El viernes hubo una reunión entre autoridades argentinas y brasileñas, donde se creó una mesa binacional para intentar arribar a un acuerdo. Cuando abre sus compuertas la central hidroeléctrica, el agua «tapa» las cascadas.
Única en su tipo, hoy los Saltos del Moconá, en El Soberbio, siguen lidiando con un problema que lleva ya cinco años y que le impide “explotar” todo su potencial turístico y económico que le puede aportar a Misiones. Las cataratas que se extienden por más de tres kilómetros, y que tienen entre 5 y 10 metros, están a merced de la represa hidroeléctrica Foz de Chapecó, ubicada a unos 80 kilómetros, aguas arriba, de la frontera entre Argentina y Brasil.
Cuando la central hidroeléctrica abre las compuertas, el agua llega a los Saltos de Moconá, lo que afecta su altura, visibilidad y los llega a “tapar”.
Pero la preocupación no es solo argentina. Es que este salto se extiende a Brasil, en el Municipio de Derrubadas, donde reciben el nombre de Saltos de Yucumã. Ahí deben convivir con la misma problemática
Es por ello que este último viernes hubo una reunión entre representantes de los dos países para intentar destrabar el conflicto. Fue en Tres Pasos (Brasil) y del cónclave participaron autoridades municipales de El Soberbio, entre ellos su director de Turismo, Víctor Motta.
“Esto es un proceso que ya se ha venido trabajando desde el 2018“, explicó Motta en diálogo con FM 89.3 Santa María de las Misiones y Canal 9 Norte Misionero.
Posteriormente, recordó que en 2018, el gobernador de Misiones, Hugo Passalacqua y su par en ese momento de Río Grande Del Sur, José Ivo Sartori, acordaron que la Central Hidroeléctrica de Foz do Chapecó ajustaría el caudal para preservar las Cataratas del Moconá y de Yucumã. Se iba a mantener hasta 1.000 m³/s desde las 00:00 horas del viernes hasta las 00:00 horas del domingo, evitando así la inundación del salto.
Sin embargo, al parecer el acuerdo no estaría siendo cumplido por la hidroeléctrica, lo que genera grandes pérdidas al sector turístico de Brasil y Argentina, considerando que el nivel del río Uruguay fluctúa sin el debido control, dañando la visibilidad de los saltos.
“En las últimas dos semanas dejó de llover en Brasil y la represa larga agua durante el día. Esto hace que los saltos solo están visibles por la noche”, apuntó Motta.
Acerca del encuentro del viernes, del que fueron también intendentes brasileños de municipios cercanos, detalló que se creó una mesa binacional de trabajo para tratar este tema y otros que hacen a la frontera.
“En 15 días, nos reuniremos con las autoridades de la represa para tratar estos temas”, reveló
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Pérdidas millonarias
Los efectos de la hidroeléctrica en cuestión deriva en un panorama de total incertidumbre para los operadores turísticos, quienes son incapaces de poder diagramar una temporada ante la falta de previsiones sobre lo que puede ocurrir.
“Nosotros recién sabemos si el salto va a estar visible los días jueves, entonces nos transforman a en destino dominguero, de fin de semana. No lo podemos proyectar, no podemos trabajar las temporadas turísticas. Nuestra demanda es que por favor nos permitan trabajar en las temporadas turísticas y tener un poco de previsibilidad”, pidió Motta.
De acuerdo al funcionario local, en una temporada turística, los Saltos del Moconá generan un movimiento económico de más de 100 millones de pesos.
“En el 2023, trabajamos solo una temporada, la de verano. De agosto a enero, no trabajamos durante seis meses. Nuestra facturación por temporada suele estar entre 100 y 150 millones de pesos, dependiendo del clima”, puntualizó.
Es en ese contexto que Motta calificó como “abismal” las pérdidas económicas ocasionadas por la represa. Es que en 2023, de las cinco temporadas turísticas que tuvo Misiones en el año, en El Soberbio solamente pudieron trabajar en una. Es decir que se dejaron de recibir unos $600 millones ante la imposibilidad de trabajar.
“Si no tenemos al visitante, ahí es donde las empresas comienzan a cerrar, nuestros trabajadores locales quedan sin trabajo, y se desalienta el destino”, lamentó.
También, subrayó que la regulación hídrica perjudica además al transporte de embarcaciones por el río
por último, Motta apuntó que en esta primera semana de vacaciones de invierno los números no son muy alentadores. ” Tenemos un porcentaje de reserva muy bajo porque los saltos no están visibles”, acotó.
No obstante, dijo que están trabajando en una diversificación de la oferta, como un city tour por el casco urbano o actividades en la naturalez, y se mostró optimista de cara a la semana entrante, donde los saltos volverían a estar visibles.