Después de más de dos años de debates, la boleta única de papel (BUP) quedó cerca de convertirse en ley nacional este martes, con el respaldo del oficialismo y bloques dialoguistas en la Cámara de Diputados. Este nuevo instrumento de votación reemplazaría la tradicional boleta partidaria en las elecciones nacionales a partir del próximo año.
El proyecto recibió dictamen favorable en un plenario de comisiones de Asuntos Constitucionales, Justicia y Presupuesto, lo que allanó el camino para su votación en la sesión del mismo martes. Si bien hubo oposición por parte de Unión por la Patria y algunos sectores de la izquierda, los bloques de La Libertad Avanza y otros aliados acordaron respetar las modificaciones introducidas por el Senado.
Uno de los puntos más controvertidos fue la eliminación del casillero de voto por lista completa, que el Senado había suprimido a instancias de partidos provinciales. Aunque algunos diputados intentaron restituirlo, finalmente no prosperó, y el bloque de La Libertad Avanza, liderado por Martín Menem, decidió respetar el acuerdo del Senado.
“El diseño de la boleta única será similar al implementado en Mendoza en 2023: los cargos electivos estarán en filas horizontales, mientras que las agrupaciones políticas se ubicarán en columnas verticales. El elector deberá marcar los casilleros correspondientes a sus candidatos preferidos”, explicó la diputada Silvia Lospennato, quien destacó que la BUP no solo garantizará la igualdad en la competencia, sino que también reducirá el uso indebido de dinero en la política.
Por otro lado, el diputado correntino Lisandro Almirón, de La Libertad Avanza, argumentó que el casillero de lista completa “simplifica el proceso” y lamentó su eliminación. Desde la Coalición Cívica, Juan Manuel López acusó al peronismo de haber utilizado el clientelismo para mantener su dominio electoral, señalando que la nueva boleta brindaría independencia en provincias como Buenos Aires.
Por su parte, Germán Martínez, jefe del bloque de Unión por la Patria, defendió el sistema actual de boleta partidaria y aseguró que no ha habido antecedentes de fraudes electorales en la democracia argentina, subrayando: “A la democracia, a los partidos y a la militancia política los vamos a seguir defendiendo”.