Preocupación por los crecientes delitos asociados al consumo de droga

 Preocupación por los crecientes delitos asociados al consumo de droga

Vecinos de varias localidades denuncian la inseguridad y el constante robo de sus pertenencias, que son vendidas por los jóvenes para conseguir los estupefacientes. Un drama latente.

Vecinos de distintas localidades de la provincia se muestran preocupados por el aumento de los casos de inseguridad asociados directamente con el consumo de drogas. Hace algunas semanas, por ejemplo, residentes de Puerto Iguazú denunciaron el robo de cables que dejaron a barrios enteros sin servicios por varios días y por ello mostraron su inquietud porque son conscientes de la realidad que vive la comuna.

El consumo problemático de sustancias y las adicciones son un flagelo que golpea a todos los estratos de la sociedad y atrapa a la juventud cada vez a más temprana edad. Con el tiempo los robos, los hurtos y la violencia se vuelven frecuentes en estas personas que hacen lo que sea para seguir consiguiendo los estupefacientes.

Según el mapa de riesgo que elaboró el año pasado el Ministerio de Prevención de Adicciones y Control de Drogas de la provincia, Posadas, Oberá y Eldorado están expuestos a un riesgo muy alto de consumo problemático. En tanto, son 31 las comunas que tienen un riesgo alto, entre ellas Puerto Iguazú, Andresito, Wanda, Irigoyen y San Pedro.

En la zona Norte, el consumo de la pedra, el crack o el paco son moneda corriente entre los jóvenes y una real preocupación de padres, vecinos y autoridades.

Ministerio y Policía Comunitaria
“No podemos desconocer estos casos y es por eso que en varios lugares vamos con la Policía Comunitaria cuando aparecen este tipo de reclamo y de situaciones. Más que nada para buscar y llevar una solución desde nuestra parte. Tenemos una alianza estratégica con la dirección de la Policía Comunitaria de quien dependen los foros vecinales de seguridad”, sostuvo, Samuel López, ministro de Prevención de Adicciones y Control de Drogas de la provincia.

Señaló además que en la mayoría de las reuniones de los foros de seguridad en los que estuvo presente la inquietud es siempre esa: la inseguridad sindicada al consumo de sustancias ilegales.

“Sabemos que el consumo atraviesa no solamente todas las edades sino también todas las clases sociales. Pero una clase social media o alta puede sostener su nivel de consumo sin generar daños a terceros, en cambio en las clases sociales bajas para mantener un nivel de consumo empiezan a hacer otras cosas: en primer lugar a vender cosas de su propio hogar y de su familia y cuando están en la nada misma tocan fondo”, indicó.

En esa misma línea, agregó: “Tenemos muchos casos de esta situación y sobre todo en la zona Norte y vemos esto asociado al consumo de la pedra o el crack y el paco. En la zona Norte esto es cada vez más preocupante porque llega a ser la droga de principal consumo y en dos o tres meses ya genera estragos en las personas y empiezan a vender las cosas de su casa y después a robar para comprarla”.

La situación de los robos y hurtos generan una pesadumbre constante más que nada en los padres y familiares de estos jóvenes que saben que estos son indicadores de que el nivel de consumo es elevado.

Los centros de asistencia
En su edición del 9 de octubre El Territorio dio a conocer los datos del informe del Centro Modelo de Asistencia y Seguimiento de Niños, Niñas y Adolescentes en Conflicto con la Ley Penal (Cemoas), donde la mayoría de los menores que delinquieron confesaron tener problemas con el consumo de drogas y varios de ellos reinciden hasta cuatro veces.

Este centro funciona en la ciudad de Posadas, pero varios jueces de menores solicitaron al Ministerio de prevención de adicciones que se abran otros similares en Eldorado, Oberá e Iguazú.

“Lo que buscamos no es la cuestión punitiva sino entender que se trata de una persona en crecimiento y en desarrollo, que necesita rehabilitación y un proyecto de vida. Por eso buscamos la contención familiar, social, buscar algún tipo de taller y volver a darles esperanzas”, sostuvo López.

El alcohol, otra problemática creciente

El año pasado, con la llegada de la pandemia del Covid-19, que obligó a los adultos mayores a resguardarse en sus hogares para no ser contagiados, se dio un aumento del consumo del alcohol en este grupo etario, así como las recaídas de quienes estaban en rehabilitación. Ahora, se dio un aumento entre los chicos de entre 20 y 30 años, señaló Samuel López, Ministro de Prevención de Adicciones de Misiones. “Aumentaron muchísimos los tratamientos por consumo. Ahora se vienen las fiestas y con ello no solo el alcoholismo sino también los problemas que derivan en distintos tipos de violencia: física, verbal, accidentes. Estamos armando un programa exclusivo de tratamiento por alcoholismo en conjunto con Salud Pública, no solo de prevención sino también de asistencia. Es una realidad preocupante y presente en la actualidad”, sostuvo.

Fuente: ElTerritorio

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