Con bombardeos en ciudades clave de Ucrania, Rusia endurece su ataque

 Con bombardeos en ciudades clave de Ucrania, Rusia endurece su ataque

Members of the civil defense take positions as a vehicle approaches the checkpoint in Gorenka, outside the capital Kyiv, Ukraine, Wednesday, March 2, 2022. Russia renewed its assault on Ukraine’s second-largest city in a pounding that lit up the skyline with balls of fire over populated areas, even as both sides said they were ready to resume talks aimed at stopping the new devastating war in Europe. (AP Photo/Vadim Ghirda)

Las tropas rusas usan armas cada vez más poderosas y avanzan en Jersón, en el mar Negro, y continúa el asedio a Mariupol. Además, siguen las explosiones en Kiev

Ante la feroz resistencia de los ucranianos tras siete días de ofensiva del Ejército ruso, el presidente Vladimir Putin dispuso intensificar su ataque contra el corazón de las ciudades clave de Ucrania, con armas cada vez más poderosas.

Aumentan los bombardeos y el asedio sobre Kiev, la capital (con 2,8 millones de habitantes), también sobre Járkov, la segunda ciudad en población (1,4 millones de personas), clave para el control de la frontera nordeste de Ucrania, de mayoría de habla rusa y donde durante la madrugada de ayer Moscú lanzó a grupos de paracaidistas, que atacaron un hospital militar.

Más tarde un ataque alcanzó la catedral de Uspenski. Aunque no hay una cifra oficial del total de víctimas mortales desde el inicio de la ofensiva, Naciones Unidas contabiliza 136, una cifra que el Servicio Ucranio de Emergencias eleva hasta al menos 2.000 civiles muertos. Sólo en las últimas 24 horas, los ataques en Járkov dejaron 21 muertos.

Rusia dio a conocer ayer por primera vez un balance de víctimas en sus propias filas, que apuntan a 498 militares rusos muertos y 1.597 heridos en la primera semana de la invasión. Mientras, tras una semana de ataque por tierra, mar y aire contra Ucrania, el flujo de refugiados que huye de la violencia no cesa.

Al menos 874.026 personas abandonaron sus hogares en la última semana en dirección a los países vecinos, según la ONU, especialmente Polonia, país al que el lunes ya habían llegado más de 300.000 ciudadanos.

La ofensiva rusa se intensificó en Kiev con bombardeos como no se habían visto desde el inicio del ataque ordenado por Putin en la madrugada del pasado jueves. Al final de la jornada del miércoles, el centro de Kiev fue escenario de una explosión.

Una “importante tubería de calefacción” resultó dañada por el ataque de un misil en los alrededores de la estación de trenes, según fuentes del gobierno ucraniano. La estación de trenes, junto a la de autobuses, es uno de los lugares más frecuentados estos días por decenas de miles de habitantes que utilizan sus instalaciones para salir de la capital.

La explosión amenazaba con dejar sin calefacción a parte de la ciudad en la noche del miércoles al jueves, añadieron las mismas fuentes.

El Ejército ruso advirtió a la población de que abandone la capital para evitar la ofensiva que, según Moscú, va a golpear en la ciudad puntos estratégicos de la seguridad y comunicaciones ucranianas. Mientras, las fuerzas invasoras del Kremlin avanzaron por el flanco sur y lograron progresos relevantes.

Mas ciudades tomadas por Rusia

En el séptimo día de invasión, las fuerzas del Kremlin, que ya se habían hecho con el control de la ciudad de Berdiansk (113.000 habitantes), en el mar de Azov, entraron con fuerza en Jersón (290.000 censados), una importante ciudad en el mar Negro, y continúa el duro asedio a la gran localidad de Mariupol (446.000 personas). “Muchas de nuestras ciudades y pueblos ahora sufren el terror ruso”, denunció el ministro de Defensa ucraniano, Oleksi Reznikov.

Coincidiendo con esta ofensiva, Moscú y Kiev tenían previsto ayer reanudar las negociaciones para frenar la ofensiva, pero finalmente la cita se retrasó. La delegación de Putin ya se encuentra en la región de Brest (Bielorrusia), donde espera a la comitiva ucraniana para hablar hoy.

“Decidimos juntos que es más conveniente ahí para nosotros y para la parte de Ucrania. Brest tiene un buen aeropuerto y los ucranianos están más cerca de la frontera con Polonia”, explicó a Interfax el jefe del grupo ruso, el ex ministro de Cultura Vladimir Medinski.

A última hora, el gobierno ucranio también confirmó que su delegación iba de camino al encuentro.

Los analistas militares temen que Putin endurezca aún más sus ataques para desmoralizar a la resistencia. Mientras, el avance de la gran columna de vehículos militares rusos (unos 60 kilómetros) que avanza desde hace un par de días desde el noroeste hacia Kiev ralentizó su paso por la escasez de combustible y alimentos, según fuentes del espionaje del Reino Unido y Estados Unidos.


Murieron casi 500 soldados rusos

Rusia difundió ayer un primer balance de militares caídos en la primera semana de su ofensiva contra Ucrania y reconoció la muerte de 498 de sus soldados y otros 1.597 heridos. “Desgraciadamente […] tuvimos pérdidas. 498 militares rusos murieron […] 1.597 de nuestros camaradas fueron heridos” durante las operaciones militares iniciadas el 24 de febrero, declaró el vocero del ejército, Igor Konashenkov, en unas imágenes difundidas por la televisión pública rusa.

Konashenkov cifró en 2.870 los “militares y nacionalistas” ucranianos muertos y en unas 3.700 las personas heridas en el marco del conflicto. Estas cifras contrastan con los datos ofrecidos por la parte ucraniana, que aseguró que hasta ahora murieron 5.850 soldados rusos.

ElTerritorio

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