La joven hallada muerta en Oberá era madre de una niña de cinco años
El olor cadavérico que emanaba de la pequeña vivienda de alquiler y el candado que cerraba la puerta por afuera, fueron las señales directas al peor desenlace en el barrio Tres Esquinas de Oberá, ayer por la mañana.
El cuerpo inerte con rastros coincidentes de estrangulamiento de Analía Pamela Torres de 22 años fue hallado ayer a las 11.30 por efectivos de la comisaría Segunda de la Unidad Regional II, tras el alerta que vecinos del predio de piezas de alquiler de la calle Concordia 987 emitieron al Centro Integral de Operaciones 911 por el nauseabundo aire que se respiraba.
Tras la autorización del Juzgado de Instrucción 1, subrogado por el flamante magistrado de San Ignacio, Pedro Benito Piriz, los efectivos policiales rompieron el candado y se toparon con una mujer muerta, vestida y acostada boca arriba sobre la cama con los brazos en posición defensiva y tapada con una manta.
El estado de descomposición del cuerpo era avanzado, por lo que tras las labores de los peritos de la división Policía Científica y el médico legista de turno de la Unidad Regional II, se lo trasladó a la Morgue Judicial de Posadas para la respectiva autopsia.
Antes de esta orden, se identificó a la víctima como Analía Torres y se estableció que en el reducido inmueble de paredes de mampostería y techo de zinc, residía con su hija de 5 años y con su actual concubino, un muchacho de 20 años con familiares en Puerto Rosario, población próxima a San Javier.
Antes del hallazgo de la joven sin vida, se temió que también fuera encontrada asesinada su pequeña hija. Cuando los policías no la hallaron en el lugar, investigadores de la UR-II recurrieron de inmediato a localizar a sus familiares y en la vivienda del abuelo paterno, fue ubicada sana y salva.
De acuerdo a fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN el padre de la niña no es el presunto autor del crimen. El progenitor se encontraría detenido en Oberá desde la semana pasada, involucrado en un delito contra la propiedad, un “robo calificado”.
En cuanto al sospechoso de haber estrangulado a Analía Torres, se presume que cometió el crimen entre los últimos minutos del miércoles 24 y madrugada del jueves 25 de noviembre (paradójica coincidencia “Día internacional de la eliminación de la violencia contra la mujer”). Testigos los vieron juntos ingresar a la vivienda y haber comprado varias botellas de bebidas alcohólicas. El último registro de haberla visto con vida a Torres sería alrededor de las 23 del miércoles.
De estos recipientes la Policía Científica habría tomado rastros para determinar una huella dactilar. También se realizaron hisopados para determinar registros o muestras biológicas.
La estimación de los forenses que analizaron el cadáver en la pieza de la calle Concordia, apuntó a que el cuerpo llevaba más de dos días en ese lugar. El joven buscado como supuesto femicida, tendría antecedentes delictivos en la localidad de Veracruz, en Brasil y frente a Puerto Rosario. Allí lo buscarían por un caso de “lesiones graves” por balear a un hombre. También acarrearía imputaciones por delitos contra la propiedad en Oberá.
Tanto a Analía como a su presunto victimario no se le conocían trabajo fijo o labores periódicas.