Accidentes viales son la principal causa que demanda servicios de rehabilitación y kinesiología
En los últimos años, se ha observado un incremento en la demanda de servicios de rehabilitación, principalmente a causa de los siniestros viales, con una notable predominancia de accidentes de moto. Roberto Gisin, jefe del Servicio de Kinesiología y Rehabilitación del hospital, expone la gravedad de esta problemática y las consecuencias a largo plazo que enfrentan los pacientes afectados.
Gisin destaca que los accidentes no solo son una preocupación creciente en términos de frecuencia, sino que también afectan predominantemente a jóvenes activos en la sociedad. “La mayoría de los accidentados son personas jóvenes, muchos de ellos con sueños y aspiraciones, que terminan enfrentando secuelas de por vida”, señala. Los accidentes, a menudo causados por excesos de velocidad, el mal uso del casco y la falta de respeto a las normas de tránsito, resultan en una amplia gama de lesiones, desde raspaduras leves hasta fracturas severas y daños neurológicos permanentes.
Los pacientes que llegan al hospital pueden enfrentar consecuencias devastadoras, como amputaciones, parálisis, o daños cerebrales que requieren largos períodos de rehabilitación. Gisin comenta que muchos jóvenes, que inicialmente parecen tener lesiones menores, terminan con secuelas significativas que afectan su calidad de vida y sus expectativas para el futuro. “Un joven de 20 años con una fractura en el tobillo puede ver truncados sus sueños de jugar al fútbol, mientras que aquellos con daños severos pueden enfrentar una vida de dependencia y dolor”, añade.
El servicio de kinesiología y rehabilitación del hospital se enfrenta al desafío de tratar a estos pacientes con la mayor eficacia posible, pero también subraya la importancia de la prevención. Gisin enfatiza que el uso adecuado del casco y el respeto a las normas de tránsito son cruciales para reducir la gravedad de los accidentes y, por ende, la demanda de servicios de rehabilitación. “La prevención es clave. Si los motociclistas respetaran las velocidades máximas, usaran cascos homologados y condujeran de manera responsable, podríamos ver una disminución en la cantidad de lesiones graves y en la necesidad de rehabilitación a largo plazo”, afirma.
El impacto de estos accidentes va más allá del paciente; afecta también a sus familias, que enfrentan una carga emocional y económica significativa. La atención y rehabilitación de estos pacientes requiere recursos considerables, tanto en términos de tiempo como de dinero, exacerbando el impacto en un contexto económico ya complicado.
Gisin concluye con un llamado a la conciencia social sobre la importancia de la prevención y la responsabilidad al conducir. “Todos debemos tomar medidas para protegernos y proteger a los demás. Las normas de tránsito están diseñadas para nuestra seguridad, y respetarlas puede marcar la diferencia entre una vida normal y una vida marcada por secuelas graves”, enfatiza.
El creciente número de accidentes destaca la necesidad urgente de fortalecer las campañas de prevención y educación vial, así como de asegurar que los servicios de rehabilitación estén adecuadamente preparados para enfrentar este desafío creciente.
Fuente: El Territorio