Podrían subir la próxima semana: las estaciones de servicio dicen que los precios de los combustibles están atrasados 12%
Los precios de la nafta y el gasoil no suben desde el 16 de mayo pasado; el miércoles próximo se actualiza el impuesto a los combustibles, que podría hacer aumentar los valores en surtidor
La última vez que aumentaron los precios de los combustibles en la Argentina fue el 16 de mayo pasado, hace más de seis meses. En un país con devaluación de la moneda del 1% mensual e inflación arriba del 3%, más los factores externos, como el incremento de 24% de la cotización del Brent (el valor internacional del barril de petróleo que se toma de referencia en el mercado doméstico), la cámara que agrupa a las 5006 estaciones de servicio del país, Cecha, advierte que los precios en surtidor están atrasados 12%.
El litro de nafta súper cuesta alrededor de $100 (casi lo mismo que un sachet de leche). De manera que, según las estaciones de servicio, debería valer $112.
“En este último tiempo, todos los precios de la economía subieron, excepto el combustible, que se mantuvo congelado. Por lo tanto, es un mito que el aumento del precio del combustible es el que hace subir todo el resto de los productos y servicios”, dijo Gabriel Bornoroni, presidente de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines (Cecha).
La cámara advirtió que más de la mitad de las estaciones de servicio se encuentran trabajando por debajo del punto de equilibrio y, por lo tanto, lo hacen a pérdida. Un informe de Cecha concluyó que, en promedio, las estaciones deben vender 315.000 litros por mes para cubrir todos sus costos.
“Más de 2500 bocas de expendio están por debajo del punto de equilibrio. Dentro de este grupo están todas las estaciones llamadas blancas o sin marca, que están con problemas de abastecimiento por el congelamiento virtual. Las petroleras deciden priorizar a las grandes estaciones con las cuales tienen un contrato antes que venderles a las blancas. Con precios congelados no les conviene abastecerlas porque una parte la deben importar a los precios internacionales, que están muchos más altos. Entonces importan lo justo y necesario para cumplir con las estaciones con las cuales tienen contratos”, dijo Bornoroni. Se calcula que alrededor del 20% de los combustibles que se consumen en la Argentina se importan, sobre todo los que son las marcas premium.
Bornoroni advierte que el desabastecimiento se ve también muy claro en las estaciones que están cerca de pasos fronterizos, donde los residentes de países limítrofes aprovechan los precios bajos de la Argentina para cruzar a cargar combustible. LA NACION describió las filas de autos en Iguazú, donde los brasileños cruzan la frontera para cargar a un precio de $95 la nafta súper, cuando en su país cuesta $215, lo que generó que las estaciones locales debieran establecer cupos de venta para extranjeros.
En detalle, la Argentina es el quinto país de la región con la nafta más económica (US$0,966), después de Venezuela, Bolivia (US$0,543), Colombia (US$0,611) y Ecuador (US$0,674). En el otro extremo están Uruguay (US$1,593), Canadá (US$1,339), Chile (US$1,228), Brasil (US$1,155) y Paraguay (US$1,133). El litro de nafta en Estados Unidos cuesta US$0,988.