“Jamás voy a aceptar la manera en que lo mataron”
A la espera de la indagatoria al único detenido que tiene el caso, la hija del jubilado sigue sin entender el terrible final
Las horas pasan y a medida que se van conociendo detalles del homicidio de Antonio Valdemar Barnack (69) en San Javier, la indignación se incrementa.
Según el médico policial que lo revisó en la escena, tenía varios cortes en el cuerpo -el más grande, en la cabeza -, además de una fractura del tabique nasal, lo que dejó en claro la violencia con la cual lo atacaron.
Por estas horas un joven de 24 años permanece alojado en una celda y se espera que sea trasladado entre hoy y mañana al Juzgado de Instrucción Cinco de Leandro N. Alem, a cargo de la jueza Raquel Zuetta, para completar la audiencia indagatoria.
Allí será imputado por el hecho y tendrá la posibilidad de dar su versión de lo ocurrido.
El cuerpo de Barnack fue entregado a sus familiares y cercanos el martes por la tarde, luego de que el Cuerpo Médico Forense del Poder Judicial concretara la operación de autopsia.
De todas formas, debido al avanzado estado de descomposición del cuerpo, sólo pudo ser velado durante una hora.
Una de las encargadas de esa gestiones fue Patricia Barnack (38), hija del fallecido, quien ayer habló con El Territorio y pidió pronta justicia por el asesinato de su padre. Además, se indignó con – según entiende- la saña con la cual lo atacaron al hombre. “Tengo una gran impotencia”, expresó.
“A mí lo que me entristece muchísimo y no voy a aceptar jamás es la manera en que lo mataron. Primero le judearon bastante, por eso tiene muchos golpes, lo hicieron sufrir y después lo que lo fulminó fue un tremendo tajo en el cráneo” describió.
Sobre su papá, contó que vivía hace aproximadamente un año en el lugar donde lo asaltó la muerte.
Siempre se dedicó a los trabajos de albañilería, pero por una discapacidad se jubiló a los 50 años. De todas formas, a veces se las arreglaba para hacer algunos trabajos en su vivienda.
El hobby de don Barnack era tocar la guitarra y hacer música con amigos. Sus vecinos expresaron que casi siempre estaba solo en su casa y salía prolijamente vestido y peinado a realizar sus compras diarias.
Ya lo habían robado en otra oportunidad, por lo que eso podría haber sido uno de los motivos por los cuales peleó para no perder sus pertenencias. Patricia reconstruyó que la casa estaba totalmente dada vuelta y no hallaron su celular -que tenía las funciones más básicas-, dinero que siempre tenía ahorrado, su tarjeta de débito y una garrafa de gas de 10 kilos.
“Dónde vivía quedó todo sucio. Había mucha sangre en la puerta, pared, piso, en una esquinita cerca de la entrada de una cocina, por la parte de atrás. Y las cosas de él estaba todas revueltas”, describió sobre la escena. Entró solamente a juntar las pertenencias de su padre y agradece no haberlo visto asesinado allí.
La casa queda sobre la calle José Ordóñez, en el barrio Stella Maris. Si bien esa cuadra es de tierra y con sectores de vegetación en sus costados, es un lugar céntrico: está a una cuadra y media del casino de la localidad y a dos de la plaza principal.
Un amigo que no sabía sobre él desde hace varios días pasó el último lunes por su casa, pero cuando llamó a la puerta no obtuvo respuestas. Luego se dio cuenta de que estaba abierta, por lo que decidió entrar, encontrándose con el hombre tirado en el piso sobre un charco de sangre.
Por el hecho, ese mismo día la Policía de Misiones detuvo tras un allanamiento en el barrio San José a un joven paraguayo de 24 años. En su casa secuestraron un machete, un hacha, prendas de vestir con manchas de sangre y una garrafa que habría sido robada de la casa de la víctima.
Es que las testimoniales lo señalaron directamente y también se pudo establecer que había comercializado la garrafa presuntamente sustraída a la víctima. Ésta pudo ser recuperada luego de que quien la compró la entregó voluntariamente a los pesquisas.
ElTerritorio