me quedé sin trabajo y estaba enfermo, viví honestamente. Imagínese que ahora que puedo trabajar no voy a hacer algo así”, sostuvo Rodríguez como descargo cuando declaró en su indagatoria.
Según agregó el misionero, fue a pedido de una persona de entre 30 y 37 años, que hablaba el idioma portugués, que le mandó las encomiendas con el calefón, la máquina para hacer humo y el tercer paquete a Ino Suárez. Que esa persona, que identificó con nombre y apellido, le comentó que todo era para su hermana que vivía en Australia.
No le llamó la atención
“Tampoco me llamó la atención el encargo en sí, ya que es una labor que se encuentra dentro de mis tareas (como chofer de remises llevaba paquetes para despachar de sus clientes). Por eso quiero aclarar que en ningún momento ocurrió algo sospechoso para que yo pudiera dudar del contenido de los pedidos, desconociendo por completo sobre el contenido de los mismos. A todo esto hay que decir que a los brasileños les sale todo mucho más barato en la Argentina, por el tipo de cambio, tanto la compra de productos como los envíos. A su vez, automáticamente después de despacharlos, le remitía por Whatsapp los correspondientes comprobantes de envío para que pudiera realizar el seguimiento”, dijo el sospechoso.
Pero para el magistrado, “toda la prueba reseñada a lo largo de la presente da cuenta de la participación de Rodríguez en los hechos de contrabando de estupefacientes que se investigan. El mismo imputado es quien reconoce haber remitido al domicilio de Ino Suárez el calefón y la máquina de humo, elementos en los que se encontró oculta la sustancia estupefaciente”, afirmó, y lo procesó con prisión preventiva.
La causa
Según la resolución judicial, dicha banda se completa con dos médicos profesionales, de nacionalidad boliviana, que realizaron sus estudios en Cuba, Claudia Ino Suárez y su pareja, Jaime Mendoza Justiniano.
Una vez matriculados, regresaron a su país natal y, por el pasado octubre, ingresaron al país por el paso fronterizo de la localidad de Yacuiba (Salvador Mazza).
Los detenidos utilizaban como pantalla el ejercicio de la medicina, con el uso de matrículas de colegas locales, para hacer llegar clorhidrato de cocaína en encomiendas internacionales hacia Australia.
Tras las investigaciones posteriores, se pudo determinar que los médicos residían en la localidad de Moreno (Buenos Aires) y que en noviembre despacharon, desde el barrio de Montserrat, una nueva encomienda: una máquina de humo para animación de fiestas, en la que camuflaron 1,1 kilogramos de cocaína.
Luego, nuevas escuchas telefónicas ordenadas por la Fusticia arrojaron la información de que la ciudadana boliviana tenía pendiente la recepción de una encomienda interna, proveniente de Misiones, dirigida al domicilio recientemente allanado. Dado que el remitente del paquete tenía domicilio en Bernardo de Irigoyen, la Justicia ordenó dar con el paradero de la persona registrada en el envío, que resultó ser José Rodríguez.
1 Comentarios
Es cuento chino del remisero el sabia lo que asia