Encuesta: Un 29,3% de la población aprueba la gestión del presidente Fernández
Zuban Córdoba y Asociados llevó adelante un informe nacional del mes de septiembre de 2022. El objeto de estudio del mismo se basó en la población mayor de 16 años de edad de todo el país.
Para llevar a cabo dicho informe, se utilizó la técnica de recolección de datos, a través de un cuestionario online.
El estudio cuenta con tres módulos: uno de ellos es el módulo gestión el cual indica el porcentaje de aprobación que tiene la población del gobierno nacional, el segundo es el módulo atentado a Cristina Fernández el cual indica el porcentaje de qué sensación le produjo a la población el atentado y el tercero es el módulo electoral el cual indica los porcentajes de los espacios políticos a los cuales la población votaría si hoy fueran las elecciones presidenciales.
Los argentinos y argentinas tenemos con nuestra historia, al menos con los últimos 70 años, una relación muy particular, una relación audiovisual. Todos nuestros recuerdos políticos están linkeados a imágenes bien específicas. El funeral de Evita, el bombardeo a la Plaza de Mayo, la guerra de Malvinas, la vuelta a la democracia con el triunfo de Alfonsín y ese histórico último discurso de campaña, todos esos eventos y muchos más evocan en nuestras cabezas las imágenes de esos sucesos.
Nuestra historia moderna está grabada y registrada en foto y video.
Desde hace poco más de una semana una nueva imagen se agregó a ese registro de nuestra memoria histórica y política. Una imagen trágica y violenta, que puso a la democracia misma en el filo como no sucedía desde hace décadas. Vimos, a través de la TV y todas las redes sociales, como una pistola apuntaba contra la cabeza de la Vice presidenta de la Nación. Esos pequeños instantes filmados por muchos celulares van a permanecer en la historia. Nadie podría cuestionar esa realidad.
Lo discutible son las causales y efectos sociales y políticos de ese evento y como percibió la sociedad argentina a este atentado fallido.
Sobre ese cuestionamiento va este Domingo de Datos.
Una primera certeza: un 93% dice estar informado sobre lo sucedido. Pocos eventos en nuestra historia reciente logran ese nivel de conocimiento público. Hay que decirlo sin lugar a dudas: durante los últimos diez días, el país entero no habló de otra cosa.
El 55% cree que el atacante fue parte de una organización o conspiración. Solo un 15% adhiere a la tesis del “loco suelto”. La sociedad acompaña así la que es a estas horas la principal hipótesis de la justicia en la investigación del atentado.
Sin embargo, un 71% no tiene confianza en que la justicia vaya a esclarecer lo sucedido. El Poder Judicial tiene aquí un desafío enorme, que probablemente afecte su credibilidad durante los próximos años o incluso décadas. Las distintas desprolijidades que surgieron al respecto de la investigación, como el formateo del celular del atacante, sin dudas contribuyen y alimentan esta desconfianza.
La investigación judicial y los discursos políticos parecen estar corriendo por carriles separados. Lo que en las primeras horas parecía ser una oportunidad de unir a nuestra clase política y generar nuevos acuerdos democráticos, rápidamente se transformó en otro hecho diluido por la polarización. Todos los sectores se refugiaron en sus núcleos duros. Eso se ve reflejado también en la opinión pública.
Cuando se le pregunta a la sociedad por la responsabilidad y la madurez de los distintos sectores políticos ante el atentado, la mayoría responde de acuerdo a sus sesgos e identificaciones partidarias: quienes votaron por el FDT ven en el oficialismo más madurez y quienes votaron por JxC tienen el mismo sesgo hacia sus representantes. Solo un dato puntual parece romper esta inercia. Cuando se le pregunta a la opinión pública que sector influye positivamente para neutralizar y disminuir los discursos de odio, la primera opción en aparecer es “ninguno” con un 32%.
La sociedad mira el atentado a través de sus sesgos ideológicos, pero eso no evita que también demanden pacificación y acuerdos democráticos. La Argentina sigue esperando de sus políticos que sean capaces de normalizar el debate público.
Un 71% dice que tanto el oficialismo como la oposición deberían moderarse luego del atentado. Un porcentaje prácticamente idéntico afirma que se debería firmar un acuerdo de convivencia democrática. La polarización, aunque exacerbada y agresiva, no elimina el carácter democrático de la sociedad argentina. Ese es un límite que aún no cruzamos, aunque no debemos dejar de alertar que el debilitamiento del debate político y el debilitamiento de la conversación publica ponen en serio riesgo esta democracia que con tanto dolor y esfuerzo cívico supimos conseguir.
Sin embargo, no cruzar ese límite, es algo que debe garantizar la política, no la sociedad. Esa es, desde nuestra humilde mirada, la principal reflexión que estos datos deberían dejarnos.
BONUS TRACK con la recuperación de Milei
Luego que registráramos un explosivo crecimiento de su imagen negativa, hoy estamos viendo una recomposición de su imagen pública, recuperando valores previos. Lo que se mantiene casi en los mismos niveles, es la intención de voto hacia su espacio, manteniendo los tercios imperfectos que registramos desde hace unos meses atrás.
El hecho de no aventurarse más allá de los temas económicos, y el rechazo y malestar generalizado, parecen actuar como un revitalizador electoral del libertario. Cuando los extremos de la grieta profundizan en sus avatares Milei recupera terreno. Esa parece ser la lógica con la que está funcionando la disputa electoral en Argentina.
Aquí adjuntamos los datos del informe:
Empezamos repasando los principales indicadores de gestión de Alberto Fernández:
El gobierno acumula un 69% de valoración negativa.
Un 71% siente que el país va en la dirección incorrecta. Ninguno de estos indicadores sufrió grandes cambios en el último mes.
Con respecto al atentado contra CFK, la preocupación, la bronca y la tristeza son las sensaciones que más aparecen entre el público. Un 22% prefirió no elegir ninguna de las sensaciones enlistadas.
El 55% cree que el autor del atentado fue parte de una organización o conspiración. Solo un 15% cree en la teoría del lobo suelto. La opinión publica acompaña así la principal hipótesis de la investigación judicial.
Aunque la tesis de los discursos de odio no genera grandes consensos en la sociedad, si hay una inmensa mayoría que cree que es necesario bajar los niveles de violencia en el debate público. Este dato debería ser seguido con atención por toda la clase política.
En ese mismo sentido, también es mayoritaria la idea de que oficialismo y oposición deberían firmar un acuerdo de convivencia democrática. ¿Será capaz la política de escuchar esta demanda social?
Más datos de relevancia:
Más del 70% no siente confianza en que la justicia vaya a esclarecer el atentado. Ante la pregunta «¿Qué sector contribuye más para disminuir los discursos de odio en Argentina?» La opción Ninguno ocupa el primer lugar con un 32%.
informe nacional septiembre 2022
1 Comentarios
En mi larga vida, no vi, no me imaginé jamás tener un presidente de mi amado País tan inútil como este sr y su nefasto entorno…me duele MI PATRIA ???