Los accidentes de tránsito siguen siendo la principal causa de muerte violenta en Argentina, pese a la baja en la tasa anual


Un reciente informe de la Secretaría de Seguridad de la Nación reveló que los siniestros viales continúan liderando las estadísticas de muertes violentas en Argentina, superando ampliamente a los homicidios dolosos y a otras causas fatales no naturales. Durante 2024 se registraron 3.539 víctimas fatales por accidentes de tránsito, lo que representa una tasa de 7,5 muertes cada 100.000 habitantes, casi el doble que los homicidios dolosos, que en el mismo período fueron 1.803, con una tasa de 3,8 cada 100.000.
Si bien el dato es alarmante, también muestra una disminución interanual del 11,3% respecto de 2023, cuando se contabilizaron 3.955 fallecidos por esta causa. En términos absolutos, el país registró 416 víctimas menos en siniestros viales que el año anterior. En el caso de los homicidios dolosos, la baja fue aún mayor: una reducción del 12,7%, al pasar de 2.046 a 1.803.
No obstante, el panorama sigue siendo preocupante en varias provincias del norte del país. Entre las jurisdicciones con tasas más altas de mortalidad vial se encuentran Misiones, Santiago del Estero y La Rioja, donde confluyen diversos factores de riesgo: infraestructura deficiente, parque automotor en mal estado, débil fiscalización y bajo cumplimiento de normas básicas de tránsito.
El informe, basado en datos del Sistema Nacional de Información Criminal (SNIC) y de los Sistemas de Alerta Temprana, ubica a la inseguridad vial como una de las principales causas de muerte no natural, por encima de hechos delictivos. El dato no es nuevo, aunque sí persistente: ya en 2014, la entonces ministra de la Corte Suprema, Elena Highton de Nolasco, advertía que en Argentina “hay más muertes y heridos por accidentes de tránsito que por otro tipo de inseguridad delictiva”.
Desde que el SNIC incorporó el seguimiento sistemático de estos eventos en 2017, el país muestra un promedio anual cercano a los 4.000 fallecidos por accidentes viales. El peor registro fue en 2018, con 4.803 muertes, y el más bajo fue en 2020, durante la pandemia, con 2.983.
Si bien los números actuales reflejan una tendencia descendente, el volumen de víctimas sigue siendo alto y expone un desafío estructural para la seguridad pública. Las autoridades advierten que para lograr una reducción sostenida es necesario avanzar en educación vial, infraestructura segura, fiscalización eficiente y conciencia ciudadana.
Los datos fueron presentados oficialmente el pasado 21 de mayo por el Ministerio de Seguridad de la Nación, encabezado por Patricia Bullrich, y forman parte de un monitoreo integral que también incluye estadísticas de homicidios dolosos, delitos contra la propiedad y suicidios, otro indicador sensible que completa el mapa de las muertes violentas en el país.