El ministro de Educación y la presidente del CGE huyeron de un ágape ante reclamos de docentes en Oberá
El clima de tensión en el ámbito educativo de Misiones alcanzó un nuevo punto álgido este lunes por la mañana, cuando el Ministro de Educación de la provincia, Ramiro Aranda, y la presidente del Consejo General de Educación (CGE), Daniela López, se vieron obligados a abandonar precipitadamente un ágape en Oberá, ante la llegada de un grupo de docentes reclamando respuestas a sus pedidos de aumento salarial.
El incidente tuvo lugar en el Club Social de Oberá, donde Aranda y López realizaban una celebración destinada a supervisores y docentes jubilados –algunos acusados por sus colegas de “apretadores seriales”-. Sin embargo, la fiesta se vio interrumpida cuando un grupo de educadores se presentó en el lugar exigiendo ser escuchados respecto a sus demandas salariales.
Este episodio se enmarca en una serie de protestas que vienen ocurriendo desde los primeros días de mayo, con docentes de toda la provincia realizando asambleas, paros y reclamos en sus lugares de trabajo, todo con el objetivo de presionar al gobierno provincial por aumentos salariales dignos.
Entre las principales quejas de los educadores se encuentra la denuncia de que muchos maestros se encuentran en situación de indigencia debido a los bajos salarios que perciben. Este reclamo por condiciones laborales y salarios justos ha generado un clima de malestar creciente en la comunidad educativa de Misiones.
Al reclamo salarial, se sumó el malestar de los maestros por una circular donde el CGE solicita a directivos y supervisores a informar sobre los trabajadores que participen de las asambleas y los paros.
Mientras tanto, los educadores continúan firmes en su lucha por obtener respuestas concretas y soluciones a sus demandas, mientras el diálogo con el gobierno provincial parece estancado.
Misionescuatro