Con térmicas superiores a los 50°C, Brasil vive la octava ola de calor durante este año
Río de Janeiro soportaba este martes una máxima de 41°C con una térmica cercana a los 53°C. Con 40°C, San Pablo bate récords y ya es el segundo índice más alto de la historia. El país está en alerta roja. Una extensión de la zona de alta presión atmosférica impide la llegada de frentes fríos en gran parte del país
La ola de calor continuaba en todo Brasil este martes y colocó a 15 estados y al Distrito Federal en estado de peligro, con riesgos para la salud y la vida humana, según el Instituto Nacional de Meteorología (INMET), informó Globo. La masa de aire muy caliente que provoca las altas temperaturas aumenta cada día. El país vive la octava ola de este tipo en el año y está bajo alerta hasta el próximo viernes (17).
El fuerte calor que azota el país y alcanza a unos 1.500 municipios supone un riesgo para la salud de las personas, afirma el instituto, ya que las temperaturas son al menos 5°C superiores a la media durante un período superior a cinco días.
Además de las temperaturas superiores a lo normal, en la semana también se espera que el país tenga tormentas con potencial de causar daños y perturbaciones.
Para preservar la salud, los expertos recomiendan evitar la exposición al sol, utilizar protector solar, beber mucha agua y mantener los ambientes del hogar y del trabajo lo más húmedos posible.
Tres capitales tenían este martes temperaturas extremas. En algunas zonas de Río de Janeiro la máxima era de 41°C con una térmica cercana de 53°C, en San Pablo la máxima era de casi 38°C y una sensación de 40°C. Cuiabá y Teresina marcaban 41°C y 40°C, respectivamente.
San Pablo estuvo a punto de igualar su récord absoluto de temperatura máxima este lunes por la tarde.
La temperatura en la estación de referencia climatológica convencional de Mirante de Santana, mantenida por el Instituto Nacional de Meteorología, alcanzó los 37,7ºC y estuvo apenas 0,1ºC por debajo de igualar el récord de los días más calurosos jamás observados. El récord absoluto de temperatura máxima en la capital paulista es de 37,8ºC durante una intensa ola de calor en Sudamérica el 17 de octubre de 2014.
¿Por qué tanto calor?
La principal característica de la ola actual que afecta a varias regiones de Brasil es la extensión de la zona de alta presión atmosférica, que se extiende desde el norte argentino hasta el sur amazónico e impide la llegada de frentes fríos a estas zonas.
El fenómeno del Niño y el cambio climático también juegan un papel importante, aseguran los especialistas. El Niño, caracterizado por el calentamiento de las aguas del Pacífico ecuatorial, también afecta la circulación de masas de aire, intensificando la permanencia de aire caliente y seco en parte del país.
Por otro lado, según los expertos, la frecuencia de eventos extremos apunta a un cambio climático en la intensidad de las precipitaciones y el calor. Para ciudades grandes como San Pablo, factores locales como los materiales absorbentes de calor en las calles, edificios y equipos públicos crean islas de calor en el microclima municipal, advierten los expertos.
Según el meteorólogo Marcelo Seluchi, del Centro de Monitoreo y Alertas de Desastres Naturales (Cemaden), la extensión y duración en la zona de altas presiones retroalimentan el calor y la persistencia del aire seco. “La energía del sol se consume en dos cosas: aumentando la temperatura y evaporando el agua del suelo. En suelos que no están muy húmedos, porque aún no estamos en la temporada de lluvias, la mayor parte se va a la temperatura”, explicó el experto a Folha.
Para Seluchi, vinculado al Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, la primavera es todavía una estación de transición, ante la llegada del verano más lluvioso.
Efecto invernadero
Sin lluvia tampoco se produce un alivio momentáneo de las temperaturas. El papel de El Niño es precisamente reforzar este bloqueo con el cambio de las corrientes de aire, debido al calentamiento de las aguas que también altera la circulación en la atmósfera, lo que mantiene estacionados los frentes fríos en la región sur.
