Biografía Musical de Roberto Goyeneche
Roberto «Polaco» Goyeneche llego a este terrenal mundo en el barrio de Saavedra de la Ciudad de Buenos Aires un 29 de enero de 1926, un exitoso cantor de tango de ascendencia vasca.
De adolescente, comenzó a frecuentar cafés y cabarets donde se presentaban los grandes cantantes de tango de la generación de los años 40s.
Trabajó como chofer de colectivo, taxista y mecánico.
Historiadores y periodistas han investigado sobre el lugar de nacimiento de Goyeneche y de allí surgieron dos versiones: la que asegura que nació en Saavedra y la que sugiere que lo hizo en Urdinarrain, provincia de Entre Ríos. Dicen que su madre embarazada viajaba en tren hacia Buenos Aires y, al adelantarse su parto, tuvo que dar a luz en Urdinarrain (lo recordó en su momento Santiaga Boero, la partera que se hizo cargo del alumbramiento).
Parece ser que, a los pocos días de dar a luz, su madre retomó su viaje y al llegar «anotó» a su recién nacido en Saavedra. Como no hay documentos escritos que prueben lo contrario, se reconoce que Roberto Goyeneche nació en Saavedra, Buenos Aires, puesto que su partida de nacimiento expedida por el Registro Civil lo certifica. Allí, en Saavedra, conoció al amor de su vida, el Club Atlético Platense, al que seguido hasta el día de su partida.
A los dieciocho años en un concurso para voces nuevas, en 1944. Obtuvo su primer éxito Ese año inició su carrera como cantor en la orquesta de Raúl Kaplún. Formado en la caudalosa corriente gardeliana, alcanzó un estilo personalísimo de dicitore.
En 1952 fue convocado por Horacio Salgán para reemplazar al cantor Horacio Deval y formar rubro con Ángel Díaz, quien fue el que lo bautizó «El Polaco» por ser flaco, tener el pelo largo y rubio, similar a los jóvenes de origen polaca de la época.
Con Horacio Salgán registró cuatro grabaciones para el sello RCA Víctor: «Alma de Loca», «Yo Soy el Mismo», «Un Momento» y «Siga el Corso». En 1954 siguió grabando con Salgán en el sello TK otras seis grabaciones, dos de ellas a dúo con Díaz. En 1956, a los treinta años, se convirtió en el cantor de la orquesta de Aníbal Troilo, de quien fue admirador y entrañable amigo. Con él grabó 26 temas.
Unos años después, ya solista, se volvieron a asociar en dos LP titulados «Nuestro Buenos Aires» (de obras compuestas especialmente por Armando Pontier y Federico Silva) editado en 1968 y «¿Te acordás Polaco?», en 1971.
El repertorio de Goyeneche fue muy extenso y variado, los tangos bien antiguos y los más modernos desfilaron en su trayectoria discográfica. En Estados Unidos grabó un disco de tangos clásicos «Volver», «Sur», «La Milonga», «Los Ejes de Mi Carreta», de Atahualpa Yupanqui con extrañísimos arreglos jazzísticos de Carlos Franzetti pianista y compositor argentino de jazz radicado en EE.UU.
En 1969 grabó «Balada Para Un Loco», de Astor Piazzolla y Horacio Ferrer, en un acto de audacia artística, luego del escándalo que el estreno del tema significara y el debate sobre lo que debía ser aceptado como tango.
Se consagró como solista después de ser cantor de orquesta y el reconocimiento le llegaría a la madurez de su voz para no abandonarlo. Fue mítica la colaboración que el prestó al quinteto de Astor Piazzolla durante la breve temporada… mayo de 1982, en plena guerra de las Malvinas- en el Teatro Regina de Buenos Aires, y de la cual se conserva registro discográfico. Su popularidad fue tal que el director de cine Pino Solanas lo requirió para aparecer en sus películas El exilio de Gardel y Sur. Tras su actuación en el Thêatre du Chatelet de París, los críticos lo llamaron “Gardel reencarnado”, encumbrándolo a la altura del mítico Carlos Gardel. También realizó giras por otros países, entre ellos España, Holanda, Alemania, Estados Unidos y Japón. Las interpretaciones, destacan por su impecable fraseo y dicción.
Si bien su voz no era especialmente poderosa sobre todo en sus últimos años, por el deterioro causado por el tabaco y el alcohol, poseía una amplia variedad de registros y un encanto único; sus tonalidades bohemias y melancólicas, casi susurrantes, la hacían idónea para el género. En el momento de su partida, ocurrida el 27 de agosto de 1994 en Buenos Aires, era considerado el mayor cantante de tangos en actividad. En su homenaje, una avenida del barrio de Saavedra, en la ciudad de Buenos Aires, lleva su nombre.