Detenido por el crimen de la taxista podría ser juzgado en tres meses por matar a su pareja

 Detenido por el crimen de la taxista podría ser juzgado en tres meses por matar a su pareja

Franco Ramos (27), implicado en el asesinato de Claudia Benítez, tiene fecha de juicio para septiembre como principal apuntado en el femicidio de Marina Da Silva (19), en diciembre de 2013.

La reciente detención de su ex yerno Franco Ramos (27) como sospechoso en la investigación por el asesinato de la taxista Claudia Benítez (35), volvió a remover muchos sentimientos en el corazón de María Cristina Da Silva (44).

Desde el 31 de diciembre de 2013, esta última lleva una larga lucha por obtener justicia y esclarecer el cruento femicidio de su hija Marina (19), la mayor y única mujer entre sus siete primogénitos, que en vísperas a recibir el 2014 fue encontrada asesinada a golpes dentro de un pozo de agua cercano a una olería de Campo Bauer, en el paraje Nemesio Parma de la capital provincial.

A casi ocho años del cruento suceso, María Cristina no ve la hora que el tan esperado debate oral por la muerte de su hija ponga en la silla de los acusados no sólo a Ramos, a quien considera como el autor material, sino a los otros implicados que tiene la pesquisa.

Se trata de Alejandro «Pili» Da Silva, amigo de Ramos; Juan Ángel Portal, supuesto amante de Marina, y Omar Rito Ramírez, dueño de una olería en la que trabajaban varios de los involucrados. De todas formas, según precisó la madre de la víctima, este último habría fallecido hace pocos meses y no podrá ser juzgado como ella hubiera querido.

El femicidio de Marina recaló en la sala de audiencias del Tribunal Penal Dos de Posadas y ya tuvo dos suspensiones. La primera en agosto de 2019 y la segunda el año pasado.
En ambas fechas resultó clave la cuestión de agenda del tribunal, como así también los imponderables problemas de reacomodamiento de fechas de otros juicios que trajo aparejado la pandemia por el Covid-19.

El femicidio de Marina recaló en la sala de audiencias del Tribunal Penal Dos de Posadas y ya tuvo dos suspensiones. La primera en agosto de 2019 y la segunda el año pasado.
En ambas fechas resultó clave la cuestión de agenda del tribunal, como así también los imponderables problemas de reacomodamiento de fechas de otros juicios que trajo aparejado la pandemia por el Covid-19.

Más allá de esto, según pudo saber este matutino, en octubre del año pasado se fijó como fecha tentativa para la concreción del debate el mes de septiembre de este año. Incluso las fuentes consultada indicaron que serían varias jornadas con declaración de testigos distribuidas entre el 15 y el 21 de ese mes.

Los voceros fueron muy claros al afirmar que esta fecha tentativa puede cambiar dependiendo las cuestiones de agenda y el análisis de posibles nulidades del proceso que debe realizar el fiscal del tribunal, Antonio Glinka.

Por este hecho, Ramos aguardaba ser juzgado en libertad luego de que en 2020 venciera el plazo de la prisión preventiva que en su momento le fijó el juez Ricardo Balor, titular del Juzgado de Instrucción Seis de Posadas y a cargo de la investigación del caso.

Los otros tres implicados, en tanto, ya habían obtenido la libertad un año después del crimen mediante la excarcelación, aunque no lograron esquivar ir a juicio tras el requerimiento de elevación del expediente hecho por la fiscal Patricia Clerici.

«Solo quiero Justicia»

Sobre la detención de Franco Ramos, nuevamente como implicado en otro femicidio, María Cristina Da Silva contó: «La verdad que sorprenderme como sorprenderme no, porque yo siempre tuve la sospecha que fue él quien mató a mi hija. Pero la indignación que yo tengo es por qué le largaron a él, con todas las pruebas que indican que él había sido el que mató a mi hija en ese pozo. Si bien no pudo haber sido él solo, él fue la última persona que estuvo y que le vio con vida a mi hija».

Comentó que se enteró de la detención por las noticias y que «a través de esa desgracia (crimen de la taxista) Dios va hacer justicia, pero tuvo que pasar esto para que él estuviera preso y está haciendo las mismas cosas que hizo cuando lo detuvieron por lo de mi hija». E insitió: «Lo único que quiero es que se haga justicia por mi hija y por esta chica (Claudia) también».

La entrevistada reconoció que tuvo que luchar mucho por obtener la tenencia de su nieta, quien al momento del hecho tenía dos años. Asimismo, denunció que su ex yerno intentó acercarse a la pequeña, sin respetar la prohibición que le había impuesto la Justicia una vez que obtuvo la libertad tras el vencimiento del plazo de prisión preventiva.

«Cinco años tuve que dormir frente al Juzgado para que me den la custodia de mi nieta. Yo no tengo abogados para que me defiendan y hagan justicia por mi hija. Llegó un momento en donde dije voy a dejar en manos de Dios y que Dios haga justicia por mi hija porque yo no podía. No encontraba la forma de que me escuchen», recordó dolida la mujer.

Por último, al ser consultada por la supuesta implicancia de su ex yerno en el femicidio de la taxista, María Cristina fue contundente: «Yo no tengo dudas que fue él. Yo había leído una noticia en donde sus padres decían que su hijo no mataba ni a una gallina y eso es mentira. Este hombre no pensó en su hija, no pensó en nadie al hacer eso, menos va pensar en mi hija».

Casi 8 años sin Marina

El cuerpo de Marina fue encontrado cerca del mediodía del martes 31 de diciembre de 2013. Apareció masacrado en un pozo de agua cercano a la casa que compartía con su pareja, en Campo Bauer.

Su desaparición fue denunciada por su madre dos días antes, aunque según su familia, fue vista por última vez el 21 de diciembre cuando visitó a su progenitora en Cruz del Sur y dejó a su beba de dos años.

Las pericias confirmaron que había sido atada de pies y manos con cables. El o los asesinos ataron luego una piedra de 30 kilogramos al cuerpo y lo arrojaron al pozo abandonado con el fin de hacerlo desaparecer. La autopsia reveló que murió por traumatismo y fractura de cráneo. Además, se descartó una violación.

Casi 8 años sin Marina

El cuerpo de Marina fue encontrado cerca del mediodía del martes 31 de diciembre de 2013. Apareció masacrado en un pozo de agua cercano a la casa que compartía con su pareja, en Campo Bauer.

Su desaparición fue denunciada por su madre dos días antes, aunque según su familia, fue vista por última vez el 21 de diciembre cuando visitó a su progenitora en Cruz del Sur y dejó a su beba de dos años.

Las pericias confirmaron que había sido atada de pies y manos con cables. El o los asesinos ataron luego una piedra de 30 kilogramos al cuerpo y lo arrojaron al pozo abandonado con el fin de hacerlo desaparecer. La autopsia reveló que murió por traumatismo y fractura de cráneo. Además, se descartó una violación.

ElTerritorio

 

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