Del misterio del cadáver quemado a un costado de las vías del tren en la orilla del Paraná en el barrio Nuevo Garupá, a los ribetes macabros de una muerte violenta y un cuerpo que continúa sin identidad.
El adelanto de la autopsia realizada ayer en la morgue judicial de Posadas indicó que los restos quemados de un hombre de 60 años aproximadamente fueron golpeados previamente y que la víctima tiene el cráneo fracturado y hundido, y lesiones de ataque en el pecho y brazos.
Hasta el momento se descartó un ataque al corazón para una persona que deambulaba por la zona (a 500 metros del acceso sur entre Garupá y Posadas), ni pastizales en llamas
por el calor entre el domingo por la noche, lunes y madrugada del martes que quemaron el cuerpo.
No se trata de un giro en las sospechas: se trata de la confirmación que los pesquisas de la Unidad Regional X y las primeras pericias de la Dirección Policía Científica establecieron antes que el cadáver ingresara a la morgue.
La hipótesis de un deceso violento avanzó con la confirmación de que las huellas dactilares no correspondían al hombre desaparecido hace un mes en Garupá. Y cuyos familiares se acercaron el martes a la policía para comunicar la posibilidad al enterarse del hallazgo alertado por una mujer de 35 años que caminaba por el tramo de tierra, durmientes y rieles.
En cuanto al tiempo transcurrido entre el ataque y muerte y los primeros estudios de peritos en la escena del hecho, se mantiene un lapso de doce horas pero también se recogieron evidencias de que el fuego fue intencional y para ocultar precisamente la identidad de la víctima pero también cualquier elemento probatorio determinante para el o los homicidas.
Los informes preliminares de autopsia llegaron de inmediato ayer al juez de Instrucción 6, Ricardo Walter Balor, y al fiscal respectivo, René Germán Casals, quienes aguardan los pasos de la investigación de la policía para tomar las próximas medidas.
En tanto no se identifique y ubique a los familiares de la víctima, el cuerpo permanecerá en la Morgue Judicial.
Las mismas fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN coincidieron en que el lapso de muerte se estimó entre 24 y 36 horas, por lo que no descarta que el deceso se haya registrado el domingo por la tarde o noche.
El cuerpo fue encontrado en una zanja seca y entre pastizales quemados. Tras cinco horas de labores de especialistas de la Dirección Policía Científica, se adelantó que no presentaba a simple revisión heridas de arma blanca o de bala.
No se descarta la posibilidad de un desenlace fatal por un accidente, es decir, que la víctima haya caído por algún otro motivo. Pero tampoco se hallaron elementos o detalles de que haya ocurrido una agresión física, insistieron ayer voces ligadas a la investigación en contacto con este Diario.
Para sospechar sobra
Se tejieron varias posibilidades en torno a la muerte y a la posible identidad o procedencia de la víctima.
La venta de drogas en la zona, principalmente marihuana prensada y que hasta hace pocos meses habría estado monopolizada por un matrimonio y hoy lo lideraría una mujer con apodo de estrella mundial de la música, es una de las sospechas.
Pero también asomó el contrabando de mercaderías provenientes de Paraguay, además de los estupefacientes, como presuntas causas de un homicidio en ajuste de cuentas.
La zona por la noche es considerada de poca seguridad, sin iluminación y de escasas recorridas de patrulleros por un camino que antiguamente se utilizaba para esquivar el control policial de “la Garita” de la ruta nacional 12.
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