“La situación es complicada y grave, no es un fenómeno nuevo, sino que es un problema que se viene acumulando”, explicó Salvia.
El especialista detalló que la indigencia alcanzó en enero pasado al 15% de los argentinos (unas 7 millones de personas), mientras que la pobreza superó el 57%, números que marcaron una sensible suba respecto de las cifras de fines de 2023, cuando se las estimaba en 14% y 49%, respectivamente.
La medición del Observatorio de la UCA alertó que la pobreza se encuentra en el nivel más alto de los últimos 22 años: en 2002 había alcanzado el 54%.
Salvia recalcó que los procesos que llevan a semejante deterioro son consecuencias de largo plazo, pero puntualizó también que la dramática situación social que recibió la administración de Javier Milei, vio agravarse los índices en enero por “un proceso constante de inflación, el inicio de una recesión económica y porque no hubo ajustes salariales importantes”.
Por ese cuadro es que estimó que posiblemente “febrero sea más complicado” y enfatizó que a diario se suman “nuevas clases medias que caen en la pobreza”.
“En los últimos 20 años se mantuvo en general la estadística que marcaba que el 30% de los argentinos era pobre, pero el proceso actual es el más grave en más de 20 años”, indicó Salvia.
Ese dramático porcentaje que midió la UCA en enero, y que teme que se agrave, dijo que “será muy difícil que se reduzca en el corto plazo”, aunque estimó que una cifra similar a la suba de enero “si podría bajar si la inflación se sitúa en un dígito y se logra estabilidad macroeconómica, desarrollo e inversiones productivas”, que son los objetivos que menciona Milei.
Los planes no alcanzan
Un aspecto aún más asombroso de la profundidad del calado de la crisis económico-social es que a pesar del constante aumento del porcentaje de población que a lo largo de los últimos 20 años recibió distintos planes de ayuda social y de alimentación es que, precisa el informe, los residentes en hogares beneficiarios de políticas sociales presentaron un nivel de pobreza del 76,5% en el tercer trimestre de 2023, un 81,9% en diciembre de 2023 y un 85,5% en enero de 2024”. Esto es, menos del 15% de quienes reciben ayudas sociales puede salir, gracias a esas ayudas, de la pobreza.
A su vez, en el mismo grupo de hogares destinatarios de políticas sociales el nivel de indigencia, que en el tercer trimestre de 2023 era del 19,7% de las personas, en diciembre de 2023 aumentó a 28,8% y en enero decreció al 23,8% “como consecuencia de las políticas compensatorias”.
Si bien el foco del estudio es el impacto sobre la situación social del golpe inflacionario de los últimos meses, esos hallazgos no dejan de ser impresionantes y cuestionar la eficacia de las políticas de ayuda de los últimos 20 años. El propio informe precisa que la proporción de hogares perceptores de programas sociales se incrementó constantemente entre 2006 y 2023 “dando cuenta del relevante y creciente papel del Estado para satisfacer necesidades básicas de los hogares y la población”.
La inflación no da tregua
Tras alcanzar el 20,6% en enero, la inflación de febrero podría mostrar una nueva moderación. Sin embargo, esa tendencia descendente no se repetiría en marzo, según estimaciones privadas. Los principales impulsores de la suba de este mes serían transporte y las cuotas de la medicina prepaga.
En el primer mes de 2024, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) del INDEC se desaceleró luego del pico de 25,5% en diciembre y marcó un aumento interanual del 254,2%. Los rubros que la impulsaron fueron Bienes y servicios varios 44,4%, Transporte 26,3% y Comunicación 25,1%. En tanto, la división con mayor incidencia en todas las regiones fue Alimentos y bebidas no alcohólicas (20,4%).
En febrero, los precios de los alimentos se moderaron en los primeros días del mes, pero volvieron a acelerarse en la segunda semana, según el Centro de Economía Política Argentina (CEPA).
En este sentido, el relevamiento de la consultora LCG arrojó que los precios de los alimentos avanzaron 3,4% en la primera semana del mes, marcando una desaceleración respecto a la semana previa; mientras que en la segunda, subieron 4% en promedio.
Para la división salud, la desregulación de los precios implicó la actualización de cuotas de las prepagas con aumentos del orden del 29% en febrero. En contraste, según el CEPA, los medicamentos no se incrementaron en los primeros días del mes.
Por otro lado, a principios de febrero se incrementaron las tarifas de colectivos y trenes alrededor del 250% en el AMBA. En el resto del país hubo subas similares que se intensificarán con el anuncio de la eliminación del Fondo de Compensación al Interior.
Adicionalmente, en febrero se aplicó un ajuste del 6,4% en combustibles.
Respecto a vivienda, la derogación de la Ley de Alquileres a través del Mega DNU rubricado por el presidente Javier Milei en diciembre pasado se tradujo en un salto adicional al de la inflación del orden de 50% a 100% para quienes tienen que renovar los contratos.
Así, el CEPA estima que la inflación de febrero rondará el 20%.
En marzo, frente a lo que prevé el mercado, Di Pace dijo: “Consideramos que quizás la inflación puede ser un poco mayor porque siempre hay una alta estacionalidad por el rubro educación, por ejemplo. Además, habrá subas de precios regulados. Probablemente haya un impacto en transporte público y energía. Prevemos un dato muy similar al de febrero”.
Manuel Cerdan, economista de Invecq, afirmó: “Tanto en febrero como en marzo vemos una inflación similar a la de enero, por encima del 15%. Hubo y va a haber nuevos aumentos de transporte, telefonía móvil, medicina prepaga, combustible, educación, etc. que dejan un piso alto”.
Fuente: Primera Edición