Dos jóvenes misioneras fueron asesinadas por el ejército paraguayo
Dos chicas con nacionalidad argentina, tendrían domicilio en Puerto Rico, murieron acribilladas en un supuesto enfrentamiento entre una patrulla del Ejército del vecino país y hombres del autoproclamado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), un grupo guerrillero que opera en el norte de Paraguay desde el 2008.
La información oficial, difundida por el gobierno del presidente Mario Abdo Benítez indica que las niñas eran parte de la vigilancia del grupo armado y que respondieron a balazos la llegada de los soldados.
La familia de las víctimas niega rotundamente esta versión y asegura que las menores fueron asesinadas por el Ejército al no poder escapar con los demás guerrilleros. Es que, según la familia, las adolescentes estaban ahí de visita a sus padres, que sí integran el grupo guerrillero, para pasar un cumpleaños, cuando llegó la patrulla militar.
El Territorio se comunicó ayer con Genoveva Oviedo, que reside en Itapúa, Paraguay. La mujer, hermana de un referente del EPP, se identificó como tía política de las menores y aseguró que las niñas vivían en la provincia de Misiones y tienen DNI argentino.
Las identificó como Aurora de 11 años, hija de Magna Meza y Liliana de 12 años, hija de Liliana Villalba, dos dirigentes del EPP. “Ellas se criaron como hermanas. Son nenas bien educadas, buenas estudiantes, jamás tuvieron nada que ver con la guerrilla, no saben andar en el monte. Nosotros, toda la familia, las criamos con mucho amor dada la situación de sus padres. Ellas vivían en Argentina con su abuela”, dijo Oviedo en una comunicación telefónica con este diario.
En cuanto a la hipótesis que maneja la familia sobre lo que realmente pasó en Yby Yaú dijo que creen que las adolescentes no pudieron escapar, como el resto de los guerrilleros a la llegada de los militares. Y que fueron asesinadas en el lugar y después vestidas con uniforme similar al que usaría la guerrilla para disimular un enfrentamiento que no existió.
En las fotografías de las víctimas que Oviedo publicó en sus redes sociales se ve que los uniformes que visten están particularmente limpios y no tienen vestigios de sangre. Lo que contrasta con el informe de las autoridades paraguayas que dicen que recibieron seis disparos: una de ellas (sería Liliana) en distintos lugares del cuerpo y la otra (Aurora), dos; uno en el cuello y otro en el abdomen.
“Pudimos concluir que en el cuerpo, uno que fue el primero que levantamos, encontramos seis impactos de bala, cada uno de ellos con orificios de entrada y orificio de salida, y en el segundo cuerpo encontramos dos impactos de bala, uno a nivel del cuello con ingreso de un lado y salida del lado opuesto y otra herida a nivel de la región abdominal alrededor del ombligo”, explicó el médico forense de la Fiscalía Zonal de Horqueta, Cristian Ferreira.
Aseguró que la mayor fue quien recibió mayor cantidad de impactos de bala y que ambas adolescentes fallecieron a causa de un shock hipovolémico por heridas de proyectil ocasionadas con armas de fuego.
El contraste de la familia es contundente. “Creemos que la mataron indefensas. No habrán corrido ni diez metros. Ellas nunca vivieron esa vida. Eran muy amadas y protegidas por sus tías y abuela”, dijo Genoveva Oviedo a este diario.
El hecho
El enfrentamiento se registró en la mañana del miércoles en la estancia Paraíso, ubicada en la ciudad de Yby Yaú, en el Departamento de Concepción, ubicada a 560 kilómetros al norte de Encarnación. Según informó el gobierno paraguayo, durante el tiroteo lograron darse a la fuga unas doce personas. Se sospecha que algunas fueron heridas ya que se hallaron rastros de sangre en el lugar.
Se incautaron decenas de armas y aparatos de comunicación, explosivos caseros, tablet, notebook, cámaras fotográficas, municiones y prendas de vestir. Por la forma en que fue hallado el campamento guerrillero queda claro que fueron sorprendidos por la patrulla militar y tuvieron poco tiempo para escapar. Lo llamativo del caso, que de alguna manera confirma la hipótesis de la familia, es que no hubo bajas entre los guerrilleros, algo más coherente con un enfrentamiento. Las dos adolescentes, las únicas muertes.
