Doña Tola: Su nieto tiene hasta el viernes para desalojar la casa

Ver esta publicación en Instagram
La historia de Doña Tola, una reconocida pionera de Puerto Iguazú, ha conmovido a la comunidad y cobró trascendencia pública en los últimos meses. La mujer, de avanzada edad y con problemas de salud, regresó a la ciudad con el anhelo de recuperar su propiedad familiar y cumplir su deseo más íntimo: “morir en paz en mi casa”.
Durante años, Doña Tola residió en Posadas debido a una lesión de cadera mal curada que la mantiene postrada. Sin embargo, su regreso a Iguazú estuvo marcado por un conflicto familiar que la dejó en medio de un largo proceso judicial.
En 2020, Doña Tola otorgó un poder a su nieto Alberto con la intención de que pudiera vender la propiedad y, con ese dinero, comprarle una pequeña casa con patio en otro lugar, donde ella pudiera disfrutar de un entorno tranquilo, rodeada de naturaleza. A pesar de sus limitaciones físicas, Doña Tola continúa tejiendo y pintando, actividades que mantiene con vitalidad.
El plan inicial nunca se cumplió. Según relataron sus familiares, Alberto cobró alquileres de la propiedad sin rendir cuentas a su abuela, lo que motivó que en 2021 ella revocara el poder y lo transfiriera a Mónica, otra de sus nietas, quien la cuida desde hace más de cinco años.
El regreso de Doña Tola a Iguazú, este año, estuvo marcado por un nuevo conflicto. El nieto se negó a abandonar la vivienda, alegando que necesitaba siete días para retirar sus pertenencias, plazo que nunca cumplió desde el mes de julio.
La situación tomó estado público y movilizó a diversas personas e instituciones locales. Entre ellos, el abogado Fabián de Sá, quien brindó orientación legal a Mónica, la actual apoderada y cuidadora de la pionera.
El conflicto se intensificó la semana pasada, cuando la policía acudió al domicilio de Doña Tola tras una denuncia por presunto abandono de persona presentada por el nieto. Sin embargo, el personal policial constató que la mujer estaba lúcida, en buen estado de salud y recibía correctamente su medicación, desestimando las acusaciones.
Posteriormente, el viernes, Mónica fue recibida por la jueza de Familia, María Eugenia Fioranelli, a quien expuso la situación. Tras escuchar el caso, la magistrada emitió una orden de desalojo contra Alberto, fijando un plazo de siete días para que abandone la propiedad, que vence el viernes 10 de octubre.
Según relató Mónica, el nieto permanece en el piso superior de la casa, sin dar señales de cumplir con la orden judicial, mientras que Doña Tola y su nieta habitan el primer piso. La policía volvió a notificar a Alberto sobre el desalojo y se espera que en los próximos días se concrete la medida.
Ver esta publicación en Instagram