Colonia Carlos Pellegrini, entre los pueblos más lindos del mundo según la ONU
Colonia Carlos Pellegrini, un pequeño pueblo de 1.100 habitantes ubicado a orillas de la Laguna Iberá, en Corrientes, forma parte de un grupo de ocho pueblos argentinos seleccionados para participar a nivel mundial en una distinción de las Naciones Unidas, a través de la Organización Mundial del Turismo. Esta distinción busca reconocer a pueblos donde el turismo ha sido una fuente de transformación, no solo por su estética, sino por el impacto positivo que ha generado en la comunidad y su desarrollo.
Patricia Mosti, residente de Colonia Carlos Pellegrini, en diálogo con Radio Yguazú Misiones, explicó que la designación oficial de Naciones Unidas se conocerá recién en el mes de octubre.
Colonia Carlos Pellegrini se destaca por su accesibilidad y su entorno natural único. A diferencia de otros destinos, donde los turistas deben trasladarse varios kilómetros para llegar a los portales de observación, en Pellegrini todo está a pocos pasos, lo que permite recorrer el pueblo y sus alrededores caminando.
El pueblo es un destino de naturaleza y fauna. Gracias a su paisaje llano con isletas, lagunas y pastizales, los visitantes pueden observar fácilmente animales como ciervos de los pantanos, guasunchos, carpinchos y diversas aves, haciendo del avistaje de fauna una experiencia única y accesible.
La historia del turismo en Pellegrini comenzó en la década de 1990, cuando el pueblo apareció en una guía de viajes Lonely Planet, lo que atrajo a los primeros turistas nacionales e internacionales. A partir de esa llegada incipiente de visitantes, tres mujeres pioneras abrieron los primeros hoteles del pueblo, sentando las bases para el desarrollo turístico actual, un hecho destacado considerando que Corrientes era en ese momento una provincia con fuerte predominio masculino en la actividad económica.
El desarrollo turístico en Colonia Carlos Pellegrini comenzó con la apertura de los primeros tres hoteles, marcando un cambio significativo en la dinámica del pueblo. Desde entonces, la actividad turística se consolidó, llegando a involucrar a más habitantes y generando nuevos emprendimientos. Antes del auge turístico, la economía local se centraba principalmente en la cacería y la actividad agropecuaria, con establecimientos pequeños y dispersos.
Hoy, el turismo en Pellegrini mantiene una escala muy baja y personalizada. La normativa local limita a cinco el máximo de habitaciones por establecimiento, lo que asegura que la experiencia sea cercana y diferente de otros destinos más masivos, como Iguazú. Esta decisión estratégica ha permitido que los pequeños emprendimientos locales prosperen sin ser desplazados por grandes cadenas hoteleras.
“Si no se aplicaran estas medidas, un gran hotel podría operar a pérdida durante años, destruyendo los negocios pequeños y cambiando la esencia del pueblo. La intervención municipal ha sido clave para que el turismo sea una herramienta de desarrollo, permitiendo que los vecinos inviertan y que la comunidad se beneficie directamente del crecimiento económico”, explican desde la localidad.
