Éxodo masivo de jóvenes misioneros que van a cosechar a Brasil por la ventaja del real
La diferencia entre monedas hace que puedan ganar más de $700 mil mensuales limpios del otro lado de la frontera, donde les pagan también el alojamiento, la alimentación y el traslado.
Un peso que se devalúa todos los días y pierde valor frente al real. Sumado a una crisis económica que parece no tener fin y a la “imagen positiva que tiene el empleador brasileño sobre el jornalero argentino”; son algunos de los factores que hacen que todos los días jóvenes misioneros opten por cruzar la frontera para trabajar en las plantaciones del vecino país, donde pueden hacer hasta $700 mil en tan solo un mes.
El fenómeno de “trabajadores golondrinas” eligiendo ir a cosechar en Brasil, no es nuevo. Por el contrario, se volvió un problema recurrente para las economías regionales de yerba mate, té, mango, naranjas; entre otras producciones, que argumentan no poder competir contra lo que se paga del otro lado del río Uruguay.
No obstante, la magnitud de lo que está ocurriendo ahora carece de precedentes, según explicaron diferentes voces consultadas por este Diario, asombrados por lo que están observando día a día.
“Barrios enteros cruzando”
Además de diputado provincial y excoordinador del centro de fronteras, Cristian Castro es docente en San Javier y es conocido como “el profesor que ayuda a hacer trámites” a los estudiantes que quieren ingresar a alguna fuerza o la universidad. En el último tiempo creció su asombro al ver que va en aumento el número de jóvenes que pedían su ayuda para completar papeles para cruzar la frontera.
“Es increíble lo que está ocurriendo. Hay barrios enteros yéndose a Brasil a trabajar”, explicó en diálogo con PRIMERA EDICIÓN.
En ese contexto, indicó que “algunos grupos van a hacer ladrillos o carbón a 80 kilómetros de distancia”. Mientras que otro sector mayoritario realiza una distancia más lejana para trabajar en la cosecha de manzana y de uva.
“Vienen entre 20 y 25 jóvenes por semana a mi casa a pedir que le haga el trámite de los antecedentes para cruzar a Brasil”, acotó. Detalló, además, que es de 18 a 25 años el promedio de edad de los trabajadores.
Castro agregó que no son solamente cruzan a Brasil a buscar empleo en la cosecha. Marcó que hay jóvenes que van a realizar tareas de ama de casa en quintas con piletas, en comercios, entre otros ejemplos.
“Algunos que ya hace dos meses o tres meses que están trabajando en Brasil, ya les empiezan a llevar al primo, al papá, al tío”, acotó.
En esa línea, explicó que “el brasilero valora lo trabajador que es el argentino” y por eso vienen a buscarlos.
Cabe señalar que esos trabajos son netamente informales, sin, por ejemplo, cobertura médica. Esto que parece una desventaja, también tiene su cara contraria porque permite a los “trabajadores golondrinas” mantener los planes sociales del lado argentino.
Más voces
Intendentes fronterizos también se hicieron eco de lo que está ocurriendo en sus comunas y ratificaron el fenómeno migratorio hacia Brasil.
Es así que el alcalde de Panambí, Rosendo Fuchs, contó a este Diario que muchos jóvenes de su Municipio van a Brasil donde hay “una fuerte demanda de trabajos, ya sea en algún reconocido frigorífico de Santa Rosa o Santo Cristo, o en algunas chacras para la cosecha de frutos, o en los cuidados de animales”.
“Toman la decisión de irse, porque acá también está difícil la situación de generar empleo, las remuneraciones, el pago a empleados, etc.”, añadió.
Por su parte, el jefe comunal de Bernardo de Irigoyen, Edgardo Aquino, diferenció a los jóvenes que “cruzan a Dionisio Cerqueira a trabajar en comercios o restaurantes”, de la “mayor parte, que hace 100, 200, 300 kilómetros y van a trabajar de 15 días a un mes en cosecha de uva, de cebolla, de tabaco y de las diferentes actividades agrícolas”.
“Sacan entre 100 y 150 reales por día (unos $25.000 y $37.500 respectivamente. Y algunos llevan al grupo familiar para obtener mayor dinero y trabajan juntos todo el mes”, acotó.
En el mismo sentido, se pronunció el intendente de El Soberbio, Roque Soboczinski: “Hace tiempo que ocurre esto, pero la diferencia entre monedas hizo que aumente. Van a cosechar uvas, cebolla, ajo, banano, manzana, pera, duraznos; y a cuidar estancias”.
Cuánto y cómo pagan del otro lado de la frontera
PRIMERA EDICIÓN accedió en exclusiva a una propuesta laboral para trabajar en una cosecha de manzana en Brasil. Los requisitos son:
• CPF
• Certificados de antecedentes
• Fotocopia de partida de nacimiento
• Fotocopia de DNI
• Foto tipo DNI de 3×4
El trabajo en cuestión consiste en cosechar manzanas y se trabaja de lunes a sábado de 7:30 a 12 y de 13 a 17:30. El sueldo es de 1.630 reales por mes, con comida, alojamiento y pasajes que van por cuenta cuenta de la empresa.
Teniendo en cuenta un tipo de cambio a $250 (lo que cotiza el real en la frontera) el salario anterior equivale a unos $407.500
En la oferta de trabajo se aclara que es obligatorio cosechar “2.5 rack” por día para cubrir el sueldo y todo lo que se cosecha de más se paga aparte como bonificación.
Los domingos también se puede trabajar y eso es solo bonificación, con un el valor del rack que es 30 reales aproximadamente. De acuerdo a lo que pudo saber este Diario, una persona cosecha entre 5 y 6 racks por día.
Además, los días de lluvia, sino es fuerte, se puede trabajar igual con un piloto. Cada trabajador puede hacer las horas que quieran.
Según explicaron a este medio, en las condiciones anteriores una persona puede “sacar 3.000 reales limpios” y eso serían casi $750 mil al mes. Aún así, otras voces aclararon que ese es un “mínimo” de lo que pueden llegar a percibir.
En esos campamentos no se permiten:
Drogas
• Mujeres
• Bebidas alcohólicas
• Peleas
Logística
El viaje se realiza a través de un colectivo, que salió de Porto Xavier entre el 5 y 10 de enero y la vuelta está pautada para el 30 de marzo como fecha estimativa (son unos 75 días).
El pasaje de la balsa lo afronta cada trabajador ($2.500 por persona).
Fuente: Primera Edición
2 Comentarios
Yo quiero ir soy de Buenos Aires
Quiero ir a cosechar a Brasil