Estremecedoras revelaciones de la directora de la ONG que dio origen a la investigación contra Germán Kiczka: «Con su cara supuestamente amable captaba niños y después los contactaba”

 Estremecedoras revelaciones de la directora de la ONG que dio origen a la investigación contra Germán Kiczka: «Con su cara supuestamente amable captaba niños y después los contactaba”

En una entrevista Paula Wachter, fundadora y directora ejecutiva de la ONG Red por la Infancia, explicó más detalles sobre el proceso que llevó a la detención del exdiputado puertista Germán Kiczka. La ONG liderada por Wachter fue la que primeramente identificó las actividades ilegales que llevaron a que tanto Kiczka como su hermano, Sebastián, terminasen tras las rejas en un caso que tuvo repercusión a nivel provincial y nacional.

Según Wachter, Kiczka operaba con una doble fachada: mientras usaba un canal de YouTube donde hacía trucos de magia para captar a los niños, en la intimidad compartía material ilegal a través de aplicaciones especializadas. “Los agresores suelen tener esta doble cara: uno cree que son desadaptados sociales, pero en realidad son monstruos ocultos a plena luz. Tienen una reputación intachable y utilizan su posición de poder para abusar de los más vulnerables”, afirmó.

Los abusadores sexuales de este tipo engañan muchas veces a las apariencias, comentó la especialista. ”Generalmente la reacción del entorno es: ‘hubiera sospechado de todos menos de él’. Y muestran esta cara supuestamente inocente, supuestamente hasta amable, que incluso podríamos decir que tenía una empatía especial con los niños”, agregó.

Uno de los métodos usados por Kiczka para atraer la atención de menores de edad era un canal de YouTube infantil que él mantenía junto con su hermano, Sebastián, y su padre, Leonardo. En él se mostraban varias actividades que servían para atraer la atención infantil, incluyendo trucos de magia. “Naturalmente cualquiera que le muestra un truco de magia, incluso a la gente de nuestra edad, nos hace preguntar ‘¿cómo lo hiciste?, ¿me lo enseñás?’”, reflexionó Wachter. Esta táctica, según ella, era su “anzuelo perfecto” para atraer a niños, ya que sus vídeos lúdicos le daban al exdiputado una imagen de cercanía y confianza.

“Con su cara supuestamente amable, supuestamente lúdica, captaba niños. Directamente, a través de esos videos, y después los contactaba”, explicó la especialista, señalando que su modus operandi seguía un patrón claro. “Primero viene la captación, que utilizaba este anzuelo perfecto, y después venía la otra parte que es la seducción o el atrapamiento, que es empezar a generar confianza para que los chicos creyeran y confiaran en él, lo vieran como un amigo, lo vieran como un referente, como un ídolo. Después, inevitablemente, venía la tercera fase, que es la de pedir una imagen, que compartan una imagen íntima, una imagen autogenerada de explotación sexual”, explicó Wachter.

La extorsión y manipulación son la siguiente etapa, y Kiczka también amenazaba a los niños con exponer sus fotos si no entregaban más material. “Los manipulan, son expertos en lograr eso. De hecho, el informe de una agencia americana dice que pueden tardar en promedio 45 minutos entre la primera conversación y la primera imagen”, afirmó la especialista, enfatizando la rapidez con la que los agresores como Kiczka manipulan a sus víctimas.

El caso de Kiczka es un claro ejemplo de cómo estos abusadores se esconden detrás de una imagen respetable, como la de un funcionario público. “Él se encargaba justamente de tener una alta reputación, encontrar estos lugares que les permiten tener influencias y poder agredir a niños de manera impune”, afirmó Wachter.

Wachter explicó que en Estados Unidos, la ley obliga a las empresas tecnológicas a realizar un escaneo permanente del contenido en sus servidores, y ante la detección de material sospechoso, deben reportarlo a las autoridades. En Argentina, la Fiscalía de Ciberdelitos de la Ciudad de Buenos Aires recibe estos reportes (si se tratan de imágenes cuyo origen es argentino) y articula las investigaciones con las fiscalías locales, como sucedió en el caso de Kiczka en Misiones. Fue la ONG de Wachter la que se contactó primeramente con la Fiscalía para comenzar la investigación contra Kiczka. “Germán Kiczka poseía cientos de imágenes de categoría A, la más grave, y compartía ese material a través de una aplicación”, indicó.

La explotación sexual infantil, una problemática que se profundiza

Según la especialista, el 90% del material que involucra a menores de 0 a 6 años corresponde a la categoría A, la más grave. Además, advirtió que cada vez más niños de entre 7 y 10 años están siendo manipulados para autogenerar imágenes de explotación sexual.

“Este es un tema que sigue en aumento, y desde la pandemia no solo hay más casos, sino también más formas de violencia, en edades más tempranas y con mayor crudeza”, explicó. Señaló también que en un estudio global en el que participó la ONG junto con la publicación The Economist, se calculó que 400 millones de niños fueron afectados por este problema a nivel mundial.

La pandemia provocó el traslado de gran parte de las vidas de los niños, niñas y adolescentes al ámbito virtual. “Los niños ya no perciben el peligro en línea de la misma manera que en el mundo real. Si un extraño les habla en la calle, se alejan, pero si alguien los contacta en redes sociales, esa categoría de ‘extraño’ desaparece, lo que los hace más vulnerables», alertó Wachter.

Cómo actuar en caso de que un menor sea víctima de abuso en línea

La experta enfatizó la importancia del diálogo constante entre padres e hijos para proteger a los menores. Además, recomendó configurar de manera adecuada la privacidad en redes sociales y enseñar a los niños a ser cautelosos con las personas que los contactan en línea. “Una vez que una imagen se comparte, se pierde el control sobre ella. Es fundamental que los chicos sepan que, si se sienten incómodos o están siendo extorsionados, pueden recurrir a sus padres sin miedo a ser castigados”, aconsejó.

Wachter explicó que, ante una situación en la que un menor compartió imágenes íntimas y está siendo extorsionado, es fundamental que los padres actúen con calma. “No intenten jugar al detective ni cierren la cuenta de la red social, ya que esto podría alertar al agresor. Lo que deben hacer es ingresar al sitio web del Ministerio Público Fiscal y realizar la denuncia en la sección de ciberdelitos”, señaló.

En cuanto a la denuncia, Wachter afirmó que el proceso es anónimo y que los padres no deben temer represalias. La ONG Red por la Infancia también ofrece guías y asesoramiento legal para acompañar a las familias en estos casos. “Denunciar es crucial para evitar que otros niños pasen por lo mismo”, concluyó.

Datos alarmantes sobre la explotación infantil

Los números que maneja Red por la Infancia son preocupantes: las imágenes autogeneradas por niños entre 7 y 10 años crecieron de manera exponencial, y las redes de explotación operan con rapidez. “Un informe de una agencia estadounidense revela que, en promedio, entre el primer contacto y la primera imagen sólo pasan 45 minutos”, advirtió Wachter. La especialista insistió en la necesidad de seguir discutiendo la importancia de la Educación Sexual Integral (ESI) para prevenir este tipo de situaciones.

Por último, Wachter invitó a reflexionar sobre la urgencia de este problema a nivel global, mencionando que del 7 al 8 de noviembre de 2024 se celebrará el primer Congreso Mundial para Poner Fin a la Violencia contra los Niños, con la participación de 193 países. “La situación es crítica, pero trabajando juntos podemos proteger a nuestros niños y evitar que estos crímenes sigan ocurriendo”, concluyó.

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