Cuidados a tener en cuenta para evitar un golpe de calor ante las temperaturas extremas
Las altas temperaturas pronosticadas para esta semana no solo representan un desafío para el bienestar físico, sino que plantean una seria amenaza para niños y adultos mayores.
Ante la inminente llegada de una ola de calor que se extendería en la provincia hasta el domingo, con temperaturas más elevadas que las registradas al inicio del verano, es fundamental adoptar cuidados especiales para protegerse de la deshidratación y de un golpe de calor. En la población hay, especialmente, dos grupos más vulnerables al calor intenso: niños y adultos mayores.
«Las recomendaciones son evitar salir de la casa en lo posible, sobre todo en horarios en los que el sol pega bastante. Si la persona tiene que salir, hidratarse y llevar consigo agua, evitar líquidos muy azucarados y alcohol en el caso de los adultos, cubrirse las mangas, usar sombreros o gorros», subrayó el subsecretario de Salud de la Municipalidad, Norberto Sotelo, en conversación con Radioactiva (100.7).
A su vez, tuvo en cuenta que el exceso de agua puede perjudicar a personas que padecen de afecciones médicas, como la hipertensión. «Cuando la persona tiene alguna cuestión médica anterior, puede consumir sales de hidratación y hay bebidas que tienen hidratantes con iones», indicó. «Al sudar perdemos sodio, electrolitos, potasio y un montón de minerales que son como la batería del cuerpo. Cuando el sudor se seca, la piel queda un poco irritada porque queda la salinidad en la piel», explicó.
En este marco, señaló que el consumo de agua, fruta o algún elemento que mantenga el cuerpo hidratado con solutos ayuda a evitar la deshidratación, que es el primer síntoma de un golpe de calor. «A partir de la deshidratación la temperatura del cuerpo sube, la piel se pone roja, empieza a secarse la boca, hay mareos y dolor de cabeza. Esos síntomas implican que la persona está sufriendo un golpe de calor», agregó.
«Los síntomas del golpe de calor pueden tornarse complicados si la persona es mayor o un niño porque la temperatura del cuerpo se eleva pudiendo llegar hasta los 39° y, en el caso del niño, puede tener una convulsión por esa temperatura», advirtió. «También puede haber náuseas o vómitos, y el vómito produce más deshidratación. Si el golpe de calor es muy intenso, la persona puede quedar en una situación de obnubilación, es decir, queda perdida y fuera de sí, y puede perder el conocimiento», ahondó.
Por este motivo, el médico recomendó que la persona que trabaja expuesta al sol utilice ropa holgada, con mangas, se cubra tanto cabeza como ojos y, en los tiempos de descanso, que se hidrate y refresque. Asimismo, dio la pauta de que «a los niños hay que mantenerlos hidratados, no exponerlos al sol ni a temperaturas elevadas y hacer juegos tranquilos para que no se agiten mucho; no hay que esperar que el niño nos pida el agua, sino ofrecerle la bebida o fruta todo el tiempo».
«Tenemos que tomar la costumbre de salir con la botellita de agua en la mochila o en la mano. Todos tenemos que tomar recaudos ante el sol y el calor: niños, adolescentes, jóvenes, adultos y mayores», recalcó.
Por otra parte, sugirió evitar los cambios de temperatura de golpe. «Los lugares que están acondicionados son más agradables ante las altas temperaturas y lo ideal sería exponernos paulatinamente a la otra temperatura. Por ejemplo, ventilando el auto antes de llegar y bajar”, dijo. “Los adultos jóvenes no lo hacen porque no perciben un cambio, pero un bebé o un adulto mayor pasa de 24° adentro del auto a 38° en el exterior y sí lo siente. Lo mismo con los ambientes laborales y los domicilios», completó.
Del mismo modo, hizo hincapié en quienes salen a caminar en la costanera en horarios de la siesta. «Quienes quieren salir a hacer actividad física tienen que tener cuidados entre las 10 de la mañana y las 4 de la tarde por el sol extremo. Quizá no tenga un golpe de calor, pero la quemadura del sol puede ocasionar daño a largo plazo en la piel», concluyó.
Fuente: El Territorio