«Los monos al ingerir comida pesada, tienen más horas de descanso y pierden la capacidad de buscar frutos en el monte», expresó la Bióloga María Tujague
La Bióloga y Doctora en Ciencias Naturales, María Paula Tujague, experta en primates, explicó sobre la problemática de los monos que se alimentan con la comida de los turistas en el Parque Nacional Iguazú. La especialista asegura que este problema no es nuevo y se ha intensificado principalmente a partir del año 2008-2009
Asimismo, explicó que el comportamiento de los primates ha cambiado debido al contacto constante con los visitantes, los cuales les ofrecen alimentos y tratan de acercarse. Este hábito ha proporcionado a los monos cierta confianza y les ha permitido ingresar a las habitaciones y patios de comidas, donde no solo se exponen a peligros, sino que también alteran sus hábitos alimenticios.
«Hay aproximadamente tres grupos de monos que a lo largo del tiempo han estado interactuando con la gente, la cual viene y se va, es decir que la gente no es la misma pero los monos si son siempre los mismos. Llevan muchos años aprendiendo a que la gente, no toda, les ofrezca cosas, trate de tocarlos y de acercarse», manifestó María Paula.
Y agregó que «es esto lo que genera que los monos después se atrevan a ingresar a las habitaciones y a los patios de comidas».
Además, indicó que los monos suelen pelearse entre ellos por las cosas que intentan obtener, lo que puede causar lesiones. También permanecen más tiempo en áreas específicas, cambiando su comportamiento natural de recorrer zonas amplias.
«Les cambia los hábitos de vida, suelen quedarse mucho tiempo en el mismo lugar que no es frecuente en los monos caí», contó la especialista.
Seguidamente, relató que “cuando los monos empiezan a ingerir comida de la gente se quedan más [tiempo] en el lugar en donde está la gente». A su vez, mencionó que «como las comidas que ingieren no son las normales que ellos comen, suelen necesitar más tiempo de descanso, son comidas muy pesadas, entonces se quedan más quietos y pierden estos hábitos de alimentarse de lo que hay en el monte”.
Tujague destaca, algo que está demostrado científicamente, que tener fauna cerca genera bienestar en las personas, pero el contacto inadecuado puede resultar perjudicial tanto para la fauna como para los visitantes. Pide conciencia a los turistas para evitar la alimentación inapropiada y sugiere intensificar las campañas de concientización para proteger la fauna del Parque Nacional Iguazú.
«Sería bueno poder concientizar a todas las personas como para que pase lo menos posible y así ir cambiándoles un poco el hábito que ya tienen instalado», sostuvo la Bióloga.
Aunque existen algunas técnicas para ahuyentar a los monos, la especialista indica que es un trabajo muy difícil porque estos animales aprenden muy rápido y se van a dar cuenta que lo que uno colocó por ejemplo es una grabación de un felino.
En ese sentido, remarcó que es bastante complicado pensar en mantener la fauna alejada del área Cataratas. «Hay que tomar un poco más de conciencia», ratificó Tujague.
La solución a largo plazo es el cambio de hábitos y la conciencia ambiental para proteger la biodiversidad y garantizar una experiencia segura y sostenible para todos los visitantes del Parque Nacional Iguazú.
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