El fiscal de Instrucción, Correccional y de Menores de Puerto Rico, Héctor Simon, requirió la elevación a juicio en una causa en la que un exprefecturiano de 58 años está acusado de abusar de una menor.
Se trata de un exintegrante de la citada fuerza federal que fue detenido en enero pasado, tras permanecer un mes en calidad de prófugo y bajo sospecha de agredir sexualmente a una adolescente de 14 años.
La investigación del hecho se inició a mediados de diciembre de 2021, con la presentación en la Comisaría de la Mujer de la UR-IV (con asiento en Puerto Rico) de una docente preocupada por la salud e integridad de una de sus alumnas de 14 años, quien le pidió ayuda por los ultrajes que sufría y por el contexto de desamparo en que se sentía involucrada ya que el abusador es amigo de sus padres, un allegado a su familia.
Fue aprehendido el pasado jueves 13 de enero en el barrio San Alberto de esa misma localidad. No se resistió al arresto.
A principio de ese mismo mes, el acusado solicitó a través de su defensa una exención de prisión, la que fue rechazada de plano por el juez de Instrucción de Puerto Rico, Leonardo Balanda Gómez.
Es que coincidentemente con dicho pedido, el citado magistrado pidió una medida que sirvió de prueba anticipada y que sería muy valorada por la acusación: el testimonio de la víctima.
La Gesell fue clave
Fue fundamental en la causa la declaración de la menor en Cámara Gesell, teniendo en cuenta que habría ratificado los detalles de los abusos sexuales a los que fue sometida. A partir de este testimonio la investigación se profundizó. Se judicializó la denuncia policial y esto se sumó al relato conciso de la niña. Uno de los datos que trascendieron del expediente, es que los abusos se habrían concretado incluso en la vivienda familiar de la víctima.
Por ello la menor recurrió a la ayuda de una de sus profesoras en la secundaria a la que concurría, puesto que se sentía desamparada de relatar los hechos en su círculo familiar, debido a la relación de amistad que el hombre tenía con sus progenitores.
Precisamente en las visitas que realizaba a la casa habría cometido los ultrajes y logrado mantener en un principio el silencio de la adolescente, siempre conforme al expediente.
El valor de la docente que denunció el caso, permitió poner a resguardo a la menor. También fue importante la asistencia de las peritos con las que cuenta el Poder Judicial para este tipo de casos.
En su momento y al dictar la prisión preventiva el juez Balanda Gómez imputó al acusado por “abuso sexual con acceso carnal”.
El exmiembro de la fuerza federal y que ahora quedó a un paso del juicio cumplió servicio en la base de PNA de la misma localidad.
Cambio de calificación
Respecto a la imputación que en su momento dictó Balanda Gómez en la preventiva, hubo modificaciones en el requerimiento que formuló el fiscal Simon.
Según pudo averiguar este Diario, en la solicitud del representante del Ministerio Público, figuran los delitos de “abuso sexual gravemente ultrajante, un hecho de abuso sexual con acceso carnal y en concurso con corrupción de menores”. La semana pasada se le denegó nuevamente otro pedido, en este caso de prisión domiciliaria por enfermedad de un familiar.
Testigo
El exprefecturiano declaró como testigo en noviembre de 2014 ante el Tribunal Penal 1 de Posadas en el juicio por el femicidio de María Angélica Ramírez (14), perpetrado en septiembre de 2012 en Puerto Rico, caso por el que fue condenado a prisión perpetua Francisco Bourscheid (60).
Durante el debate ante los jueces Eduardo D’Orsaneo, Martín Errecaborde y Ángel Dejesús Cardozo, el entonces prefecturiano en funciones fue duramente recriminado por el Tribunal porque primero negó que mantuvo frecuentes contactos telefónicos o algún tipo de relación de amistad o sentimental con dos menores relacionadas con la víctima fatal.
Cuando le leyeron los entrecruzamientos telefónicos no le quedó alternativa que relatar lo sucedido durante la madrugada del lunes 24 de septiembre, dos días antes del femicidio.
Contó que le pagó un remís a Angélica alrededor de las 4.30 de ese día, porque vía telefónica una amiga le propuso enviarla hasta el puesto de Prefectura y porque “lo quería conocer”.
El hombre indicó que al tener esta propuesta se hizo cargo del costo pero que al ver que se trataba de una menor decidió “restituirla hasta la casa de la amiga a bordo de su motocicleta”, porque Angélica se lo pidió.
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