El Salvador estrenó su mega prisión con el ingreso de 2000 pandilleros
En su lucha contra los pandilleros, Nayib Bukele presidente de El Salvador trasladó a la cárcel más grande de América a miles de reclusos. Tiene capacidad para 40.000 prisioneros.
El gobierno de El Salvador trasladó a los primeros 2000 pandilleros a la nueva mega cárcel. El presidente Nayib Bukele compartió un video en sus redes sociales donde se mostró orgulloso de la lucha contra las maras que se está llevando a cabo en el país. “Esta será su casa donde vivirán por décadas”, dijo Buleke, durante el ingreso de los reclusos en un impresionante operativo.
La nueva infraestructura está diseñada para albergar a 40.000 delincuentes y fue inaugurada este mes por el presidente salvadoreño. Bukele libra una “guerra” contra los grupos del crimen organizado desde marzo de 2021.
La gigantesca prisión ha sido objeto de duras críticas porque violaría derechos humanos y por ir en contra de las normas internacionales. Incluye pabellones de confinamiento con cabinas metálicas y “celdas de castigo”. También cuenta con instalaciones para fabricar distintos productos a manos de los reclusos. A 74 kilómetros de la capital del país, el centro destaca también por sus rigurosos controles de acceso.
A pesar de que el Gobierno no avisó sobre los traslados, decenas de familiares se movilizaron a la prisión La Esperanza, conocida como Mariona, en San Salvador. Según constató EFE, en este lugar se concentraron unas 150 personas y la salida de varios autobuses del recinto.
La construcción de esta prisión se dio entre críticas de la oposición que ha señalado falta de transparencia, principalmente por la aprobación en la Asamblea Legislativa, dominada por el oficialismo, de una ley que permitía saltarse los controles acostumbrados en las obras estatales.
A inicios de febrero, Amnistía Internacional (AI) expresó su preocupación por esta nueva cárcel en El Salvador, y expresó su “profunda preocupación”, dado que “la construcción de esta nueva prisión podría suponer la continuidad y el escalamiento de estos abusos”.
De acuerdo con las cifras oficiales, bajo el régimen de excepción, aprobado en marzo pasado tras una escalada de asesinatos, se ha detenido a más de 64.000 personas, a las que el Gobierno acusa de ser pandilleros y de las que se han liberado a más de 3.300.
Las organizaciones humanitarias salvadoreñas y la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos (PDDH) han recibido más de 7.900 denuncias de atropellos, la mayoría por detenciones arbitrarias.
Las autoridades atribuyen a esta medida y al Plan Control Territorial la caída de los homicidios, que según las cuentas oficiales fueron 496 en 2022, un 57 % menos que en 2021.
Con información de EuroNews