La grave advertencia de un juez misionero: «En 10 años los problemas serán más graves que los de Rosario»
En el Encuentro de Jueces Federales en Rosario, se destacó el testimonio de Miguel Ángel Guerrero, que en la localidad de Eldorado (Misiones) tramita causas de alta complejidad, en las que se cruzan organizaciones criminales transnacionales y células terroristas en la triple frontera. Era amigo de Marcelo Pecci, el fiscal paraguayo asesinado hace unos días en Colombia.
“Si no tomamos en cuenta lo que está pasando en la jurisdicción donde yo trabajo, en 10 años vamos a tener problemas muchísimo más graves que los que hoy vive Rosario”. A pesar de que era uno de los últimos oradores, Miguel Ángel Guerrero, juez federal de Eldorado, Misiones, captó la atención de todo el auditorio que lo escuchaba en el Encuentro de Jueces Federales que este jueves se realizó en Rosario. Frente a él estaban los cuatro ministros de la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
Mientras el moderador del encuentro lo apuraba para que dijera lo que tenía que decir en “tres minutos” porque sus antecesores habían consumido buena parte del tiempo previsto, Guerrero contó la dramática realidad de su jurisdicción federal.
“El juzgado de primera instancia (de Eldorado) tiene competencia sobre la triple frontera (Argentina, Brasil, Paraguay) hasta tanto se habilite el juzgado de Puerto Iguazú. Hoy tenemos 27.000 causas de ejecuciones fiscales, 13.000 en la secretaría penal y 10.000 más en la secretaría civil. El plantel técnico es de 22 personas. Prefiero no hacer ninguna conclusión”, dijo el juez.
Explicó que está al frente de un juzgado “multifuero” (es decir que atiende causas penales, civiles-comerciales, ejecuciones fiscales) que fue diseñado en 1985 y habilitado en 1988, “cuando eran 300 expedientes por año. Hoy ingresan sólo en la secretaría penal 1.300 expedientes al año”, detalló.
“El equipo del juzgado tramita causas de una complejidad enorme”, adelantó Guerrero, quien de inmediato se refirió a la causa más relevante que lleva ese juzgado y que capta la atención de los gobiernos de Israel y Estados Unidos, además de los de la región, y sus servicios de inteligencia que trabajan en la zona: la causa Barakat “sobre financiamiento del terrorismo, lavado de activos con financiamiento de terrorismo en una casa de juegos de azar de la Triple Frontera”.
Con los ministros Rosatti, Lorenzetti, Maqueda y Rosenktantz impertérritos, el juez Guerrero explicó que a pesar de la complejidad y el interés del caso, “esa causa jamás mereció el apoyo para generar un equipo (de personal especializado) para asistir a los generalistas que somos los que trabajamos en un juzgado multifuero. En 2016 se determinaron y están acreditadas en esa causa 2.700 transacciones que importaron más de 3 millones de dólares con un 99% de esas transferencias desde una sola ciudad a puntos controlados de un Estado extranjero y a una organización terrorista a la que reportaría”.
Siguió el juez: “El secuestro en los primeros meses de 2022 de más de 45 toneladas de marihuana, 10 mil pastillas, 180 kilos de cocaína, el secuestro más de 337 millones de pesos de mercadería en infracción al Código Aduanero y constitutiva de delito, todo ese caudal de causas, son gestionadas por una estructura que se diseñó para una realidad de 1985. La abrupta irrupción de organizaciones violentas, con trágicas historias en los Estados vecinos, asociadas a grupos locales vinculados al narcotráfico, lavado de activos con fines de financiamiento del terrorismo, el tráfico y trata de personas, conforman una nueva realidad para este juzgado”.
El juez profundizó sobre las carencias, pero también fue elocuente en cuanto a los riesgos que están corriendo jueces y fiscales pero también el país: “Nueve detenidos en los últimos 45 días son expedientes de extradiciones internacionales, de ciudadanos que registran alertas rojas (de Interpol), con capturas ordenadas por jueces de Brasil, vinculados a la delincuencia transnacional. Mucho se habló del actuar de algunos comandos como el Primer Comando de la Frontera, el Primer Comando de la Capital, el Comando Vermelho. La presencia no es hipotética. Reitero, los 9 sujetos a extradición, las alertas rojas, los vinculan a una u otra de esas organizaciones”. Se trata de organizaciones dedicadas al narcotráfico, caracterizadas por el uso de la violencia, altísima logística, arsenales sofisticados y capacidad operativa como para copar cárceles y liberar a sus presos, como ocurrió tanto en Paraguay como Brasil.
Mientras los moderadores del Encuentro de Jueces Federales estaban preocupados por el reloj y no tan atentos al relato, y le ponían carteles en los que le indicaban que cerrara en un minuto, el juez Guerrero explicó que había planificado exponer “un par de propuestas” pero que como no tendría tiempo suficiente para exponerlas elegía “homenajear a un gran fiscal joven que tuvo la República de Paraguay”, en referencia a Marcelo Pecci, el fiscal que fue asesinado días atrás por sicarios en Colombia cuando estaba de vacaciones.
Contó que tenían un vínculo de amistad. “Hace un mes tuvimos una reunión en la que me aportó información muy valiosa para la causa Barakat, sin la cual no hubiéramos podido avanzar a donde llegamos”, reconoció el juez federal misionero.
“Además del homenaje, reflexionar que en la triple frontera la lucha contra la delincuencia internacional no siempre resulta igual. Las organizaciones que operan al margen de la ley, en no pocas oportunidades ostentan mejor logística y mayor poder económico que las propias organizaciones de seguridad del Estado argentino”, dijo Guerrero y cerró con un aviso: “La integridad física y la vida de los jueces y fiscales debe ser responsabilidad del Estado, ya que de esas magistraturas dependen no sólo la salud de la república sino su propia existencia y desarrollo”.
La causa Barakat refiere a una red liderada por Assad Ahmad Barakat, presunto apoyo financiero de Hezbollah, un libanés naturalizado paraguayo detenido en Brasil en septiembre de 2018. La Justicia investiga maniobras de lavado de activos a través del casino de Puerto Iguazú, con miles de ingresos al país desde Ciudad del Este al menos desde 2015. Las personas ingresaban con mucho dinero en efectivo al país, lo cambiaban en el casino por fichas y volvían a convertirlo en dinero, y así registraban depósitos en Argentina.
fuente: airedesantafe
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