Ayer estaba citado para sentarse en el banquillo, acusado de captar a un menor con fines sexuales y luego abusar de él. Pero este agente de policía aceptó a último momento abreviar el debate declarándose culpable.
Tiene 26 años y ayer estuvo de acuerdo con la pena analizada por Estela Salguero, fiscal ante el Tribunal Penal de Oberá.
Acompañado por su defensa, firmó una condena de 9 años de prisión reconociéndose responsable de los delitos de “grooming, abuso sexual con acceso carnal y promoción de la corrupción de menores agravado en concurso real”, todos ellos cometidos contra un menor cuando este tenía 11 años.
Luego que las partes acordaran no ir a debate, la novedad fue informada propiamente al Tribunal. Esto no implica que ya esté cerrado el caso, puesto que en los próximos días las partes remitirán a los magistrados el acuerdo y sus detalles.
Luego los integrantes del cuerpo judicial deliberarán y de considerar pertinente los años de condena por los delitos imputados, procederán a homologar la abreviación de juicio. El paso previo será la comparencia del encartado para que manifieste su conformidad con lo actuado entre la fiscalía y su defensa.
El caso fue denunciado por la madre del menor cuando este le reveló que un joven había abusado de él semanas atrás.
La progenitora se dirigió a la Comisaría de la Mujer de Oberá y con la testimonial del niño se dispararon las actuaciones ordenadas por el Juzgado de Instrucción de 2 de esa ciudad.
Efectivos de la Unidad Regional II se hicieron pasar por el niño y lo contactaron. Le dijeron que viniera a la casa, ubicada en la localidad de Guaraní, invitación a la que accedió el agente, al creer que podía llegar a concretar una nueva ocasión de abuso.
En la tarde del 23 de abril de 2020 fue detenido en el patio de la vivienda donde fue esposado antes de ser trasladado a la seccional Quinta de Oberá.
Le incautaron tres teléfonos celulares, sobre los cuales ya se sospechaba que podían tener material probatorio.
El policía que se desempañaba en la División Montada, se había hecho “amigo” del niño a través del juego online “free fire”, haciéndose pasar por otro menor. Luego comenzó a enviarle material pornográfico y lo invitó a encontrarse. Engañado, el niño acudió a la cita. Según el expediente, en base a amenazas abusó carnalmente en un descampado.
Peritos de Cibercrimen trabajaron para extraer material de los teléfonos, entre los cuales se encontraban las conversaciones que había mantenido con su víctima.
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