El gobierno del presidente Mario Abdo Benítez presentó el incidente como un rotundo triunfo de las fuerzas armadas paraguayas en la lucha contra el autoproclamado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP). Incluso, el primer mandatario viajó hasta el lugar del incidente para felicitar a los uniformados. A pesar que durante todo el día no pudieron identificar los cadáveres, claramente no son paraguayas, decidieron inhumarlos y dar el caso por cerrado, con una llamativa celeridad, justificada por los tiempos de pandemia.
Si bien la prensa del vecino país sólo reprodujo la información oficial, ayer a la tarde aparecieron voces críticas al procedimiento. El analista político Horacio Galeano Perrone calificó de “grave error” la muerte de las dos menores en el supuesto enfrentamiento. Y que el Estado de Paraguay se enfrenta a una demanda internacional. El Estado se expone a ser demandado ante organismos internacionales por no tener un protocolo para manejo de menores. “Van a venir una serie de consecuencias, no van a poder tapar el error porque le van a venir los organismos internacionales encima”, señaló. Para Galeano Perrone se montó un show y que al final salió mal. Sobre la presencia del presidente Mario Abdo en el sitio del enfrentamiento, el analista dijo que eso nunca debió suceder y remarcó que el mandatario está muy mal asesorado. El analista cerró su opinión señalando que nunca el gobierno puede llamar exitoso a un procedimiento donde se matan a dos adolescentes menores de edad.
NN para las autoridades paraguayas
Las adolescentes asesinadas en el supuesto enfrentamiento permanecían sin haber sido identificadas oficialmente por las autoridades del vecino país. Sin embargo, avanzaron extraoficialmente en mencionarlas como familiares de los líderes del EPP y de nacionalidad argentina. Confirma lo que la tía política de las víctimas dijo a este diario.
El comisario Nimio Cardozo, jefe de Antisecuestros de la Policía Nacional, detalló ayer que se hallaron una secuencia de fotografías que refuerzan la hipótesis de que una de las abatidas del Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) sería hija de ambos líderes criminales y estuvo en Argentina antes de formar parte del grupo.
Según comentó, en las imágenes encontradas en poder de una de las adolescentes aparece la madre de Carmen y Osvaldo Villalba. En otras fotografías observaron a la adolescente en compañía de Magna Meza y Osvaldo Villalba, junto con quien sería su hermano”, informó el diario Última Hora.
“Creemos en un 90% que es hija de Magna y Osvaldo. En la secuencia de fotografías está la abuela y eso hace suponer que, como la mamá de Carmen Villalba nunca más volvió al país, que ella (la fallecida) estuvo en Argentina”, dijo Cardozo.
“En relación con la otra fallecida, comentó que la misma tiene rasgos parecidos con la otra adolescente y no se descarta que sea hija de Manuel Cristaldo Mieres y Liliana Villalba”.
“Ellos se mueven en núcleos familiares y creemos que pueden ser familiares. Pero no podemos todavía confirmar en un 100%, vamos a seguir trabajando y en el transcurso del día vamos a tener esos datos”, agregó en declaraciones a la prensa paraguaya.
El Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) es una organización guerrillera que opera oficialmente en Paraguay desde el 1 de marzo de 2008, aunque se estima que sus antecedentes se remontan a la década del 90 cuando presuntamente actuaron como “brazo armado clandestino” de Patria Libre (partido de extrema izquierda fundado en esa época). El EPP opera de manera similar a las guerrillas paramilitares de izquierda latinoamericanas insurgentes en épocas de dictadura. El gobierno paraguayo alega que sus primeros cabecillas y miembros incluso fueron entrenados por integrantes de las Farc en Colombia, entre otros grupos armados. Se calcula que posee entre 50 y 150 integrantes que operan en células y divididas en diferentes estratos. Su zona de influencia actual sería el nordeste de la región oriental de Paraguay, principalmente en los departamentos de Concepción y San Pedro, a unos 450 kilómetros de Ciudad del Este, ciudad fronteriza con Misiones. En su país están acusados de perpetrar extorsiones, expropiaciones y secuestros, entre ellos casos muy resonantes como el de Luis Lindstron y Fidel Zabala, dos acaudalados ganaderos paraguayos. Si bien fue antes de su fundación oficial, se cree que algunos de sus miembros también pudieron haber participado del rapto de Cecilia Cubas, hija del ex presidente Raúl Cubas Grau, tomada cautiva en septiembre de 2004 y hallada muerta un año después.
Fuente: www.elterritorio.com.ar