“En los primeros 12 días de noviembre en la región de Porto Alegre [RS] ya tuvimos 147,6 milímetros este año y probablemente veremos esta semana que será más lluviosa”, dice a Globo el meteorólogo Guilherme Borges, de Climatempo. INMET calcula que el promedio en la capital del estado para el mes será de 105 milímetros.
La evidencia de los efectos del cambio climático, según Borges, ya está comprobada. “Desde 1950 hemos vivido en un ciclo de calentamiento potenciado por las emisiones de gases de efecto invernadero”.
Puntos extremos
Ese cálculo, según Micael Amore Cecchini, profesor del Instituto de Astronomía, Geofísica y Ciencias Atmosféricas de la Universidade de San Pablo (USP), se realiza mediante estudios de atribución.
“Si solo vamos a medir la temperatura, no podemos separar el trigo de la paja. Estamos cambiando de modelo y eliminando, por ejemplo, CO2 de la atmósfera, o cubriendo el mundo de ciudades. En este sentido, los estudios ya demuestran que tendríamos una época ‘más fría’ en promedio”, advierte Cecchini.
Así, un planeta más cálido tiende a ver efectos más pronunciados de fenómenos atmosféricos, como El Niño, o incluso La Niña, que se caracteriza por la situación opuesta. “Es como una ola que sube y baja. El cambio climático aumenta los extremos de esta ola”, cerró el especialista en clima.
45 grados de media
Se espera que las temperaturas superen los 45°C en varias ciudades de Brasil en los próximos días. Al igual que las olas vividas en septiembre y octubre, una “burbuja de calor” será la responsable de las altas temperaturas previstas para los próximos días, según el Instituto Nacional de Meteorología.
También llamado “cúpula de calor”, el fenómeno se forma bajo un área de alta presión -también conocida como anticiclón- que mantiene el aire “atrapado” en su interior y estacionario sobre una región, detalló.
Tormentas aisladas y vendavales
Las lluvias aumentarán mucho en Brasil durante los próximos diez días, incluso en zonas que actualmente sufren una brutal e histórica ola de calor, así señalan los expertos.
“La proyección de precipitaciones a diez días según el modelo meteorológico europeo señala mucha lluvia en un gran número de localidades del centro-oeste, sudeste y sur de Brasil”, informó este martes el servicio meteorológico Metsul.
Una gran masa de aire frío entrará en el sur de Brasil durante el fin de semana y la consecuencia será una gran desestabilización de la atmósfera en el centro-oeste y sudeste con lluvias frecuentes y elevados volúmenes en muchos lugares.
Las peores lluvias en los próximos diez días se proyectan para la mitad norte de Río Grande do Sul, Santa Catarina y el sur y suroeste de Paraná, donde se espera que un gran número de municipios tenga volúmenes superiores a 100 mm con potencial acumulación de 200 mm a 300 mm o más en algunas ubicaciones.
Estos volúmenes tan extremos provocarán crecidas de ríos con inundaciones, con importantes impactos esperados para la población. El riesgo de deslizamientos de tierra también es alto.
La región norte está fuera del período más lluvioso del año, conocido como invierno amazónico, período del calendario en el que hay mayor concentración de lluvias, que va desde diciembre hasta mediados de mayo, y que normalmente concentra entre un 60% y un 70% de precipitación en el año, indicó el servicio.
En la ciudad de San Pablo, la mayor inestabilidad se producirá entre el sábado (18) y el martes (21) con altos volúmenes de entre 100 y 200 mm.
Río de Janeiro tendrá una secuencia de días de inestabilidad a principios de la próxima semana con lluvias a veces intensas y riesgo de tormentas eléctricas. Belo Horizonte experimentará lluvias frecuentes la próxima semana, especialmente a partir del domingo, con riesgo de fuertes lluvias y tormentas de viento.
Fuente: Primera Edición